Publicado el 19. mar, 2014
Por Arturo Reyes Isidoro
Varios motivos tendría yo para celebrar que el gobernador Javier
Duarte de Ochoa haya incorporado ayer a su equipo de gobierno a Xóchitl
Tress Domínguez, pero privilegiaría uno fundamental: su condición de
mujer.
No la conozco en persona y menos es mi amiga, ni mi compañera, ni mi
vecina, ni mi condiscípula en alguna escuela, aunque sí mi conocida: se
algo de ella porque la vengo siguiendo desde que de las peores cloacas
del ser humano desataron una campaña mediática inmunda en su contra.
En la fotografía oficial que se difundió ayer del acto en que rindió
protesta como nueva directora del Instituto de Espacios Educativos me
dio gusto verla sonriente, fresca, triunfadora, como disfrutando mucho
el momento por la oportunidad que le llegó en el servicio público.
Quién que haya vivido en un pueblo de provincia, en una comunidad
semirural, no sabe de los resabios del oscurantismo casi medieval que
todavía pervive en pleno siglo XXI en esas demarcaciones (pueblo chico,
infierno grande), y quien está a salvo de la maledicencia de los
modernos tribunales de la Santa Inquisición mediática y cibernética.
Ciertamente, Xóchitl tiene y cometió varios pecados que no le
perdonan los modernos Savonarolas: ser joven, guapa, bonita, atractiva,
dones con que Dios y la naturaleza la dotaron, peor aún, haberse metido a
la política, y grave, muy grave, haberlo hecho en el PAN, partido de
oposición, y haber aparecido en fotografías con Margarita Zavala de
Calderón cuando su esposo era Presidente, así como con Josefina Vázquez
Mota figura relevante de las filas blanquiazules; súper grave, haber
estado a punto de derrotar a un candidato del PRI.
Era exitosa candidata del PAN por el distrito de Acayucan cuando
desataron la guerra inmunda en su contra y con toda bajeza sacaron a
relucir hechos de su vida privada, haciéndola víctima del escarnio
público en forma humillante, sin haberse puesto a considerar jamás,
ninguno de sus detractores, en su condición de mujer, de hija, de madre.
Toda mujer, por el solo hecho de serlo, merece respeto, todo el respeto
del mundo.
Cuando la vida le sonreía, el 8 de noviembre de 2010 acribillaron a
su esposo Gregorio Barradas, entonces presidente municipal electo del
municipio de Juan Rodríguez Clara, allá por el rumbo de la cuenca del
Papaloapan casi colindante con el estado de Oaxaca.
Al parecer, tiempo después, ser humano al fin y al cabo, con
debilidades como todos, ya viuda tuvo alguna relación que pudo haber
sido sentimental con el entonces diputado priista Rafael Rodríguez,
casado con la exalcaldesa Amanda Gasperín Bulbarela, a quien había
acusado de ser la autora intelectual de la muerte de su esposo. Casi un
drama digno de Shakespeare. Pero el hecho de que se vieran juntos en una
mesa de algún restaurante, no en situación comprometida, era algo que
no se le podía perdonar a una mujer que volvía a vivir su vida, o que
intentaba hacerlo.
Pero eso sólo se supo no porque ella propiciara el escándalo, sino
porque alguien de muy mala fe y con toda la evidente intención de
dañarla le sustrajo e hizo públicas en las redes sociales fotografías
suyas, muy de su vida personal y privada, una donde se ve con el
diputado priista, y otras donde aparece sola una en traje de baño y otra
desnuda de la cintura para arriba como cualquier mujer puede estar en
una alberca o en el interior de su casa, muy de su gusto, sin que ello
constituyera ningún delito y menos pecado, aunque sí fue delito que
hicieran mal uso de imágenes de su propiedad sin su consentimiento, lo
que en cambio nadie cuestionó.
Desde entonces, y ahora lo expreso (por aquellas fechas, abril-mayo
de 2012, lo escribí pero por alguna razón se pasó el tiempo y no lo
publiqué), me pareció una actitud cobarde la del ahora exdiputado Rafael
Rodríguez, quien, haya sostenido o no alguna relación con la joven
mujer, la abandonó, la dejo sola a merced de la maldad humana, del
escarnio público, y guardó silencio y no salió a defender su honor o a
tratar de justificarla, que era lo mínimo que se merecía. Un verdadero
cobardete.
Xóchitl, para fortuna suya, ha rehecho su vida. No se amilanó y ha
seguido su carrera política. Se ha reconvertido al PRI. Mantiene muy
bien su presencia en su distrito y es considerada una potencial
candidata de peso a un cargo de elección popular. Sus potenciales
adversarios le temen y la combaten cuando pueden. Sin duda, ha vencido
con éxito la adversidad y a todos los que en forma hipócrita se
constituyeron en inquisidores para condenarla.
Que se sepa, nunca ha abusado del poder –pudiera ser porque no lo ha
tenido–, o ha robado dinero del erario público, o ha tomado o dictado
alguna medida que afecte a la colectividad. No hay nada que
cuestionarle, al menos eso creo, por su llegada al servicio público, si
acaso las mujeres priistas con trayectoria podrían alegar que tenían más
méritos partidistas para haber recibido la oportunidad.
No puedo dejar de extrañarme y lamentar que la llegada a su nuevo
cargo haya sido cuestionada desde trincheras machistas,
discriminatorias, retrógradas, oscurantistas, medievales, hipócritas,
¿pues quién, quién, como dijera Jesús en el evangelio de Juan, capítulo
8, está libre de pecado para lanzar la primera piedra?, ¿quién no ha
cometido un error, un desliz físico o mental, un pecadillo (para
suavizar la expresión religiosa) alguna vez en su vida?, ¿quién es puro,
está limpio, es perfecto?
Pero también me decepciona que ninguna otra mujer, por la pura
condición de serlo, haya salido en su defensa; menos ninguna mujer
funcionaria o con cargo de elección popular, o de alguna organización
oficial o de alguna ONG dizque independiente y defensora de los derechos
de las mujeres
A Xóchitl la felicito por este peldaño de ascenso en su vida pública;
le deseo que lo disfrute con su familia; que tenga éxito y que este sea
el inicio de una carrera de éxitos. Como persona, le expreso mi más
profundo respeto. Como servidora pública la cuestionaré, cuestionaré su
quehacer si falla, si no hace las cosas bien, si no cumple, si abusa del
poder.
No puedo dejar de reconocer a Javier Duarte de Ochoa por la valentía
que ha tenido de exponerse a la crítica pública por integrar a una joven
mujer a su equipo de trabajo, a quien un sector de la sociedad está
cuestionando, pero que bien merece una oportunidad como la merecen
todos, en especial las mujeres.
Y, ¡ay!, pues sí, me voy a ver cursi volviendo yo también al pasado,
al siglo XVIII, a la época del romanticismo, pero, como a Xóchitl, se me
escurrirá lo que digan de mí porque exprese una chorrada y le
manifieste que me pongo a sus pies, le beso la mano y la lleno de las
flores más hermosas y con ella a todas las mujeres, a todas sin
distinción, a las que además expreso mi respeto y admiración. Tengo
madre mujer, esposa mujer, hija mujer, hermanas y ya nietas mujeres.
ella se hace llamar la reyna del sur pero ya en juanita y rodriguez clara la conocen como la reyna de las putas
ResponderEliminarse la ha cogido Abel Vazquez Alcalde de San Juan evangelist, Miguel Angel Yunez, un Integrante de los tigres del norte
su cuñado Javier barradas, Rafael Rodriguez y Actualmente el gobernador.
Es inexplicable como habiendo tantas mujeres en veracruz y en todas partes nuestro gobernador se haya fijado en una basura como xochitl que es una gran puta
ResponderEliminares obvio que con lo feo que esta el gobernador panzon, cacheton, pues anda con el por puro interes la mando a cancun el pasdo fin de semana en un avion del gobierno del estado todo pagado
COMO LES ARDE A ESTA GENTE K UNA NIÑA TAN BONITA TENGA TODO LO K TIENE K LO HAYA LOGRADO COMO SEA....BOLA DE ARDIDOS...
Eliminarojala y karime la esposa del gobernador se entere de con que prostituta anda su esposo que es xochitl
ResponderEliminares la mujer mas puta e interesada del sur de veracruz es increible lo puta e interesada que es
a la semana de empezar su relacion con el gobernador le pago un viaje a EE UU a la gran puta