“El Santuario de los Zopilotes”

Columna: CLAROSCUROS


Por José Luis Ortega Vidal

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El gran periodista y amigo que es Pablo Jair Ortega Díaz, posee un sentido del humor francamente negro, sarcástico y –para mí- muy grato.
Durante su participación como fundador y conductor del programa “La Noticia en El Café” de Olmeca TV, Pablo fue autor de numerosas frases que retrataban con inteligencia y sentido crítico la realidad del Sur de Veracruz.
Desde antes de mayo del 2008 -cuando dio inicio el programa televisivo de referencia- la zona de “Las Matas”, ubicada a un costado de la carretera de Minatitlán a Coatzacoalcos, era sede de un basurero a cielo abierto y regional.
Allí arrojaban sus desechos los municipios de Minatitlán, Coatzacoalcos y Cosoleacaque y la pestilencia y la contaminación de toda índole ofrecía una escena denigrante.
Peligroso, dañino, vergonzoso, el basurero de “Las Matas” daba la bienvenida al triángulo de gran poder petrolífero que conforman Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque. Dueños de cuatro Complejos Petroquímicos y una Refinería.
Aquel basurero se ubicaba en un desolado pantano -justo al centro del triángulo petrolero sureño- y solía estar lleno de nopos.
Pablo Jair encontró un nombre preciso; una daga penetrante en torno al retrato cruel de los contrastes del Sur y bautizó al basurero de “Las Matas” como “El Santuario de los Zopilotes”.
Nativo de Minatitlán, el periodista Ortega Díaz nos recordaba día con día el exceso en los errores de los gobiernos y la sociedad sureña a propósito de aquel basurero y otros temas, en “La Noticia en El Café”.
¿Cómo pueden ser dueños de cuatro Complejos Petroquímicos y una Refinería y compartir un basurero de esa índole justo en medio de sus tres municipios más importantes?
¿Cómo puede –el Sur- tener playas, ríos, selvas, bosques, petróleo, industria, comercio, puerto, cultura, historia, arte, malecones, ganado, etc…y contar con ese basurero?
Las preguntas estaban allí, implícitas en el sarcasmo que machaba el periodista cada que tenía oportunidad.
Y es que había que vivirlo…
Salía usted de Minatitlán a bordo de su coche o en un camión de pasaje, se dirigía a Coatzacoalcos que se encuentra a escasos 10 kilómetros de distancia y tras los dos primeros kilómetros del viaje topaba con “Las Matas”.
Y allí estaban ellos.
Eran como una espada poderosa atravesando la coraza del orgullo sureño.
Se les veía siempre puntuales, de lánguida mirada, imperturbables, quietos, muchos, firmes, valerosos ante el olor a desecho y a muerte, negros, pacientes, satisfechos, acaso felices en su hogar…en el Santuario de los Zopilotes.

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Pablo Jair marchó, su carrera lo llevó a otros lares y escenarios.
Ambos perdimos contacto con “La Noticia en El Café” y el santuario aquel.
En el año 2010, el basurero de “Las Matas” se cerró y los nopos marcharon.
Sin embargo en el 2011 se ha vuelto a abrir el mismo basurero en el mismo lugar, justo al centro del triángulo petrolero del Sur, aquí junto al pantano.
En lo que va de este año –debo admitirlo- no he visto zopilotes en el basurero renovado.
Veo, como siempre, mucha basura a cielo abierto, mucha contaminación y desde hace cinco días los sureños hemos sido testigos y víctimas de un incendio atroz que nadie puede detener.
Dicen las autoridades de protección civil que el incendio arrancó en ese basurero vuelto a abrir y que se ha extendido en diversos momentos sobre el pantano.
El daño a los ecosistemas es brutal.
Los animales muertos por la contaminación y el incendio deben sumar miles.
Los automovilistas tienen la opción de viajar por la carretera de Canticas, cuando el humo es insoportable por el paso de Las Matas.

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Pero en fin, la noticia es que el Santuario allí está de nueva cuenta: atroz, dañino, convertido en una solución desesperada porque los sureños –sociedad y autoridades- no sabemos qué hacer con nuestra basura…que no sea destruir más la naturaleza…

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Tengo la impresión de que todo esto a nadie le importa.
Y sin embargo lo escribo acaso como nostalgia por Pablo y su profundo sentido crítico y su maravilloso humor negro…Y por todas las ocasiones en que pasamos juntos frente al Santuario…

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Meses atrás fue abierta una gasolinera justo frente al basurero de “Las Matas”.
La estupidez humana y sus actos son como los caminos del Señor: inescrutables.
El pantano es una zona de incendios y la gasolinera quedó justo en medio.
Estos días de fuego voraz las bombas de despacho del combustible se pierden por momentos en medio de tanto humo.
Las trabajadores se tapan la boca con pañuelos, se cubren el cuerpo con uniformes verdes y lucen solitarios junto a los aparatos despachadores sin clientes.

Respeto a este tema:

- Dice un funcionario que esa gasolinera será clausurada porque no cumple con los requisitos de seguridad…(la declaración suena a humor perverso)
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Y mientras tanto:

- Hasta las colonias de Coatzacoalcos llega la ceniza del pantano.
- Hasta las casas penetra por momentos el humo del incendio que durará varios días más.

El panorama, por otra parte, nos plantea la idea de que:

- El empresario que abrió la gasolinera piensa que la podrá mantener abierta y que podrá despachar en los meses de las aguas…
- El funcionario que la quiere cerrar confía en que su declaración a la prensa es suficiente por el momento para justificar la chamba…
- Los empleados de la gasolinera creen que vale la pena conservar ese trabajo porque…tal vez no hay otro y arriesgar la vida cuidando gasolina ajena en medio de un incendio, acaso la pena con tal de llevar comida a casa…
- Algunos pensamos que esa gasolinera es una bomba de tiempo y que pone en riesgo la vida de sus empleados así como de toda la población.
- Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque continuarán arrojando su basura a “Las Matas” una vez que la bruma lo permita.
- Los Complejos Petroquímicos y la Refinería continúan siendo el orgullo del progreso y el desarrollo del Sur.

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- ¿Y ellos?

- Ellos no están…

Pablo me comenta que han emigrado y que tal vez ya los exportamos a Europa…
Lo cierto es que su Santuario está allí, quemado pero reabierto…contaminante pero firme…dando la bienvenida al Sur…
Aguardando por la basura que en estos días volverá como cada jornada…
Esperando por los de mirada lánguida… los imperturbables, los pacientes… Sus Zopilotes.