Columna: CLAROSCUROS
Por José Luis Ortega Vidal
(1)
En el puerto de Veracruz el humor es lo último que moriría si los grupos delictivos tomaran la decisión de terminar –de plano- con toda señal de vida en la ciudad más hermosa del mundo.
Allí, mientras degustaba unos tacos del estadio, fui testigo de una conversación de suma importancia que he decidido compartir.
Mientras pedía dos de cachete y tres de costilla –con todo- un hombre regordete le comentó a otro comensal:
- Acabo de estar en otra balacera.
- Hubo una a las dos de la tarde.
- Sí, esa fue leve; la de las ocho de la noche duró como veinte minutos. Fue en Soriana. Unos soldados compraban en la farmacia y fueron atacados por una banda. Hubo respuesta y persecución y tal vez heridos; no lo sé.
- ¿Dónde? Terció una dama que había solicitado un titán de piña mientras terminaba los primeros cuatro y ordenaba dos más…!de buche por favor!
- En el Soriana de…-inaudible-…
- Y la señora sacó el celular y entre taco y taco preguntó por la familia: ¿Y Dora…?...¿Luis….? ¿Estás segura que no escucharon nada? ¿Aquí me están platicando…sí, aquí en los tacos; aquí estoy, en un rato llego…
La plática transcurría a las 21:30 horas. El testigo de la balacera en Soriana pidió cuatro más y el nuevo Titán; ahora de fresa.
- ¿De qué jefe?
- Uno de cuerito, uno surtida y uno de cachete.
- Yo estuve allí, volvió platicar. Los soldados de la farmacia fueron los atacados y respondieron pero no ví si los lastimaron o no. Nos escondimos todos; ya sabes, al suelo…pasaron varios minutos y luego la corretiza
- Coño, loco, hay que proponerle al gobierno que ponga en marcha el programa: ¡Un día sin balacera!
Es más, los de Soriana, Chedraui y los otros podrían poner ofertas mensuales como “Julio Regalado”. Sería “Agosto sin balas” y ya sabemos que en ese mes vamos a comprar sin bronca…
- Cuatro para rematar y diez para llevar, por favor.
- ¡De….!
- De cuerito y cachete para comer aquí; y de maciza y surtido para llevar.
- ¡Van mi gordito…!
Por José Luis Ortega Vidal
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En el puerto de Veracruz el humor es lo último que moriría si los grupos delictivos tomaran la decisión de terminar –de plano- con toda señal de vida en la ciudad más hermosa del mundo.
Allí, mientras degustaba unos tacos del estadio, fui testigo de una conversación de suma importancia que he decidido compartir.
Mientras pedía dos de cachete y tres de costilla –con todo- un hombre regordete le comentó a otro comensal:
- Acabo de estar en otra balacera.
- Hubo una a las dos de la tarde.
- Sí, esa fue leve; la de las ocho de la noche duró como veinte minutos. Fue en Soriana. Unos soldados compraban en la farmacia y fueron atacados por una banda. Hubo respuesta y persecución y tal vez heridos; no lo sé.
- ¿Dónde? Terció una dama que había solicitado un titán de piña mientras terminaba los primeros cuatro y ordenaba dos más…!de buche por favor!
- En el Soriana de…-inaudible-…
- Y la señora sacó el celular y entre taco y taco preguntó por la familia: ¿Y Dora…?...¿Luis….? ¿Estás segura que no escucharon nada? ¿Aquí me están platicando…sí, aquí en los tacos; aquí estoy, en un rato llego…
La plática transcurría a las 21:30 horas. El testigo de la balacera en Soriana pidió cuatro más y el nuevo Titán; ahora de fresa.
- ¿De qué jefe?
- Uno de cuerito, uno surtida y uno de cachete.
- Yo estuve allí, volvió platicar. Los soldados de la farmacia fueron los atacados y respondieron pero no ví si los lastimaron o no. Nos escondimos todos; ya sabes, al suelo…pasaron varios minutos y luego la corretiza
- Coño, loco, hay que proponerle al gobierno que ponga en marcha el programa: ¡Un día sin balacera!
Es más, los de Soriana, Chedraui y los otros podrían poner ofertas mensuales como “Julio Regalado”. Sería “Agosto sin balas” y ya sabemos que en ese mes vamos a comprar sin bronca…
- Cuatro para rematar y diez para llevar, por favor.
- ¡De….!
- De cuerito y cachete para comer aquí; y de maciza y surtido para llevar.
- ¡Van mi gordito…!
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