Evidente son los tremendos golpes que, en diferentes partes del cuerpo, recibió Edgar Jair López.
Intentaron ejecutarlo, pero la bala le rozó la cabeza al haber hecho un movimiento intempestivo.
El coche de Diario del Istmo quedó a un lado de la gasolinera, con las llaves puestas y las luces encendidas, al haber sido bajado el comunicador a golpes por policías municipales de Oluta que se encapucharon. 
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