A nuestros solidarios amigos y familiares, a mis queridos compañeros periodistas. ¿Cómo pagarles habernos sostenido en tan difíciles momentos para nuestra familia? Sólo puedo rogar a Dios que sea él quien con la moneda más necesaria para cada uno, les pague su generoso apoyo. Gracias de corazón, de parte de la familia Vela López y sobre todo de la más humilde de sus amigas, que una vez más ha comprobado vale la pena sembrar amor, y sentarse a la orilla de la vida, porque el tiempo de la cosecha siempre llega.
Dios los bendiga a todos.
Eva López Robinson
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