Columna: CON RUMBO AL SUR…
Por Angel Gabriel FERNÁNDEZ
Estamos a pocos días de que se termine el mes de marzo. El mes de los brujos, dicen unos; el mes de la superstición para otros.
El primer viernes de marzo se llevan a cabo diversos ritos como el de la iniciación de los culebreros. Es el mes, también, cuando las víboras cambian de piel, cuando hay que sahumar las casas para ahuyentar las malas vibras. Por eso quizá dicen que febrero loco y marzo otro poco.
Y es que a propósito de mitos y ritos, da gusto que en la región haya especialistas en atender estos casos, como el licenciado Joel Ferat Avila, autor del interesante libro “Las Siete”, en el cual –según el prólogo de Jaime Velázquez Rosado—da a conocer las distintas y varias formas curiosas en que a través del tiempo interviene el número siete en distintos aspectos del desarrollo del devenir del hombre.
“Las Siete” constituye una recordación no exhaustiva –son 85 páginas—pero sí plural y variada de temas en los que tiene que ver y en los que interviene el número siete que entre los egipcios era símbolo de vida.
Es admirable la obra del licenciado Joel Ferat. Para escribir el pequeño libro se sumergió durante horas y horas en su biblioteca particular. El profesionista originario de Cosamaloapan –que de niño comía puro “arro y pesca’o” como dicen los cuenqueños—tiene une férrea disciplina para investigar y escribir: se levanta a las 4 de la mañana a escudriñar entre sus libros. Luego, para envidia de muchos chamacos, diariamente se revienta dos o tres tequilas con su amigo Emigdio Acosta y luego se va a descansar. Es el secreto de la longevidad: libros, sabiduría y no excederse en nada. Todos los excesos son peligrosos.
El siete es un número que llama la atención a sabios y a legos: así como al licenciado Joel Ferat Avila le llamó la atención y se puso a investigar sobre él, el grupo musical “Los Siete Latinos” de Catemaco (la tierra, esa sí, de los brujos) hizo popular una canción que dice más o menos: “Siete son, los Siete Latinos; siete son, las maravillas del mundo; siete son, las mujeres que nos tocan…qué misterio Tata Dios, le pusiste al número siete”.
Siete son los pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
El autor del libro explica cada pecado; descubre también que la palabra ira aparece 207 veces citada en La Biblia. Respecto a la palabra envidia, el autor revela que fue encontrada por primera vez en el idioma castellano entre los años 1220 y 1250. En cuanto a la pereza, dice que la Biblia la retrata así en Proverbios 15:19: “el camino del flojo está sembrado de espinas; el sendero de los diligentes es un camino amplio”.
Siete son las palabras (en realidad son frases) que dijo Jesucristo cuando estaba en la cruz: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen; En verdad os digo, que hoy estarás conmigo en el Paraíso; Mujer ahí tienes a tu hijo; hijo, he ahí a tu madre; Dios mío ¿por qué me has desamparado?; Tengo sed; Todo se ha consumado; Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Siete eran los sabios de Grecia: Tales de Mileto, Quilón de Lacedemonia, Pitaco de Mitilene, Bias de Priene, Cleóbulo de Lindos, Periandro de Corinto y Solón de Atenas.
Eran siete las maravillas del mundo antiguo: Pirámides de Egipto, jardines colgantes de Babilonia, el sepulcro del rey Mausolo, el templo de Diana en Efeso, la estatua de Júpiter Olímpico, el Coloso de Rodas y el faro de Alajendría.
Las siete maravillas del mundo moderno son: la muralla China, la tumbas de Petra, el Cristo Concorvado, la ruinas de Machu-Pichu, el Coliseo de Roma, las pirámides de Chichén Itzá y el Tak Mahal.
Siete son los días de la semana. Al respecto, el licenciado Ferat Avila da detalles precisos y novedosos acerca de los días se la semana. Por ejemplo, acerca del domingo dice que entre los romanos era el día consagrado al Sol. En inglés, domingo es sunday y en alemán sonn-tag: día del sol.
Los datos investigados por el autor de “Las Siete”, revelan que Filón hizo notar que la suma de los números 1+2+3+4+5+6+7, da como resultado el total del ciclo lunar: 28. En China las fiestas populares tienen lugar los días 7; la lira tiene 7 cuerdas; son 7 las notas musicales; son 7 los colores delo arcoíris. La Biblia dice que 77 veces perdonarás a tu hermano.
En México hubo un grupo de intelectuales a los que se llama “Los Siete Sabios”; ellos eran: Manuel Gómez Morín, Vicente Lombardo Toledano, Teófilo Olea, Alfonso Caso, Alberto Vázquez del Mercado, Antonio Castro Leal y Jesús Moreno Baca.
El escritor Joel Ferat Avila concluye su libro con la siguiente anécdota: se trata de una reseña bibliográfica enviada a Arthur Coestler, tras la publicación de su libro “Las Raíces del Azar”, en 1973. El autor de la carta, Antonio S. Clancy, dice lo siguiente: “nací el 7 día de la semana, el séptimo día del mes, el séptimo mes del año, el séptimo año del siglo. Fui el sétimo hijo y tuve siete hermanos. Hasta ahí van siete sietes. En mi vigésimo cumpleaños, cuando consulté el programa de las carreras para elegir un ganador, el caballo número siete se llamaba séptimo cielo. Las apuestas estaban siete a uno- Jugué siete chelines al caballo y entró en séptimo lugar”.
Así como este libro, el abogado radicado en Acayucan tiene otros muy interesantes. Como para leerlos en un domingo aunque sea el séptimo día de la semana.
Joel Ferat Avila sigue investigando, sigue escribiendo. Hay que esperar sus ensayos, quizá una novela y su biografía.
Pocos profesionistas han escrito tanto.
Ya tiene Joel Ferat un lugar en la cultura acayuqueña.Angel Gabriel FERNÁNDEZ
Estamos a pocos días de que se termine el mes de marzo. El mes de los brujos, dicen unos; el mes de la superstición para otros.
El primer viernes de marzo se llevan a cabo diversos ritos como el de la iniciación de los culebreros. Es el mes, también, cuando las víboras cambian de piel, cuando hay que sahumar las casas para ahuyentar las malas vibras. Por eso quizá dicen que febrero loco y marzo otro poco.
Y es que a propósito de mitos y ritos, da gusto que en la región haya especialistas en atender estos casos, como el licenciado Joel Ferat Avila, autor del interesante libro “Las Siete”, en el cual –según el prólogo de Jaime Velázquez Rosado—da a conocer las distintas y varias formas curiosas en que a través del tiempo interviene el número siete en distintos aspectos del desarrollo del devenir del hombre.
“Las Siete” constituye una recordación no exhaustiva –son 85 páginas—pero sí plural y variada de temas en los que tiene que ver y en los que interviene el número siete que entre los egipcios era símbolo de vida.
Es admirable la obra del licenciado Joel Ferat. Para escribir el pequeño libro se sumergió durante horas y horas en su biblioteca particular. El profesionista originario de Cosamaloapan –que de niño comía puro “arro y pesca’o” como dicen los cuenqueños—tiene une férrea disciplina para investigar y escribir: se levanta a las 4 de la mañana a escudriñar entre sus libros. Luego, para envidia de muchos chamacos, diariamente se revienta dos o tres tequilas con su amigo Emigdio Acosta y luego se va a descansar. Es el secreto de la longevidad: libros, sabiduría y no excederse en nada. Todos los excesos son peligrosos.
El siete es un número que llama la atención a sabios y a legos: así como al licenciado Joel Ferat Avila le llamó la atención y se puso a investigar sobre él, el grupo musical “Los Siete Latinos” de Catemaco (la tierra, esa sí, de los brujos) hizo popular una canción que dice más o menos: “Siete son, los Siete Latinos; siete son, las maravillas del mundo; siete son, las mujeres que nos tocan…qué misterio Tata Dios, le pusiste al número siete”.
Siete son los pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
El autor del libro explica cada pecado; descubre también que la palabra ira aparece 207 veces citada en La Biblia. Respecto a la palabra envidia, el autor revela que fue encontrada por primera vez en el idioma castellano entre los años 1220 y 1250. En cuanto a la pereza, dice que la Biblia la retrata así en Proverbios 15:19: “el camino del flojo está sembrado de espinas; el sendero de los diligentes es un camino amplio”.
Siete son las palabras (en realidad son frases) que dijo Jesucristo cuando estaba en la cruz: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen; En verdad os digo, que hoy estarás conmigo en el Paraíso; Mujer ahí tienes a tu hijo; hijo, he ahí a tu madre; Dios mío ¿por qué me has desamparado?; Tengo sed; Todo se ha consumado; Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Siete eran los sabios de Grecia: Tales de Mileto, Quilón de Lacedemonia, Pitaco de Mitilene, Bias de Priene, Cleóbulo de Lindos, Periandro de Corinto y Solón de Atenas.
Eran siete las maravillas del mundo antiguo: Pirámides de Egipto, jardines colgantes de Babilonia, el sepulcro del rey Mausolo, el templo de Diana en Efeso, la estatua de Júpiter Olímpico, el Coloso de Rodas y el faro de Alajendría.
Las siete maravillas del mundo moderno son: la muralla China, la tumbas de Petra, el Cristo Concorvado, la ruinas de Machu-Pichu, el Coliseo de Roma, las pirámides de Chichén Itzá y el Tak Mahal.
Siete son los días de la semana. Al respecto, el licenciado Ferat Avila da detalles precisos y novedosos acerca de los días se la semana. Por ejemplo, acerca del domingo dice que entre los romanos era el día consagrado al Sol. En inglés, domingo es sunday y en alemán sonn-tag: día del sol.
Los datos investigados por el autor de “Las Siete”, revelan que Filón hizo notar que la suma de los números 1+2+3+4+5+6+7, da como resultado el total del ciclo lunar: 28. En China las fiestas populares tienen lugar los días 7; la lira tiene 7 cuerdas; son 7 las notas musicales; son 7 los colores delo arcoíris. La Biblia dice que 77 veces perdonarás a tu hermano.
En México hubo un grupo de intelectuales a los que se llama “Los Siete Sabios”; ellos eran: Manuel Gómez Morín, Vicente Lombardo Toledano, Teófilo Olea, Alfonso Caso, Alberto Vázquez del Mercado, Antonio Castro Leal y Jesús Moreno Baca.
El escritor Joel Ferat Avila concluye su libro con la siguiente anécdota: se trata de una reseña bibliográfica enviada a Arthur Coestler, tras la publicación de su libro “Las Raíces del Azar”, en 1973. El autor de la carta, Antonio S. Clancy, dice lo siguiente: “nací el 7 día de la semana, el séptimo día del mes, el séptimo mes del año, el séptimo año del siglo. Fui el sétimo hijo y tuve siete hermanos. Hasta ahí van siete sietes. En mi vigésimo cumpleaños, cuando consulté el programa de las carreras para elegir un ganador, el caballo número siete se llamaba séptimo cielo. Las apuestas estaban siete a uno- Jugué siete chelines al caballo y entró en séptimo lugar”.
Así como este libro, el abogado radicado en Acayucan tiene otros muy interesantes. Como para leerlos en un domingo aunque sea el séptimo día de la semana.
Joel Ferat Avila sigue investigando, sigue escribiendo. Hay que esperar sus ensayos, quizá una novela y su biografía.
Pocos profesionistas han escrito tanto.
Ya tiene Joel Ferat un lugar en la cultura acayuqueña.
Por Angel Gabriel FERNÁNDEZ
Estamos a pocos días de que se termine el mes de marzo. El mes de los brujos, dicen unos; el mes de la superstición para otros.
El primer viernes de marzo se llevan a cabo diversos ritos como el de la iniciación de los culebreros. Es el mes, también, cuando las víboras cambian de piel, cuando hay que sahumar las casas para ahuyentar las malas vibras. Por eso quizá dicen que febrero loco y marzo otro poco.
Y es que a propósito de mitos y ritos, da gusto que en la región haya especialistas en atender estos casos, como el licenciado Joel Ferat Avila, autor del interesante libro “Las Siete”, en el cual –según el prólogo de Jaime Velázquez Rosado—da a conocer las distintas y varias formas curiosas en que a través del tiempo interviene el número siete en distintos aspectos del desarrollo del devenir del hombre.
“Las Siete” constituye una recordación no exhaustiva –son 85 páginas—pero sí plural y variada de temas en los que tiene que ver y en los que interviene el número siete que entre los egipcios era símbolo de vida.
Es admirable la obra del licenciado Joel Ferat. Para escribir el pequeño libro se sumergió durante horas y horas en su biblioteca particular. El profesionista originario de Cosamaloapan –que de niño comía puro “arro y pesca’o” como dicen los cuenqueños—tiene une férrea disciplina para investigar y escribir: se levanta a las 4 de la mañana a escudriñar entre sus libros. Luego, para envidia de muchos chamacos, diariamente se revienta dos o tres tequilas con su amigo Emigdio Acosta y luego se va a descansar. Es el secreto de la longevidad: libros, sabiduría y no excederse en nada. Todos los excesos son peligrosos.
El siete es un número que llama la atención a sabios y a legos: así como al licenciado Joel Ferat Avila le llamó la atención y se puso a investigar sobre él, el grupo musical “Los Siete Latinos” de Catemaco (la tierra, esa sí, de los brujos) hizo popular una canción que dice más o menos: “Siete son, los Siete Latinos; siete son, las maravillas del mundo; siete son, las mujeres que nos tocan…qué misterio Tata Dios, le pusiste al número siete”.
Siete son los pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
El autor del libro explica cada pecado; descubre también que la palabra ira aparece 207 veces citada en La Biblia. Respecto a la palabra envidia, el autor revela que fue encontrada por primera vez en el idioma castellano entre los años 1220 y 1250. En cuanto a la pereza, dice que la Biblia la retrata así en Proverbios 15:19: “el camino del flojo está sembrado de espinas; el sendero de los diligentes es un camino amplio”.
Siete son las palabras (en realidad son frases) que dijo Jesucristo cuando estaba en la cruz: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen; En verdad os digo, que hoy estarás conmigo en el Paraíso; Mujer ahí tienes a tu hijo; hijo, he ahí a tu madre; Dios mío ¿por qué me has desamparado?; Tengo sed; Todo se ha consumado; Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Siete eran los sabios de Grecia: Tales de Mileto, Quilón de Lacedemonia, Pitaco de Mitilene, Bias de Priene, Cleóbulo de Lindos, Periandro de Corinto y Solón de Atenas.
Eran siete las maravillas del mundo antiguo: Pirámides de Egipto, jardines colgantes de Babilonia, el sepulcro del rey Mausolo, el templo de Diana en Efeso, la estatua de Júpiter Olímpico, el Coloso de Rodas y el faro de Alajendría.
Las siete maravillas del mundo moderno son: la muralla China, la tumbas de Petra, el Cristo Concorvado, la ruinas de Machu-Pichu, el Coliseo de Roma, las pirámides de Chichén Itzá y el Tak Mahal.
Siete son los días de la semana. Al respecto, el licenciado Ferat Avila da detalles precisos y novedosos acerca de los días se la semana. Por ejemplo, acerca del domingo dice que entre los romanos era el día consagrado al Sol. En inglés, domingo es sunday y en alemán sonn-tag: día del sol.
Los datos investigados por el autor de “Las Siete”, revelan que Filón hizo notar que la suma de los números 1+2+3+4+5+6+7, da como resultado el total del ciclo lunar: 28. En China las fiestas populares tienen lugar los días 7; la lira tiene 7 cuerdas; son 7 las notas musicales; son 7 los colores delo arcoíris. La Biblia dice que 77 veces perdonarás a tu hermano.
En México hubo un grupo de intelectuales a los que se llama “Los Siete Sabios”; ellos eran: Manuel Gómez Morín, Vicente Lombardo Toledano, Teófilo Olea, Alfonso Caso, Alberto Vázquez del Mercado, Antonio Castro Leal y Jesús Moreno Baca.
El escritor Joel Ferat Avila concluye su libro con la siguiente anécdota: se trata de una reseña bibliográfica enviada a Arthur Coestler, tras la publicación de su libro “Las Raíces del Azar”, en 1973. El autor de la carta, Antonio S. Clancy, dice lo siguiente: “nací el 7 día de la semana, el séptimo día del mes, el séptimo mes del año, el séptimo año del siglo. Fui el sétimo hijo y tuve siete hermanos. Hasta ahí van siete sietes. En mi vigésimo cumpleaños, cuando consulté el programa de las carreras para elegir un ganador, el caballo número siete se llamaba séptimo cielo. Las apuestas estaban siete a uno- Jugué siete chelines al caballo y entró en séptimo lugar”.
Así como este libro, el abogado radicado en Acayucan tiene otros muy interesantes. Como para leerlos en un domingo aunque sea el séptimo día de la semana.
Joel Ferat Avila sigue investigando, sigue escribiendo. Hay que esperar sus ensayos, quizá una novela y su biografía.
Pocos profesionistas han escrito tanto.
Ya tiene Joel Ferat un lugar en la cultura acayuqueña.Angel Gabriel FERNÁNDEZ
Estamos a pocos días de que se termine el mes de marzo. El mes de los brujos, dicen unos; el mes de la superstición para otros.
El primer viernes de marzo se llevan a cabo diversos ritos como el de la iniciación de los culebreros. Es el mes, también, cuando las víboras cambian de piel, cuando hay que sahumar las casas para ahuyentar las malas vibras. Por eso quizá dicen que febrero loco y marzo otro poco.
Y es que a propósito de mitos y ritos, da gusto que en la región haya especialistas en atender estos casos, como el licenciado Joel Ferat Avila, autor del interesante libro “Las Siete”, en el cual –según el prólogo de Jaime Velázquez Rosado—da a conocer las distintas y varias formas curiosas en que a través del tiempo interviene el número siete en distintos aspectos del desarrollo del devenir del hombre.
“Las Siete” constituye una recordación no exhaustiva –son 85 páginas—pero sí plural y variada de temas en los que tiene que ver y en los que interviene el número siete que entre los egipcios era símbolo de vida.
Es admirable la obra del licenciado Joel Ferat. Para escribir el pequeño libro se sumergió durante horas y horas en su biblioteca particular. El profesionista originario de Cosamaloapan –que de niño comía puro “arro y pesca’o” como dicen los cuenqueños—tiene une férrea disciplina para investigar y escribir: se levanta a las 4 de la mañana a escudriñar entre sus libros. Luego, para envidia de muchos chamacos, diariamente se revienta dos o tres tequilas con su amigo Emigdio Acosta y luego se va a descansar. Es el secreto de la longevidad: libros, sabiduría y no excederse en nada. Todos los excesos son peligrosos.
El siete es un número que llama la atención a sabios y a legos: así como al licenciado Joel Ferat Avila le llamó la atención y se puso a investigar sobre él, el grupo musical “Los Siete Latinos” de Catemaco (la tierra, esa sí, de los brujos) hizo popular una canción que dice más o menos: “Siete son, los Siete Latinos; siete son, las maravillas del mundo; siete son, las mujeres que nos tocan…qué misterio Tata Dios, le pusiste al número siete”.
Siete son los pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
El autor del libro explica cada pecado; descubre también que la palabra ira aparece 207 veces citada en La Biblia. Respecto a la palabra envidia, el autor revela que fue encontrada por primera vez en el idioma castellano entre los años 1220 y 1250. En cuanto a la pereza, dice que la Biblia la retrata así en Proverbios 15:19: “el camino del flojo está sembrado de espinas; el sendero de los diligentes es un camino amplio”.
Siete son las palabras (en realidad son frases) que dijo Jesucristo cuando estaba en la cruz: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen; En verdad os digo, que hoy estarás conmigo en el Paraíso; Mujer ahí tienes a tu hijo; hijo, he ahí a tu madre; Dios mío ¿por qué me has desamparado?; Tengo sed; Todo se ha consumado; Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Siete eran los sabios de Grecia: Tales de Mileto, Quilón de Lacedemonia, Pitaco de Mitilene, Bias de Priene, Cleóbulo de Lindos, Periandro de Corinto y Solón de Atenas.
Eran siete las maravillas del mundo antiguo: Pirámides de Egipto, jardines colgantes de Babilonia, el sepulcro del rey Mausolo, el templo de Diana en Efeso, la estatua de Júpiter Olímpico, el Coloso de Rodas y el faro de Alajendría.
Las siete maravillas del mundo moderno son: la muralla China, la tumbas de Petra, el Cristo Concorvado, la ruinas de Machu-Pichu, el Coliseo de Roma, las pirámides de Chichén Itzá y el Tak Mahal.
Siete son los días de la semana. Al respecto, el licenciado Ferat Avila da detalles precisos y novedosos acerca de los días se la semana. Por ejemplo, acerca del domingo dice que entre los romanos era el día consagrado al Sol. En inglés, domingo es sunday y en alemán sonn-tag: día del sol.
Los datos investigados por el autor de “Las Siete”, revelan que Filón hizo notar que la suma de los números 1+2+3+4+5+6+7, da como resultado el total del ciclo lunar: 28. En China las fiestas populares tienen lugar los días 7; la lira tiene 7 cuerdas; son 7 las notas musicales; son 7 los colores delo arcoíris. La Biblia dice que 77 veces perdonarás a tu hermano.
En México hubo un grupo de intelectuales a los que se llama “Los Siete Sabios”; ellos eran: Manuel Gómez Morín, Vicente Lombardo Toledano, Teófilo Olea, Alfonso Caso, Alberto Vázquez del Mercado, Antonio Castro Leal y Jesús Moreno Baca.
El escritor Joel Ferat Avila concluye su libro con la siguiente anécdota: se trata de una reseña bibliográfica enviada a Arthur Coestler, tras la publicación de su libro “Las Raíces del Azar”, en 1973. El autor de la carta, Antonio S. Clancy, dice lo siguiente: “nací el 7 día de la semana, el séptimo día del mes, el séptimo mes del año, el séptimo año del siglo. Fui el sétimo hijo y tuve siete hermanos. Hasta ahí van siete sietes. En mi vigésimo cumpleaños, cuando consulté el programa de las carreras para elegir un ganador, el caballo número siete se llamaba séptimo cielo. Las apuestas estaban siete a uno- Jugué siete chelines al caballo y entró en séptimo lugar”.
Así como este libro, el abogado radicado en Acayucan tiene otros muy interesantes. Como para leerlos en un domingo aunque sea el séptimo día de la semana.
Joel Ferat Avila sigue investigando, sigue escribiendo. Hay que esperar sus ensayos, quizá una novela y su biografía.
Pocos profesionistas han escrito tanto.
Ya tiene Joel Ferat un lugar en la cultura acayuqueña.
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