LA MANGA
Febrero 16, 2016
Un fenómeno que se aprecia
en este proceso político que vive Veracruz y que definirá a la persona que
ocupe la gubernatura por los próximos dos años es el tema generacional. La
dinámica de la historia y del funcionamiento de la política así nos lo hace
ver; a las renovaciones gubernamentales siempre le acompañan figuras que
emergen no sólo por la afinidad con quien encabeza un proyecto sino por
pertenecer a la siguiente generación. Cuando llega el momento del próximo
proceso político esa generación de soporte o acompañamiento es la que
protagonizará la disputa por el poder y aquellos que suman mayor edad tendrán
cada vez más dificultad para mantenerse en los primeros planos. Esa dinámica a
la que me he venido refiriendo es tan vertiginosa que usualmente se aprecia que
la generación anterior poco a poco va quedando relegada hasta desaparecer.
En Veracruz está pasando
algo que no concuerda con lo anteriormente enunciado.
Los punteros de la sucesión
estatal empezando por Héctor Yunes, de la generación del 58, si obtiene la
mayoría de votos sustituirá a un gobernador nacido en 1973 con una
diferencia de edades de 15 años. Por
otra parte, Miguel Angel Yunes, nacido en 1952, le llevaría a su antecesor 21
años. Y si agregamos a Armando Méndez de la Luz, de Movimiento Ciudadano, del
año 1951, se estaría hablando de 22 años de diferencia de aquél a quien
pretende relevar.
Estos personajes, más
quienes los secundan porque la política es de equipos y en México se
caracterizan por estar compuestos generalmente del factor generacional, fueron
puenteados por la circunstancia que los omitió pero conservaron espacios de
representación que los mantuvieron vigentes y es por ello que en este proceso
político están insertos sin que el tema de las edades sea considerado por la
sociedad como un factor negativo, ni siquiera visto como algo que motive a la
reflexión.
Pareciera que la generación
nacida en los 70s u 80s no estuvo a la altura de las expectativas de los
veracruzanos y lo que es más, pareciera también que los miembros de ellas
fueron o serán barridos por la vertiginosa dinámica a que ya se ha hecho
referencia. Ante la exigencia de las sociedades de que sus gobiernos reflejen
lo que sucede, si éstos no se pueden comunicar con aquellas en la definición y
en la solución de sus problemas no se verá ni se respirará armonía social, pero
no por eso se piense que es suficiente el manejo de los gadgets –y aquí
incluimos a las redes sociales- para ser
un buen gobernante, ni que las fórmulas que fueron buenas en el pasado se
insertarán fácilmente en los nuevos fenómenos que observamos en las sociedades
de nuestros días.
En otro tema, en el Partido
Encuentro Social, el Secretario General del Comité Estatal, Juan José García,
hizo un llamado de atención al Presidente Gonzalo Guízar, diciéndole en pocas
palabras, que no se adelante cuando todavía ni candidatos hay, ni procure
acercamientos sin tomar en cuenta a la militancia, que su actuar lo apegue a la
normatividad y a los acuerdos internos que se tomen. Quién sabe si la decisión
de que sea una mujer postulada por el PES, la que busque la gubernatura, será
parte de esos acuerdos internos.
BOQUELUMBRE
“No caigan en la tentación
de dar viejas respuestas a las nuevas demandas”.
Jorge Mario Bergoglio
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