Melany Viridiana Gómez Ramón. Fotos. Tomadas de Twitter. |
MÉXICO, D.F. (apro).- Melany Viridiana Gómez Ramón, de siete
años, murió por asfixia, aseguró la Procuraduría General de Justicia de
Tamaulipas (PGJ).
De acuerdo con la necropsia realizada al cuerpo de la menor, el o los
asesinos le obstruyeron las vías respiratorias hasta que dejó de
respirar.
La agente del Ministerio Público Segunda, Rosalba Hernández
Gutiérrez, informó que enviaron este lunes al laboratorio 13 muestras de
sangre masculinas tomadas el fin de semana a los familiares de la
menor, para analizar si alguna partícula del ADN de ellos coincide con
las encontradas en el cadáver.
La funcionaria agregó que no hay tiempo determinado para terminar la
investigación, pues las más de 40 declaraciones tomadas a los familiares
y otras personas “no aportan datos que ayuden a esclarecer el hecho”.
Según los testimonios de sus parientes, Melany Viridiana –originaria
de Nuevo León–, llegó con sus padres a Ciudad Madero, Tamaulipas, el
jueves pasado en un autobús turístico rentado por la propia familia
–unos 50 integrantes y otros conocidos– para pasar el fin de semana.
Ese día por la noche una persona ingresó a cuarto donde se encontraba
y se la llevó de la vivienda rentada por la familia en la colonia
Miramar. Su madre, Liliana Ramón Rodríguez, aseguró que vio a alguien
entrar al cuarto de la niña, pero pensó que era algún pariente. Momentos
después, se dio cuenta de que su hija ya no estaba y salió a buscarla.
Al no encontrarla por ningún lado, ella y su esposo, Mario Gómez,
denunciaron el rapto a las autoridades. Detallaron que la puerta de la
habitación no fue forzada.
El gobierno de Tamaulipas activó la Alerta Ámber para difundir su desaparición y pedir ayuda para encontrarla.
Sin embargo, la espera no fue mucha. El sábado, alrededor de las
15:45 horas, el cuerpo fue hallado en el interior de las instalaciones
de la Primera Zona Naval de la Secretaría de Marina, área conocida como
Pineda Sur; a sólo unos 500 metros del lugar donde se hospedaban.
El cadáver estaba junto a un árbol, recubierto de maleza. Tenía un hematoma en el rostro y sólo vestía una playera rosa.
Las investigaciones por el asesinato de la menor fueron enfocadas a
todas las personas que viajaron en el autobús con ella. Sus padres
fueron descartados como sospechosos.
Liliana Ramón, madre de Melany, recordó que la niña de 7 años, quien
acababa de terminar el tercer año de primaria, soñaba con ser ingeniero,
según reportes del diario Milenio.
Hay dos sospechosos
De acuerdo con una nota publicada el sábado pasado en el portal de internet Valor por Tamaulipas, de manera extraoficial se habla de que las autoridades cuentan con dos presuntos responsables del fallecimiento de la niña.
El medio aseguró que mientras las autoridades realizaban la
investigación en torno al lugar del hallazgo, un hombre que se
identificó como Francisco Díaz, se acercó a los medios de comunicación.
Les dijo que su hijo, Sotero Díaz Rojas, estaba siendo incriminado por
el homicidio, pero aseguró que éste no pudo ser el asesino porque ese
día estaba en una fiesta con unos amigos.
Valor por Tamaulipas aseguró que Sotero Díaz Rojas, quien
vive a dos calles del lugar donde fue raptada la menor, no pudo con el
remordimiento y le contó todo lo ocurrido a un “amigo”, quien a su vez
avisó a las autoridades.
Según esta información, Sotero Díaz confesó a las autoridades dónde
había enterrado el cuerpo de la niña. Les dijo que él y su amigo Efraín
alias El Loco, o El Satánico sacaron de la casa a la menor, la llevaron al monte, donde la golpearon, abusaron de ella y la mataron.
El rapto y homicidio de esta menor en Tamaulipas, se dio en el
contexto del clima de inseguridad que prevalece en el estado gobernado
por Egidio Torre Cantú, como lo publicó Proceso en la edición que circula esta semana (1968).
“Varias decenas de empresarios de Tamaulipas que se reunieron con
el Gabinete de Seguridad incomodaron al secretario de Gobernación,
Miguel Ángel Osorio Chong, al señalarle que, en vez de hablar de logros,
debiera reconocerse que la situación de la entidad está peor que en el
sexenio de Calderón. En un minucioso reporte que elaboraron y que fue
obtenido por Proceso, le advirtieron
que mientras los funcionarios públicos se han convertido en subordinados
de los delincuentes, las extorsiones y los crímenes aumentan porque,
aseguran, nadie se ha propuesto desmantelar las estructuras de la
delincuencia organizada”, asegura el texto.
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