*** A pesar de que no es una tradición
mexicana, algunas familias ya colocan en sus casas las famosas
calabazas con rostros espeluznantes, pero cuál es su orige.
31/10/2013 17:00
Redacción
Cuando la tradición de Halloween llegó a
Estados Unidos con los inmigrantes irlandeses y escoceses, aprovecharon
las calabazas, originarias de América, para hacer unos faros más
grandes.
CIUDAD DE MÉXICO.- Entre una de las costumbres más conocidas en los festejos de Halloween o Día de las Brujas,
que se celebra esta noche en varios países, destaca adornar las casas
con las famosas calabazas talladas con rostros chuscos o aterradores.
Halloween es la contracción de All Hallows' Eve o Víspera de Todos los Santos
Si bien no es una tradición mexicana, en nuestro país, algunas
familias ya también han adoptado colocar en sus casas las famosas
calabazas con rostros espeluznantes, pero cuál es el origen de esta
tradición.
Las calabazas talladas e iluminadas por dentro, llamadas en varios países anglosajones "Jack-o lanterns", tienen su origen en una leyenda irlandesa del siglo XVIII, que cuenta la historia de "Jack el tacaño" (Stingy Jack), un bebedor, jugador y holgazán que se atrevió a engañar al diablo.
De acuerdo con la leyenda, Jack invitó a Satanás a beber con él, sin
embargo a la hora de pagar la cuenta y haciendo honor a su apodo, Jack
el tacaño convenció a su macabro acompañante que se convirtiera en una
moneda para pagar las bebidas.
Aprovechándose de que el diablo accedió al plan y se transformara en
moneda, Jack guardo esta en uno de sus bolsillos, donde tenía una
pequeña cruz de plata, lo que evitaba que el demonio regresara a su
forma original. El tacaño acordó liberar al diablo, bajo la condición de
que no lo molestara en un año, e incluso en el caso de que Jack
muriera, no podría reclamar su alma en ese plazo.
El año siguiente, Jack volvió a engañar a Satanás para que subiera a
un árbol a cortar unos frutos y mientras se encontraba arriba, él talló
en el tronco una cruz que evitaría bajar al demonio; así Jack logró
negociar que el diablo no lo molestara por 10 años más.
Sin embargo, la leyenda cuenta que al morir Jack, su alma no fue
recibida en el cielo por sus pecados; y Satanás, molesto por los engaños
del tacaño, se negó a admitirlo en el infierno, por lo que mandó a Jack
a deambular en la oscuridad con un pedazo de carbón, hasta el día del
juicio final. Así Jack puso el carbón ardiendo dentro de un nabo
ahuecado para usarlo como faro e iluminar su camino.
En Irlanda y Escocia la gente hacía su propia versión del faro de
Jack, tallando rostros en nabos y papas con una vela dentro y
colocándolas cerca de sus ventanas para espantar el espíritu de Jack el
tacaño y otros fantasmas.
Cuando la tradición de Halloween llegó a Estados Unidos con los
inmigrantes británicos, aprovecharon las calabazas, originarias de
América, para hacer unos faros más grandes.
Halloween
Cuando se habla de Halloween o Día de las Brujas se piensa en
disfraces, calabazas sonrientes, fiestas, dulces y niños traviesos; sin
embargo esta celebración no siempre fue tan alegre, y que los ritos que
se practicaban durante la noche del 31 de octubre tenía un carácter
religioso y con fines purificadores.
El origen de esta celebración tiene más de 2000 años, y era realizada
por los celtas, quienes habitaban zonas de Irlanda, Inglaterra, Escocia
y Francia.
Precisamente el 31 de octubre (del actual calendario), los Celtas
celebraban el fin de año con un festejo llamado Samhain. Los celtas
creían que una noche antes de terminar el año, el límite entre el mundo
de los muertos y los vivos se desvanecía, por lo que los espíritus
podían regresar a la Tierra provocando problemas y afectando sus
cosechas.
Con la inmigración europea a los Estados Unidos, principalmente la de
los irlandeses católicos en 1846, llegó la tradición de Halloweenal
continente americano. (Excélsior)
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