El exfuncionario calderonista, Jesús Reyes Heroles. Foto: Miguel Dimayuga |
Luego de ser vilipendiado por el PRI, obligado a renunciar
a la dirección de Pemex y exhibido públicamente, Jesús Reyes Heroles
vuelve a colarse en la arena política como uno de los cabilderos
estrella de la reforma energética de Peña Nieto. Pero su historia no es
muy limpia: no supo separar su vertiente pública de la privada.
Aprovechando sus puestos en los anteriores sexenios, creó un consorcio
que se enriqueció (y sigue haciéndolo) gracias al presupuesto, sobre
todo el de la paraestatal petrolera.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Repudiado por la cúpula priista en
2006 tras negar su apoyo al candidato presidencial tricolor y anunciar
su adhesión a la campaña de Felipe Calderón, Jesús Reyes Heroles
González Garza regresa en 2013 como figura estelar del show de legitimación de la reforma energética de Enrique Peña Nieto, quien le perdonó todo.
Atrás quedaron los interrogatorios públicos a los cuales fue sometido
por diputados para exigirle explicaciones sobre la presunta asignación
irregular de contratos de Petróleos Mexicanos (organismo que dirigió
entre 2006 y 2009), las acusaciones de obstrucción de la justicia por
defender a Vicente Fox y a su esposa, las instrucciones de senadores
para dar marcaje personal a las contrataciones de su gestión, las
anomalías detectadas por la Auditoría Superior de la Federación en
licitaciones millonarias de la paraestatal confeccionadas sobre medida,
las demandas de senadores priistas de someterlo a juicio político por
hacer de la función pública un negocio privado, los contratos para sus
socios y clientes…
Apenas en la tercera semana del sexenio, el 21 de diciembre de 2012, el Grupo de Economistas y Asociados (GEA) –integrante
de Structura, consorcio de cabildeo, inversiones, fusión de negocios y
relaciones públicas fundado por Reyes Heroles en 2002– obtuvo su primer
contrato (el P-OS/058/2012CONVAMP) en la administración de Peña Nieto,
vía Banobras, para “definir las variables para calificar la cartera
crediticia de estados y municipios”.
A éste le siguió un segundo contrato (P-OS/026/2013) en febrero de
2013 para la obtención de información sobre dichas variables, todo por
320 mil pesos y adjudicación directa, según el Portal de Obligaciones de
Transparencia del gobierno federal.
Para mayo la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) asignó,
mediante contratación por invitación a cuando menos tres personas, el
contrato IO-0090009-88-N4-2013 para la elaboración de estudios
complementarios del anteproyecto del Tren Transpeninsular Mérida-Punta
Venado a los siguientes asociados:
ADHO Consultores (de Aarón Dichter, subsecretario de Transportes el
sexenio pasado), Grupo Consultor Independiente (de Federico Torres
Arroyo, quien fuera coordinador general de Programación Sectorial de la
Secretaría de Energía, Minas e Industria Paraestatal), Sintra,
Emartrons, EMC Consultoría en Proyectos Público-Privados (la cual
asesoró a la Dirección General de Transporte Ferroviario y Multimodal,
de la SCT) y GEA, que ya había trabajado a la cabeza de ADHO y EMC en
otros estudios de factibilidad ferroviaria.
La asignación inicial fue de 63 millones de pesos, que poco después se ajustaron a casi 93.
(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1932, ya en circulación)
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