jueves, 12 de junio de 2014

Las lonas lamentables de Coatzacoalcos: “El amor de la horda en los tiempos del Facebook”


CLAROSCUROS

Por José Luis Ortega Vidal

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Alumnos de una Universidad en Xalapa organizaron un debate inter escolar sobre el tema.
Un master y director de una Facultad de Comunicación en Coatzacoalcos, rechazó la conversión del Facebook en un espacio para exhibir agresiones, ajenas al sentido social de dicha Red.
En un periódico fechado en la ciudad de México se editorializó el hecho bajo el argumento central de la violación de los derechos de la mujer, en un contexto histórico donde este sector aún enfrenta día con día: feminicidios, discriminación social y laboral, violencia doméstica, abandono, etcétera.
(2)
Todo lo anterior se generó a partir de un hecho suscitado en Coatzacoalcos, la mañana del martes 10 de junio: la colocación de unas diez lonas con el rostro y el nombre de una joven porteña a la que se señala –con un lenguaje procaz, vulgar, violento- de tomar parte en una relación de infidelidad.
(3)
Las lonas de referencia se exhibieron alrededor de dos horas en varios puntos de la ciudad porteña.
Alrededor de ellas las Redes Sociales –en particular el Facebook- reaccionaron de inmediato y generaron dos líneas discursivas básicas:
a) El debate entre quienes criticaron el hecho y aquellos que lo justificaron.
b) La burla, la sorna, la conversión del tema en motivo de más agresión, aprovechando la cobardía solapada por el anonimato o la impunidad.
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En su debate los universitarios xalapeños se cuestionaron: ¿por qué alguien se ocuparía de pagar por un diseño, la impresión y la colocación de las referidas lonas?
También calificaron como negativa la acción de la autora o el autor de la exhibición.
Las Redes Sociales –lamentaron los estudiantes y un profesor- impulsan una novedosa circunstancia cultural que conduce a nada; o al daño social, en todo caso.
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Por definición, el ser humano es un animal gregario; es decir, vive obligadamente en grupo dada su necesidad de compartir esfuerzos con seres iguales para solucionar problemas comunes de alimentación, techo, vestido, defensa.
De su condición primitiva y nómada, el Homo Sapiens Sapiens evolucionó al surgimiento de la Horda y el Sedentarismo.
La Horda devino Clan, Tribu.
La familia, en todos los casos, fue eje fundamental para el desarrollo social pero en alguna etapa de este proceso la promiscuidad amenazó los intereses del grupo y fue la norma, el orden, la Ley, el Derecho, lo que influyó en forma decisiva para salvar la especie.
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Lo que definimos como Civilización es un concepto muy amplio y complejo.
No es objeto de este texto reflexionar sobre ello.
Sólo quiero referirlo para establecer un comparativo entre el mundo contemporáneo -sumergido en una Revolución Tecnológica sin precedente que ha transformado, entre otras áreas, la relativa a la comunicación- y el universo primitivo, aún vigente.
El hombre pasó de su condición Salvaje al Barbarismo y luego a lo que conocemos como la Civilización, en cuya condición nos encontramos.
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Llama la atención, en este contexto, que el Ser Humano actual haya avanzado -en términos tecnológicos- lo suficiente para comunicarse de un extremo a otro del planeta en fracción de segundos y no haya avanzado lo necesario para dejar de comportarse como el hombre primitivo.
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Gabriel García Márquez (+) escribió una novela memorable titulada: “El amor en los tiempos del cólera”.
Parafraseando al Premio Nobel de Literatura nacido en Colombia y avecindado la mayor parte de su vida en México, podemos referir la historia de las lonas lamentables en Coatzacoalcos bajo el título de: “El amor de la horda en los tiempos del Facebook”.

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