*** El fuerte y penetrante
olor a gas ya había provocado dolor de cabeza y vómito a los vecinos de la
calle Cenzontle, en la colonia Tarimoya I.
Veracruz.-
Decenas de ciudadanos,
vecinos de la calle Cenzontle, de la colonia Tarimoya I, en este puerto de Veracruz,
vivieron momentos de pánico, al soltarse un fuerte y penetrante olor a gas.
Bomberos y Protección Civil desactivaron la "bomba".
Serían como las nueve de la
noche del día 30 de enero. Vecinos de la calle Zenzontle empezaron a recorrer
dicha avenida para ver de dónde salía ese fuerte y penetrante olor a gas. Con
el miedo reflejado en los rostros recorrieron uno a uno los domicilios.
Al no encontrar la fuente de
dicho olor, que cada vez se hacía más fuerte, decidieron llamar al cuerpo de
bomberos locales a cargo de Gregorio Mendoza y el de Protección Civil,
coordinado por Luis Cisneros Tejeda.
Al buscar estos elementos la
fuente del penetrante olor, que ya estaba provocando dolores de cabeza y ganas
de vomitar en los vecinos, recorrieron la calle Cenzontle y encontraron que el
olor a gas salía de una herrería, propiedad de Gregorio García Ortega, a quien
vecinos llamaron, pero debido al alto grado de ebriedad en que se encontraba se
negaba a acudir a su negocio y abrir.
Teniendo los mismos vecinos
que acudir a la casa de Gregorio García para obligarlo a abrir y que los
elementos de bomberos y PC revisaran.
Luego de que el dueño de la
herrería, que trabajosamente logró abrir su negocio, entraron los elementos de
bomberos y protección civil.
Revisaron el interior de
dicho local, encontrando que un tanque de 500 kilos de gas LP era el causante
de provocar ese fuerte olor a gas. Según explicó el titular de PC de Veracruz,
Luis Cisneros, con conciencia o sin ella, el dueño de la herrería le había
echado agua al depósito de gas, provocando la activación de un químico, que
soltó ese fuerte olor a gas.
Expresó que no había riesgo
de alguna explosión, sin embargo la exposición a dicho gas podría provocar
dolor de cabeza, náuseas y sentir la sensación de que los ojos se salen de sus
cuencas, por lo que era urgente desactivar la reacción del citado químico.
Manifestando que se le
pondría cloro al depósito de gas y de esa manera dejara de despedir el olor a
gas. Aunque el agua que contenía el tanque debería, el día lunes, ser enterrada
a unos tres metros de profundidad en un lugar despoblado para evitar problemas
de salud y contaminación.
Indicó el jefe de Protección
Civil que el dueño de la herrería sería citado a la base de ese cuerpo de
seguridad para darle las instrucciones de como debía proceder con el contenido
del tanque.
En caso de no acudir, el
martes le sería clausurado su negocio. Aunque por el problema y susto provocado
a los vecinos sería sujeto a una sanción por lo menos administrativa.
Siendo de esa manera que los
vecinos de la calle Cenzontle, entre Azulejo y Canarios de la colonia Tarimoya
I, se quedaron tranquilos, pues se encontraban muy temerosos que ocurriera una
explosión como la del Dique de la ciudad capital de Xalapa o como la de México,
en la instancia infantil de Cuajimalpa.
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