viernes, 27 de enero de 2012

Silencio de fiscal en crímenes de reporteros en el sur

Por Luis Velázquez


Veracruz, México.— PASAMANO: El 17 de septiembre de 2011, en Acayucan, afuera de la oficina policiaca, fue levantado el reportero de 20 años, Gabriel Manuel Fonseca Hernández, junto con un amigo, de oficio ayudante de un hotdoguero…
Entre los días 13 y 14 de enero de 2012, la averiguación previa fue turnada a la Fiscalía Especial en Delitos Cometidos contra Periodistas, dependiente de la procuraduría de Justicia de Veracruz, a cargo de Marcela Aguilera Landeta… Y hasta la fecha, nada se sabe… Incluso, se ignoran las razones para que Marcela Aguilera haya solicitado el documento, acaso, digamos, si somos optimistas, para dar seguimiento puntual y agilizar la aplicación de la ley y de la justicia en un Veracruz co-gobernado por los cárteles de la droga y las fuerzas armadas que patrullan, como en su casa, las ciudades más importantes de la entidad…
17 semanas después, ni los padres del reportero ni tampoco los reporteros locales han sido informados de un indiciado, un detenido, una pista sobre la desaparición del compañero reportero… De algún modo está sucediendo lo mismo con los diez asesinatos de trabajadores de la información ocurrido en los últimos diez años en Veracruz, el primero de JD, los seis de Fidel Herrera Beltrán y tres de Miguel Alemán Velazco… Los últimos, Noel López Olguín, desaparecido, secuestrado, asesinado y sepultado en una fosa común en Jáltipan…
El triple homicidio de Miguel Ángel López Velasco, de Notiver, y su esposa, y su hijo, joven fotógrafo, también de Notiver… Y el asesinato, con la cabeza decapitada, de la reportera de policía, Yolanda Ordaz, de Notiver… Cada habitante de Veracruz que sea desaparecido, raptado y/o asesinado habla de la administración de la justicia, y al mismo tiempo, de la impunidad en un asunto picoso y ríspido…


BALAUSTRADAS: En las semanas transcurridas, la madre del reportero Gabriel Manuel Fonseca, doña Candelaria, ha visto mermada salud física y anímica… En la esperanza de que el hijo regrese, la señora se ha ido consumiendo… Y lo que es peor, el papá del reportero desaparecido es un modesto y sencillo lustrador de zapatos en una calle de Acayucan, donde apenas y bolea 5, 6 zapatos y el dinero recabado es insuficiente para alimentar a la familia, pero más aún, para cubrir la consulta con el doctor y las medicinas de la madre enferma… Ni siquiera el DIF de Acayucan, ni tampoco el DIF de Oluta, donde la presidenta es la esposa del alcalde, propietario, a su vez, del periódico donde el reportero trabajaba, han extendido la mano solidaria y generosa a los padres de Gabriel Manuel… Incluso, del mes de septiembre 2011 a la fecha, el alcalde de Oluta, en un rasgo humanitario, ha regalado 200 pesos al padre del reportero…
Por eso mismo resulta indicativo y significativo que la fiscal Marcela Aguilera haya solicitado la averiguación previa al agente del MP de Acayucan, Marco Antonio Pérez Guzmán, de quien se sabe era amigo, y/o candidato a la amistad del reportero… Quizá debido a que han transcurrido 17 semanas sin un resultado… Y bueno, con todo, ese pecado se llama negligencia jurídica, pero también, incapacidad, que causan demasiado daño al Veracruz próspero, pues simple y llanamente, el gobierno se pone bajo evidencia y sospecha… Más, cuando se trata de una familia pobre, muy pobre, hambrienta de un empleo digno y decoroso y estable y de una mejor calidad de vida… Y al mismo tiempo, oh paradoja, hambrienta de justicia…


ESCALERAS: La fiscal Marcela Aguilera inspira confianza, pues cursó una maestría en Derecho Penal y Constitucional… Pero además, es hija de gente humilde, su padre agricultor… Y por añadidura, fue asesora jurídica de la Unión General Obrera, Campesina y Popular, Ugocep, encabezada por el indio yaqui, Margarito Montes Parra, asesinado en Sonora al lado de su familia, trece parientes y amigos, en total…
En la Ugocep organizó a las mujeres para fomentos productivos y sociales y eso manifiesta su vocación social al lado de los marginados y precaristas… En aquellos días de los huracanes Matthew y Karl, estuvo al frente de un comando municipal para auxiliar a los desprotegidos…
Definida así mismo, en su página web, como una ‘’una mujer con ideales, convicción y vocación de servicios, mujer de resultados’’, Marcela Aguilera se miró como candidata a diputada federal por el distrito de Cosamaloapan, pero se le atravesó en su ambición desmedida la profe Elena Zamorano, legisladora local, y antes de que armara un borlote tipo Montes Parra, fue nombrada Fiscal Especial en Asuntos Electorales y en Atención a Denuncias en contra de Periodistas y/o Comunicadores… Y ni modo, entregó la subprocuraduría de Justicia en Cosamaloapan a Clemente Nagasaki Condado Escamilla, apapachada por el bombero político, Mario Tejeda Tejeda, director general de Administración de la Procuraduría de Justicia…
Antes, el mundo jurídico de Marcela Aguilera era la Cuenca del Papaloapan, y ahora, el estado de Veracruz… Y además de llevar los delitos electorales en una elección presidencial y de legisladores al Congreso de la Unión del año que corre, es la gran fiscal para delitos cometidos en contra de reporteros… Uno de ellos, Gabriel Manuel Fonseca Hernández…
Ahora, el gremio periodístico espera que cumpla y el compañero aparezca vivo o muerto… Y por supuesto, la ley sea aplicada… De lo contrario, la impunidad seguirá dominando en el Veracruz de JD… Un teórico del derecho lo dice así: a mayor impunidad… más delincuencia… (Tomado de El Piñero de la Cuenca/ 26 de enero del 2012).

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