jueves, 29 de mayo de 2014

Gina Domínguez, la gran embaucadora

Armando Ortiz

El Hijo Pródigo

jueves, 29 de mayo de 2014

 Como si de una decadente ave Fénix se tratara, Gina Domínguez prepara su “regreso triunfal”. Resulta que con la ayuda del secretario de Salud, Juan Antonio Nemi Dib, la malograda exvocera del gobierno estatal y actual secretaria Técnica de la isla Barataria, intenta vender la idea al senador Pepe Yunes, de que ella es la persona idónea para manejar “de manera profesional” los asuntos de prensa del mil veces anunciado próximo candidato del PRI a la gubernatura del estado.
Llama la atención que el secretario de Salud, tan disciplinado y profesional, haya utilizado su cercanía con el senador Pepe Yunes para acercar a esta siniestra dama con un personaje que, hasta el momento, se ha manejado dentro de la honestidad y del trabajo. Pero no se puede culpar a Toño Nemi, pues aunque es funcionario de primer nivel del gobierno de Javier Duarte, resultó ser el más fiel del grupo de los “Ginos”; claro, en su altar más bajo todavía tiene a su jefe, el gobernador.
La culpa la tienen también algunos pronosticadores profesionales, quienes para llamar la atención del senador vaticinan a los cuatro vientos que el próximo candidato del PRI a la gubernatura es Pepe Yunes; y lo gritan como si descubrieran el hilo negro, como si tuvieran una bola de cristal que les dictara el porvenir. Por ello son muchos ya los que se quieren subir al carro del senador para correr con él la misma suerte.
Arribistas, vividores, succionadores profesionales, chayoteros, políticos zombis, traidores, “reinis”, toda esa fauna nociva tiene como objetivo, en lo que queda del sexenio, de encontrarse con el senador para que éste los considere parte de su equipo de campaña; bueno, no le extrañe que en unos meses Fidel Herrera, quien le jugara a las contras a Pepe Yunes en su primer intento por llegar al senado, se proclame también el más “yunista” de todos.
Uno esperaría que el senador Pepe Yunes, avezado en las artes políticas, se diera cuenta de inmediato de la clase de sujetos que se quieren montar a su próxima campaña, pero los embaucadores se valen de muchas mañas para conseguir sus fines.
De momento el senador niega que haya aceptado a “Gina de Arco” en su equipo; por supuesto el ofrecimiento se hizo. Para conseguir sus fines la señora Domínguez hasta le ofreció su “búnker informativo”, un edificio en la avenida Orizaba de Xalapa en donde tiene ya instalados estudios de radio y televisión, oficinas de prensa y una agencia de fotografía; vale señalar que toda esa inversión es el resultado de cuatro años de “duro trabajo” en las oficinas de Comunicación Social.
La relación actual del gobierno con la prensa va de muestra para asegurar que la señora Gina Domínguez realizó un trabajo pésimo en los cuatro años que estuvo de vocera. Ella, como buena mercachifle, se ha vendido como la novena maravilla del mundo del periodismo. Después de salir huyendo de Quintana Roo en la cajuela de un auto, a la primera que embaucó en Veracruz fue a Rosa Borunda; a pesar de ello siempre declaraba su buena relación con la entonces primera dama. Después de ello se le metió hasta en la sopa al candidato a gobernador Javier Duarte, quien dejó hacer a Gina lo que quisiera, mientras ésta fungía como su vocera; un gran mérito tiene la actual primera dama, Karime Macías, ella nunca se dejó embaucar por Gina, antes bien, era la única que le marcaba el alto. No extrañaría que de llegarse a encumbrar nuevamente, madame Gina quiera cobrar incluso al actual gobernador y a su esposa, cuentas pendientes que sólo germinan en su rencor.
Ya ha empezado la señora Domínguez a buscar a sus incondicionales, ese grupúsculo de periodistas a quienes les dictaba la columna para que se sumen al proyecto de embaucar a otro gobernador. Por cierto, esos columnistas ansían el regreso de madame Gina, pues ante la ausencia de su proveedora algunos se han visto obligados a practicar el periodismo de extorsión, cuya premisa es “señor secretario, si me pagas, no te pego”.
 Gina Domínguez sólo espera que el senador Pepe Yunes le ofrezca cualquier espacio, le preste un poco de atención, porque en adelante ella, como plaga, se extenderá; como mala yerba se posesionará de todo el terreno y en poco tiempo desplazará a los verdaderos “yunistas”, a los que siempre han estado con el senador Pepe Yunes, los que se la han rifado con él, los que padecieron el ostracismo de la “Fidelidad” y se mantuvieron de pie.
 El regreso de Gina me recuerda la telenovela que protagonizara Lucia Méndez, donde una mujer quemada en la hoguera (Gina de Arco), regresa en otra época para saldar cuentas pendientes. La canción de esta telenovela, escrita por Juan Gabriel, describe muy bien el presente trance de la señora Gina Domínguez: “Es un alma en pena que va a arrastrando cadenas, que condenas”.

Armando Ortiz aortiz52@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario