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| Utiliza Laura Bozzo helicóptero del Edomex para llegar a grabación en Coyuca, Guerrerro.
Foto: Eduardo Miranda
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El
conflicto entre la conductora estrella de Televisa, Laura Bozzo, y
Carmen Aristegui, de Noticias MVS escaló muy alto en medios de
comunicación y en las redes sociales, a tal punto que el consorcio de
Emilio Azcárraga le ordenó a la peruana que cerrara la boca. Demasiado
tarde… Con el escándalo afloró no sólo el historial presuntamente
delictivo de la peruana en su país, sino un caudal de componendas entre
ella, Televisa y los gobernadores Eruviel Ávila, del Estado de México, y
Ángel Aguirre, de Guerrero, quienes gastan millonadas de dinero público
en su adicción a la publicidad televisiva.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- El uso irregular de fondos del erario para su talk show, el
apoyo prestado en pantalla para lanzar “guerras sucias” contra
adversarios políticos y mediáticos, y las reiteradas acusaciones e
investigaciones por presentar falsos testimonios de víctimas de
desastres naturales o de supuestos abusos sexuales, constituyen una
constante en la carrera de la conductora Laura Bozzo.
La polémica
generada por la utilización de recursos públicos del Estado de México
para lucirse como “rescatista” en las zonas afectadas por las tormentas
en Guerrero, así como su disputa con la periodista Carmen Aristegui, a
quien Bozzo tachó de “mentirosa” y amenazó con iniciarle una guerra
sucia en la pantalla, es una fórmula aprendió durante la presidencia de
Alberto Fujimori en Perú, cuando se convirtió en aliada y comunicadora
privilegiada de ese régimen.
En el expediente 031-2002 de la Corte
Superior de Justicia de Lima se incluyen varias acusaciones contra
ella, incluso que recibió dinero de Vladimiro Montesinos, jefe de la
inteligencia peruana, cuando fue conductora del Canal 4 y apoyó a la
campaña de reelección de Fujimori en 1999 mediante programas favorables
al mandatario.
“Otro rubro de la imputación versa sobre la
disposición de fondos públicos realizada por Montesinos Torres a favor
de Bozzo Rotondo relacionados con los programas especiales conducidos
por dicha acusada, entre ellos el tema relacionado con los lisiados por
terrorismo”, se consigna en la página 80 el expediente.
Una
testigo de estas imputaciones, María Angélica Arce Guerrero, relató cómo
Bozzo armó un programa especial sobre lisiados de las fuerzas armadas
para favorecer mediáticamente los intereses de Montesinos, el temido
jefe de los servicios de inteligencia de Perú:
“Se realizó un
programa de los lisiados de las fuerzas armadas. Montesinos conversó con
el general Villanueva Ruesta y Fernando Dianderas para que enviaran a
los lisiados que tenían en esos momentos producto de la subversión.
Llegaron en ambulancias y por tratarse de lisiados no pudieron subir al
segundo piso, sino que se quedaron en el primer piso. Montesinos se
encontraba en el segundo piso de la Sala de Edecanes con la señora Laura
Bozzo a la que se le comunicó que ya habían llegado los lisiados.
Montesinos le indicó a la señora Bozzo que bajara y hablara con los
lisiados.
“La señora Bozzo bajó a hablar con cada uno, entre ellos
soldados, oficiales y técnicos de la policía. Después subió, habló con
Montesinos y me pidió que le entregara unos quince sobres de manila
tamaño pequeño. Se los di y él siguió caminando por el pasadizo hasta
llegar a la Sala de Edecanes. Después, la señora Laura Bozzo bajó y vi
que les entregaba los sobres a cada uno de los lisiados y éstos salieron
al día siguiente en su programa de televisión.”
En contraste con
este testimonio, los abogados de la conductora presentaron a los
lisiados Juan Polanco Barrientos y Alberto Barrantes Vásquez, quienes
negaron haber recibido dinero. El tribunal colegiado de la tercera sala
penal consideró por mayoría que “no se ha acreditado que en este
programa los lisiados hayan recibido dinero del Estado” porque “no hay
un dato objetivo que lo corrobore”.
Lo mismo sucedió con el programa especial Colombia al borde del abismo.
Otros testigos afirmaron que Montesinos y el general colombiano Harold
Bedoya visitaron a Bozzo para proporcionarle “planos o mapas de Colombia
que se mostraron en dicho programa”.
Bozzo admitió que asistió a
las oficinas de Montesinos “a efecto de entrevistarse con el general de
Colombia, sin aceptar habérsele proporcionado documentos elaborados en
dicha entidad para su programa”. El colegiado tuvo que admitir que este
hecho sí fue acreditado.
(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1927, ya en circulación)
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