viernes, 11 de septiembre de 2009

Salvó a sus hijas, él murió bajo el camión

Veracruz.— El señor Julián González Marín murió bajo las ruedas de un camión del servicio urbano ruta Amapolas 1 y 2, luego de que salvó a sus menores hijas de sufrir el mismo destino. En un hecho considerado más que un accidente vial, un crimen con todas las agravantes por parte del conductor de la unidad de pasaje que logró escapar abandonando todo.
Los hechos han consternado a la ciudadanía entera, por la escena en que un padre de familia cumplido y amoroso pierde la vida en presencia de sus hijas de 14 y 12 años de edad, a quienes llevaba a la escuela como todas las mañanas.
El conductor homicida por su parte logró escapar, dejó abandonado el autobús ruta Amapolas 1 y 2, número económico 1160, como a cien metros de donde arrolló y remató al peatón.
El camión se quedó encendido, mientras que nadie pudo evitar la huída del presunto homicida, quien se perdió rápidamente en las calles de la zona, frente al Panteón Particular Veracruzano.
A las 06:15 horas las corporaciones policiacas se alertaron al recibir el aviso del canal de emergencia 066 donde confirmaron el llamado de testigos del brutal accidente.
Fue así como policías intermunicipales y elementos de la Dirección de Tránsito Municipal de Veracruz fueron los primeros en llegar al crucero de prolongación Díaz Mirón y calzada Armada de México para tomar conocimiento de lo ocurrido.
El panorama no podía ser más doloroso, con dos niñas llorando junto al cuerpo inerte de su padre, peatones, automovilistas, familias enteras -que a esa hora llevaban a sus hijos a la escuela, conmovidos- no pudieron resistir acercarse para tratar de dar consuelo a las menores Ana María González Zapata de 14 años y Rosa Isela de 12, quienes se refugiaron en brazos desconocidos pero protectores y atentos
En el lugar quedó el cuerpo sin vida del señor Julián González Marín, quien contaba con 35 años de edad.
Las hijas del ahora finado, aún en estado de schok, temblando y llorando fueron quienes aportaron los primeros datos para localizar a sus familiares y darles aviso de la tragedia.
Las primeras diligencias realizadas por Tránsito Municipal y la Policía local conjuntaron los testimonios de personas que se encontraban en el lugar, y todos coinciden al asegurar que el chofer asesino pasó dos veces en el cuerpo de la víctima luego de que lo impactó.
Literalmente “lo remató”... dijeron todos... se echó de reversa en dos ocasiones, mientras que la víctima había logrado empujar a sus hijas para salvarlas del peligro.
Las niñas pudieron morir ahí mismo, pero su padre las cubrió recibiendo el golpe del camión de pasaje. Los hechos ocurrieron en los momentos que el señor Julián llevaba a las menores a la escuela.
Ana María asiste a la secundaria federal José Azueta, del fraccionamiento Reforma, por lo que abordarían otro autobús de pasaje en la avenida Díaz Mirón.
El viaje lo iniciaban muy temprano diariamente, porque habitan en el fraccionamiento La Florida, en el domicilio ubicado en calle Azahar, número 319 de la mencionada zona habitacional.

Los testigos aseguran que el chofer del camión Amapolas dio la vuelta en forma violenta, temeraria, para entrar en la avenida Díaz Mirón dirección norte a sur, y fue en esos instantes cuando arrolló al padre de familia.
El fiscal Ricardo Javier Carrillo Almeyda, titular de la Sexta Agencia del Ministerio Público tomó conocimiento de los hechos. Se presentó en el lugar para iniciar las diligencias formales, apoyado con peritos criminalistas de la Procuraduría de Justicia.
El Ministerio Público ordenó el levantamiento del cuerpo del señor González Marín para que fuera enviado al Instituto de Medicina Forense. La autoridad también aseguró el camión de pasaje, el cual, sólo podrá ser devuelto con la concesión, hasta que el propietario presente al chofer responsable y pague todo lo que le resulte por estos hechos. (Tomado de Notiver/ 11 septiembre 2009/ YOLANDA ORDAZ/ fotos: Gabriel Huge).

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