Después de un feliz noviazgo, con el amor romántico, la fidelidad y la lealtad, esta bonita pareja llegó a la iglesia con fe en Dios y esperanza en los hombres para contraer nupcias.
Con un amor grande y verdadero porque creyeron sinceramente que todo les estaba predestinado.
Por eso vivieron la celebración de su matrimonio como algo natural y a la vez único.
Compartieron su inmensa alegría y felicidad con familiares y amigos.
(Amplia información y fotografías más adelante).
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