Van 9 muertos en aeroshow de Chihuahua; mujer pierde a su esposo y un hijo

Patricia Mayorga

6 de octubre de 2013 Destacado

 

El espectáculo realizado en la capital de Chihuahua.

CHIHUAHUA, Chih. (proceso.com.mx).- El número de muertos ayer en el Extremo Aeroshow en esta ciudad aumentó a 9, entre los cuales hay por lo menos cuatro menores, aunque cifras extraoficiales indican que hay 13 fallecidos.

Unas 100 personas resultaron lesionadas cuando la monster truck roja de cuatro toneladas arrolló a decenas de personas que admiraban el espectáculo. De ellas, 65 personas fueron hospitalizadas incluidos 20 niños entre uno y 14 años.

Testigos aseguran que el conductor se desmayó cuando el vehículo dio un salto y perdió el control.

La familia Renova Piña disfrutaba del espectáculo que se organiza desde hace tres años, pero la fiesta se convirtió en una dolorosa tragedia.

Miles de asistentes presenciaban el show, entre ellos decenas de niños. No obstante, predominó la desorganización para acomodarlos pues ni en las taquillas se fijó un límite de ingreso.

Las familias estaban emocionadas con el espectáculo; decenas de celulares y tablets tomaban imágenes del show pero nunca imaginaron lo que captarían.

La gente amontonada no tenía para dónde moverse. Los espacios eran reducidos y se tuvo que acondicionar un área para colocar al público que no cabía en las gradas, donde no había barreras de protección.

Cuando llegó la embestida Ángeles Piña Rodríguez, una joven madre de la familia, resultó con golpes que no ameritaron su hospitalización, pero no pudo dejar el nosocomio porque su hijo de 8 años, Joel Antonio Renova Piña, se encuentra en terapia intensiva por traumatismo toráxico, en estado crítico.

Ángeles vivió el drama de decenas de personas en el hospital privado Cima, que atendió a la mayoría de los pacientes y a donde se dieron cita decenas de chihuahuenses para donar sangre y llevar comida a familiares de las víctimas.

Ángeles vio cómo su familia fue aplastada. Su esposo Héctor Renova Ortiz, de 40 años, falleció junto con su hijo mayor, José Ángel, de 12. Como ella, madres de familia y niños gritaban desesperados, corrían para encontrar a sus familiares.

Ella y su esposo disfrutaban de convivir en familia y decidieron aprovechar la oportunidad para asistir a un show diferente. Anoche, Angélica no daba crédito a lo que pasaba, le cambió la vida en un momento.