Amenazas de muerte de Héctor Yunes Landa

Amenazas de muerte

de Héctor Yunes Landa

Por Luis Velázquez/ Columna: Escenarios

Veracruz, Veracruz. 12 de octubre de 2012.- I.- Furioso, después de varios días en que un correo electrónico circulara en las redes sociales, el senador Héctor Yunes Landa se publicitó en los medios para desmentir la versión, “el rumor” dijo, que relevaría en el cargo a JD en los próximos meses.

Y con todo y furia, la declaración mediática del senador priista infunde miedo y temor, incertidumbre y zozobra.

Dijo (lunes, 8 de octubre, el mismo día cuando Ernesto “Che” Guevara fuera asesinado en Bolivia): uno: “hubo un correo electrónico que ya conozco, de una persona que ya identifiqué”.

Dos: “sé su nombre, sé su apodo. Tiene dos apodos. Él ha estado involucrado en difundir temas que le interesan o que le solicitan”.

Tres: “sé cómo se llama, cómo se apellida. Sé su alias. Sé lo que hace. Sé lo que va a hacer en breve”.

Y como el lector habrá advertido, el senador priista, sangre de fuego, ha dejado sonar los tambores de guerra.

En vez de la prudencia ha optado por el belicismo.

Y sin rodeos ni tapujos anuncia la tempestad que vendrá…

Por eso, si en las próximas horas, semanas, meses quizá, aparece por ahí un cadáver ligado con el correo electrónico, ya sabremos su origen…

II

En la subsecretaría de Gobierno del fidelato, Héctor Yunes Landa enfureció con un reportero (“mercenarios” les llama Alberto Silva, “El cisne”, alcalde de Tuxpan) que se inmiscuía, digamos, en su vida privada.

Y, bueno, antes de proceder según el código penal, Yunes Landa lo mandó a “llamar” a su despacho en el segundo piso de palacio.

Y cuando aquel trabajador de la información entró a la oficina, Yunes Landa lo agarró a planazos, con una moruna, hasta que lo tumbara al suelo.

Y ahí, todavía, siguió desatando su furia.

Después, con el diablo adentro, se fue derechito a la oficina del góber fogoso, Fidel Herrera Beltrán, para informarle del suceso.

Y de inmediato presentar su renuncia.

Y el tío de Nopaltepec dijo: “no hay necesidad que entregues tu renuncia. Sigue en el cargo, pero llévatela tranquilo”.

Por eso mismo, el senador ha sonado los tambores de guerra…

III

Senador de la República, discípulo del todopoderoso Manlio Fabio Beltrones, Yunes Landa es un político de poder y con poder.

Y en la búsqueda de más poder, el psicólogo asegura que la mayoría de políticos son iguales, pues tienen agentes judiciales, policías, sicarios, guardaespaldas, escoltas, oficiosos, etcétera… a su servicio.

Por eso, el tuitero que circuló el correo electrónico pudiera acaso seguir la huella de algunos reporteros y fotógrafos exiliados de Veracruz en el tiempo convulso y turbulento vivido y padecido hoy.

“Sé cómo se llama, cómo se apellida. Sé su alias. Sé lo que hace. Sé lo que va a hacer en breve”.

En esa frase yunesca se conjuga toda la furia del mundo. Un infierno llamado Héctor Yunes Landa.

Sus orígenes, acuérdense todos, están en el Medio Oriente, allí donde los musulmanes incendian pueblos y negocios solo porque un tipo filmó un video donde Mahoma aparece como mujeriego y tonto.

IV

El politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica interpreta los tambores de guerra de Héctor Yunes de la siguiente manera: 1.- El senador priista rechazó la autoría del correo electrónico anunciando que relevaría en el cargo a JD para así alcanzar la agenda mediática y divulgar más el hecho.

2.- Buscó que el rumor, la versión, el dicho, cuajara en la población electoral de Veracruz.

3.- “Cuando un rumor cuaja… las instituciones se tambalean, pues el rumor carcome todo”.

4.- El senador ha sido el más feliz desmintiendo la versión que JD irá al gabinete de Enrique Peña Nieto, porque ahora todo mundo sabe que Héctor Yunes será el sustituto.

Y más cuando su declaración fue publicada hasta en primera plana de la prensa local.

V

Dijo Yunes Landa: “no quisiera confrontarme con quien publicó el correo electrónico, pero sabe muy bien que tengo los datos. Incluso, iba a dar las iniciales, pero no tiene caso”.

Estaríamos, pues, ante la crónica de una represión anunciada.

Y más, por lo siguiente: lo dijo de manera categórica Miguel Ángel Díaz Pedroza cuando fuera secretario General de Gobierno con Dante Delgado Rannauro: “yo, aquí, he sacado de la cárcel a gente culpable y he metido a la cárcel a gente inocente”.

Otros, sin embargo, y aprovechando la turbulencia de los carteles, han sido plagiados, desaparecidos, asesinados, desmembrados y tirados a un canal de aguas negras. (Piñero de la Cuenca)

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