Por Indira Carvallo Guzmán
Un pescador originario de Pueblo Viejo –al norte del estado- murió esta madrugada luego de haber sido alcanzado por un rayo cuando se encontraba realizando sus labores en la laguna de dicho municipio.
Los hechos fueron reportados por la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI) al ser notificados en la comandancia de Pueblo Viejo por parte de los familiares del hoy occiso que respondió al nombre de Juvencio González Cabrera, de 62 años.
Fue identificado por su hija, Roberta González Tolentino, de 39 años, quien dijo que su padre se dedicaba a la pesca, y tenía domicilio en la colonia Unión Popular, en calle Durando número 10.
Comentan que el señor, como cada noche, salió a pescar junto a su esposa, pero ella se quedó esperándole en la laguna.
En eso se vino una tormenta con relámpagos, y todos tomaron refugio, menos el señor, que siguió pescando.
Al paso de las horas, y al ver que no salía del agua, fueron en su búsqueda, encontrándolo sobre su lancha, muerto, con sangre en los ojos y rostro, además, con olor a carne un tanto quemada, por lo que de inmediato cayeron en cuenta que se había tratado del golpe de un rayo. (Tomado de Diario Presencia/ 2 de agosto del 2011).
Un pescador originario de Pueblo Viejo –al norte del estado- murió esta madrugada luego de haber sido alcanzado por un rayo cuando se encontraba realizando sus labores en la laguna de dicho municipio.
Los hechos fueron reportados por la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI) al ser notificados en la comandancia de Pueblo Viejo por parte de los familiares del hoy occiso que respondió al nombre de Juvencio González Cabrera, de 62 años.
Fue identificado por su hija, Roberta González Tolentino, de 39 años, quien dijo que su padre se dedicaba a la pesca, y tenía domicilio en la colonia Unión Popular, en calle Durando número 10.
Comentan que el señor, como cada noche, salió a pescar junto a su esposa, pero ella se quedó esperándole en la laguna.
En eso se vino una tormenta con relámpagos, y todos tomaron refugio, menos el señor, que siguió pescando.
Al paso de las horas, y al ver que no salía del agua, fueron en su búsqueda, encontrándolo sobre su lancha, muerto, con sangre en los ojos y rostro, además, con olor a carne un tanto quemada, por lo que de inmediato cayeron en cuenta que se había tratado del golpe de un rayo. (Tomado de Diario Presencia/ 2 de agosto del 2011).
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