jueves, 5 de junio de 2014

Michoacán sigue en guerra

José Gil Olmos

Mireles durante el Encuentro Nacional de Autodefensas. Foto: Germán Canseco
Mireles durante el Encuentro Nacional de Autodefensas.
Foto: Germán Canseco

El líder de las autodefensas michoacanas, José Manuel Mireles, desmiente rotundamente al presidente Enrique Peña Nieto, al secretario de Gobernación y al comisionado Castillo: en Michoacán no hay paz, “seguimos en guerra”. Ante un público de estudiantes y profesores universitarios y en entrevista con Proceso, el médico de Tepalcatepec desglosó la situación de una entidad copada por el crimen organizado, donde las autoridades desarman a los ciudadanos que se defienden y no a los criminales. Para Mireles, la supuesta pacificación del estado es una campaña mediática con el fin de apaciguar a los inversionistas extranjeros que pretenden el petróleo mexicano.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- José Manuel Mireles desmiente al presidente Enrique Peña Nieto y al comisionado gubernamental Alfredo Castillo, quienes afirman que Michoacán ya está apaciguado. Sostiene en cambio que en esa entidad hay una guerra en la cual han muerto 160 templarios y 14 autodefensas, y advierte: el gobierno está creando una farsa, parte de una estrategia mediática para aparentar paz en el extranjero y poder vender el petróleo a los inversionistas internacionales.
Consultado sobre las más recientes declaraciones del gobierno federal, acerca de que Michoacán ya está tranquilo, Mireles sostiene que al parecer “esa es la condición obligada para poder vender el petróleo mexicano” en los mercados internacionales.
“Primero tendrían que pacificar Michoacán. Si no, no hay trato. Por eso tienen que difundir pública y mediáticamente que ya pacificaron el estado”, explica a Proceso Mireles, quien aún se dice coordinador general de las autodefensas en 34 de 36 municipios donde tienen presencia.
Ante alrededor de mil estudiantes y profesores de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), plantel Iztapalapa, Mireles recordó el jueves 29 la reunión de Davos a la cual asistió Peña Nieto el 22 de enero, cuya participación en el tema económico fue opacada por los cuestionamientos de la violencia e inseguridad en Michoacán.
“Castillo acabó la guerra mediáticamente porque en Davos estaba ofreciendo Peña Nieto los recursos minerales y el petróleo al mejor postor. Los compradores le dijeron que compraban lo que vendía pero que primero pacificara Michoacán.
“Esa fue la respuesta, (pero) Michoacán no se ha pacificado realmente, sigue siendo un infierno, anteayer hubo siete ejecutados, ayer un juez libera al caballero templario llamado H-24; el día en que Castillo dijo ‘tenemos 100 días de que venimos a pacificar Michoacán y ya lo hemos logrado’, ese día hubo 28 ejecutados. En la prensa dicen que ya pacificaron, pero nosotros seguimos enterrando a nuestros muertos y a veces ni pedacitos hallamos, eso es todos los días…”
Fragmento de la entrevista que se publica en la edición 1961 de la revista Proceso, actualmente en circulación.

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