viernes, 28 de mayo de 2010

Negocian plagiarios de Diego Fernández de Ceballos


Por Hiram Barrientos


Ciudad de México 27 mayo.- Los captores del ex senador Diego Fernández de Cevallos entraron en contacto con su familia el pasado fin de semana luego de que la PGR suspendiera las investigaciones, dijeron ayer a REFORMA fuentes cercanas al caso.
De acuerdo con los informantes, los plagiarios aún no han fijado una cifra de dinero como rescate por el litigante.
La familia, explicaron, tiene información de que el ex candidato del PAN a la Presidencia está con vida y confía en su pronta liberación.
Estiman que el secuestro tiene una finalidad meramente económica, señalaron las personas allegadas al caso, y por el momento no consideran que haya un móvil político o de otra índole.
Para negociar la liberación, los familiares de Fernández de Cevallos se concentraron en la Ciudad de México.
Una primera prueba de vida sobre Fernández de Cevallos es la fotografía difundida por Internet el jueves 20 de mayo, seis días después de su desaparición en la finca “La Cabaña”, localizada en el poblado de San Clemente, del Municipio de Pedro Escobedo, en Querétaro.
Sobre la foto, consideraron que se trata del ex senador panista, aunque no se pudo corroborar que él haya escrito el mensaje en el que pedía a su hijo Diego Fernández de Cevallos Gutiérrez solicitar a las autoridades que se abstuvieran de investigar el caso.
“Conociendo al licenciado, si lo dejan hablar, él mismo estará coordinando el proceso de negociación”, manifestó una fuente.
El 22 de mayo, un día después que Fernández de Cevallos Gutiérrez hizo pública su petición, la PGR suspendió las pesquisas para preservar la integridad del político.
A 11 días de la desaparición de Fernández de Cevallos, las actividades en su finca regresaron a una relativa normalidad, sin presencia policiaca y con cuatro jornaleros en labores de cultivo de la alfalfa, la cual se produce para exportación y para consumo del ganado de su rancho “El Estanco”, también ubicado en el Municipio de Pedro Escobedo.
Sin la investigación en sus manos, las autoridades policiacas y de procuración de justicia de Querétaro han regresado a sus actividades cotidianas.

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