sábado, 5 de abril de 2014

La elite priista de Veracruz se reparte el poder. Y se queda con hacha, calabaza y miel



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•El reparto del poder
•Dueños de todo

Por Luis Velázquez/ Escenarios

Veracruz. 5 de abril de 2014.-

La élite priista de Veracruz se reparte en el poder. Y se queda con hacha, calabaza y miel.

Por ejemplo, en la Gaceta Oficial del gobierno local publican en el folio número 262 el 26 de marzo, 2014, número 121, el acuerdo mediante el cual otorgan licencia a Leopoldo Antonio Muñiz Descalzo para separarse de la notaría pública número 65, mientras dure su cargo como subprocurador de Asuntos Indígenas de la Procuraduría de Justicia.
Y en su lugar nombran al licenciado Alejandro Roche Errasquín, quien a su vez es titular de la notaría número 30 en la ciudad y puerto de Veracruz.
Muñiz Descalzo deja el despacho notarial para servir, digamos, a los indígenas de las siete regiones étnicas de Veracruz en una entidad federativa donde la mayoría de los presos, mujeres y hombres, lo están por haber robado una gallina, un gallito, un cochinito para llevar de comer a casa.
Pero al mismo tiempo, el nuevo subprocurador seguirá usufructuando las mieles del poder y la notaría, porque, además, nadie dudaría que desde el poder político cabildeará para lograr más trabajo notarial.
Así ha sido desde el hombre de Cro-Magnon y desde el hombre de Neandertal y nada indica que ahora sea diferente en el Veracruz del siglo XXI.
Por ese, ene millón de veces tener un amigo en el poder público porque las puertas suelen abrirse en automático para encumbrarse.
Y más, como en el caso, porque de acuerdo con las versiones, Muñiz Descalzo es compadre del diputado local Tonapriuh Pola Estrada, y de ser así por ahí se habría dado el dedazo y/o apuntalamiento, tiempo aquel cuando le abriera un espacio en Telever.

II
 
El subprocurador de Asuntos Indígenas ha entrado a la casta priista. Forma parte de la elite en el poder. En el último trienio del Fidelato se quedó con la notaría, luego de un reality-show. Ahora, a la mitad del Duartismo brinca a las alturas. Es un hombre de poder y con poder.
Su caso manifiesta una vez más la desigualdad social, económica, cultural y política en un Veracruz donde hay, por ejemplo, 650 mil analfabetas de 15 años en adelante, más un millón de paisanos con estudios primarias inconclusos, más otro millón con secundaria incompleta, más 600 mil con bachillerato incompleto.
Pero además, con un número incalculable de jóvenes ni-nis y de profesionales desempleados y subempleados, con salarios de hambre y sin las prestaciones contempladas en la Ley Federal del Trabajo que han orillado a una migración explosiva a la frontera norte y Estados Unidos.
Además, una elite priista, quizá integrada por unos 200, 300 acaso, hombres y mujeres del poder, que gobiernan a 8 millones de habitantes de norte a sur de la entidad jarocha declarada la líder en el turismo de aventura en América Latina y que en unos años, se ha afirmado en el discurso oficial, será una potencia económica mundial.
Y más, cuando como en el caso, además de la notaría ahora lo ungen como una de las más altas jerarquías del poder en la administración y aplicación de la justicia.

III
 
De acuerdo con la bitácora hay en Veracruz de entre 30 a 40 notarios públicos con notarios adscritos porque han sido llamados para servir a la población pobre, miserable y jodida a través del gobierno estatal.
Quizá, claro, pudieran ser más.
Pero de cualquier forma un solo caso manifiesta la integración de élites reducidas, clanes cerrados y excluyentes, por donde ni el aire se filtra.
Todos ellos, como decía Agustín Acosta Lagunes a su gabinete legal, gobiernan “aquí, en familia”.
Y si alguna duda existieran ahí está la cofradía, por ejemplo, de “Los niños de la fidelidad”, y/o de “Las barbies”, y/o de “Los metrosexuales”, y/o de “Los exquisitos”, y/o de “Los bembones”.

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