domingo, 5 de junio de 2011

Periodistas, al grito de guerra.


Columna: Déjame que te cuente…

Por Sergio M. Trejo González

Me entero (ya ve usted que uno se entera de todo, en este pueblo chiquito…) que a propósito del 7 de junio (fecha en que se vitorea a los periodistas en el día de la libertad prensa, que en nuestro país se celebra desde tiempos de Miguel Alemán) serán homenajeados por el Club de Periodistas de México, personalidades dedicadas al quehacer informativo desde hace muchos años. Qué bueno, me complace saber que al menos tres personas de una gran lista, conocidas por un servidor, recibirán un premio que será entregado el 7 de junio en el salón “La Criolla” de la ex hacienda Lucas Martín en Xalapa, Ver. Felicito entonces a Margarito Escudero Luis, columnista, conductor, editor de la sección Zona Libre de Gráfico Sur Coatzacoalcos, sino resulta algún homónimo, es un compañero de aquella Escuela de iniciación Universitaria del Puerto México, que comandaba el Licenciado Juan Armando Gómez Cacep, como delegado administrativo Regional de la U.V. Corría el año de 1976… Ciclo maravilloso en aquellos espacios donde andaban también Francisco Tenorio Martínez (luego dirigente petrolero) hombre de bigote. Sentido del humor envidiable. Sonrisa y verbo fácil; asimismo, en estas reminiscencias, viene a mi memoria ese atractivo visual llamado Teresita, condiscípula de mirada tierna y soñadora que hacia suspirar a muchos, ella se perdió de mi frecuencia modulada y creo que de la sintonía de todos los adolescentes (y hombres adultos) que componíamos esa clase. También, ya metido en evocaciones, anduvieron en esos rincones ratoneros, entre las astillas carcomidas y paredes rancias del viejo edificio de ferrocarriles, que nos dio albergue estudiantil por la zona franca, un amigo catemaqueño: Antonio Hernández Fonseca, quien luego fue regidor en la Suiza Veracruzana, previa volcadura que sufrimos en uno de esos retornos de Xalapa; Alberto Mijangos Martínez estuvo en el inventario de aquella barra (ha desfilado por la PROFECO, la secretaria del ayuntamiento de Coatzacoalcos, entre otras responsabilidades políticas; Nunki del Carmen Aguilar Olivera, casada con el buen tocayo Montoya, que fuera director del reclusorio en esta ciudad, Nunki se me perdió por entre el jurídico de PECOSA y creo que detenta una Notaria en Minatitlán. Silvia Alpuche, Fidencio Alor Alor, Gustavo Valdivieso, entre otros; de Acayucan viajamos diariamente a Coatzacoalcos en esos periodos con Jesús Manuel Pérez Escalante (quien sorpresivamente falleció en junio del año pasado, sin que nos diéramos cuanta la pléyade de compañeros de generación que lo tratamos en la primaria, secundaria, bachillerato y en la universidad. Así es la vida, frágil y espontánea, y así es la muerte democrática y plural) y con Roberto Arturo Moreno Gilbòn, mi compadre actualmente, un jurista altamente calificado y reconocido como lo mejor en la trinchera de los tribunales. Los tres acayuqueños que asistíamos a clases en la zona Coatzacolcos regresábamos, a media noche, colgados en ocasiones en las escalerillas traseras de la canastilla de aquellas unidades de segunda que cubría la línea Díaz Ordaz (luego la Golfo-Pacifico en la ruta a Salina Cruz) y ¡por supuesto! los Sotavento o los camiones de Transportes del Istmo. Ay, ese propedéutico! Invento de los intelectuales de la educación, que pretendiendo depurar la nómina de aspirantes que buscamos un espacio en las facultades luchando para salir adelante con una preparación académica que nos hiciera un poco menos difícil la chinga de ganar honradamente el lonche; aunque el rollo institucional era “evitar que se trasladaran de sus lugares de residencia a las diversas facultades, escuelas e institutos que estaban instalados en las ciudades de Xalapa”.
Margarito, es ahora dueño de una pluma combativa y valiosa que refleja en sus colaboraciones, su pasión por esta actividad que con vehemencia anhelaba desarrollar desde aquellos pretéritos momentos, cuando buscaba el soporte universitario. Lo hace y lo hace bien. Yo lo felicito cumplidamente y le deseo continúe cosechando éxitos y satisfacciones.
De Acayucan será reconocida la trayectoria un poco más corta pero igualmente valiosa de Virgilio López Reyes, quien con modestia y sencillez y hasta cierta discreción, lo vemos cumplir su actividad noticiosa, en ocasiones con sus flashazos sociales o con sus encargos de entrevistas y el género que se le atraviese. “El Villo” es buen elemento indiscutiblemente, persona muy respetuosa y educada. Aunque ahorita se le ubica un bastante institucional, es merecedor de cualquier reconocimiento por sus tareas limpias y sin borrones.
La señora Eva López Robinson, compañera del alma y hermana de fe, me cuentan, también recibirá un testimonio por su incomparable trayectoria de PERIODISTA (con palabras mayúsculas por favor) mujer apreciable como profesional de la comunicación e invaluable como camarada: fraterna, sensible y valiente, no solamente de los dientes para fuera; cuando muchos tiran la piedra en el anonimato o en la ventaja que brinda el montón, ella aguarda mesurada. De carácter simétrico, equilibrado, ecuánime; cuando muchos esconden la cabeza y permanecen mudos por temor a perder la memela, doña Eva, levanta la voz y nos muestra su firmeza en el tráfico laboral periodístico y su amor a la camiseta; cuando se trata de solidaridad en la consternación ahí está, Eva, con su mano para levantar a quien necesita sin pensar en la comodidad ni en el confort del disimulo. Si el periodismo acayuqueño tiene que escribir con orgullo el nombre de alguno de sus miembros éste tiene que ser: Eva López Robinson. Carambola de tres bandas sobre el paño del billar periodístico. Un lujo de amiga y periodista ejemplar. Lo digo en estas horas difíciles de enfrentamientos y combates intestinos vergonzosos en nuestro municipio, de agresiones vergonzosas, cuando la maña, la trampa y manipulación se percibe en reuniones gremiales de los tundeteclas. Discriminaciones, presiones y chantajes y hasta humillaciones se observan, para dar vuelta a la voluntad de los periodistas.
Empero, toda esa falta de espíritu de clase y todo eso que alimenta la incertidumbre y la falta de credibilidad y pérdida de la confianza en el estado de derecho y en nuestras instituciones, no debe ser factor para dejar de subrayar que existen en nuestra sociedad valores humanos dignos de un reconocimiento y una salutación. Felicito a los periodistas que serán galardonados el próximo 7 de junio deseándoles continúen en el sendero y la ruta que escogieron, con dignidad. Para que sostengan sus convicciones manteniendo el concepto de la ética y el profesionalismo, recordándose que el periodista no debe conducirse como eunuco letrado y pensador sino como un original contralor social, cuya opinión es la voz popular. Esa es la enorme responsabilidad para quienes aceptan el deber de informar. Reconociendo las derechas, las izquierdas, las de arriba y las de abajo; respetando las relaciones y posiciones de poder que surcan la práctica de la profesión.
Comprendo que resulta para todos muy difícil y peligroso el desempeño de anotar la verdad, porque duele. No es fácil vivir en una maraña de informaciones sensacionalistas carentes de importancia para la población, mientras detrás del telón ocurren cosas que de ninguna manera pasan desapercibidas ante los ojos tristes de la gran masa. Lo entiendo, unos estiran la mano para recibir la limosna de presupuestos de los gobiernos en sus tres esferas; otras manos tiemblan en la línea del tablero, prefiriendo mirar para otro lado, pues “esa tecla no se toca”.
Son tiempos difíciles, bien que se… por ello mi enhorabuena para quienes ya se fueron con el olor a tinta en su ropa y en su cuerpo; para los que continúan de pie, con la frente en alto, viviendo con honra de la información. Para ti amigo periodista, que no has vendido tu palabra ni tu conciencia, es mi felicitación.
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras físicas ni humanas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario