Columna: CLAROSCUROS
Por José Luis Ortega Vidal
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Miguel Alemán Valdés constituye un parteaguas en la historia política de México; pero lo es, sobre todo, de Veracruz.
El Palacio Municipal de Acayucan fue construido en la década de los 50s, a punto a concluir el gobierno de Alemán, que fue Presidente de la República de 1946 a 1952.
Años atrás entrevisté al maestro Manuel López Guillén, un personaje clave en la educación acayuqueña y en parte de su vida pública.
¿Es cierto que Miguel Alemán Valdés intentó crear el Estado del Istmo?, le cuestioné.
- Así fue, me dijo. Durante su último año presidencial ordenó un proyecto para la creación de esta entidad que tomaría una parte del territorio de Oaxaca y toda la parte Sur de Veracruz.
Especialistas trabajaron en eso y la iniciativa llegó al Congreso de la Unión pero al salir Alemán del poder y tras el arribo de Adolfo Ruiz Cortines, se dio carpetazo al tema y no llegó a más.
¿Esta historia que me cuenta explica la construcción de un palacio municipal como el de Acayucan? Tan grande hoy para una ciudad que no rebasa los 50 mil habitantes y que en los años 50s no rebasaba los 15 mil…
- En efecto, me explicó el maestro, el palacio municipal, en realidad se planeó como un palacio de gobierno estatal; sería la sede del poder de un Estado que nunca existió: el estado del Istmo.
Las historias en torno a la vida de Miguel Alemán Valdés, sólo en la región de su natal Sayula, en Acayucan, en Coatzacoalcos; sin abarcar su trayectoria política a nivel estatal y luego a nivel federal, son suficientes para un libro.
Son historias inagotables.
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En 1929 fue creado el Partido Nacional Revolucionario (PNR), bajo el padrinazgo político de Plutarco Elías Calles.
Más tarde, en 1937, el general Lázaro Cárdenas del Río convirtió al PNR en el Partido de la Revolución Mexicana (PRM).
Luego, en 1946, Manuel Avila Camacho le da el nombre definitivo al organismo que aglutinó durante décadas el poder político en México: Partido Revolucionario Institucional (PRI).
De este modo Miguel Alemán Valdés se convierte aquel en el primer candidato del PRI a la Presidencia de la República y ese mismo año asume el cargo.
Antes de su condición de primer Presidente surgido de las siglas del PRI, Miguel Alemán fue gobernador Veracruz en el periodo 1936-1940.
En este caso, inició su gestión como un gobernante cuya candidatura fue apoyada por el PNR y concluyó siendo militante del PRM.
PNR es la sigla abuelita y PRM es la mamá de lo que conocemos como el nombre del PRI.
Sin embargo, además de la historia sobre el nombre del partido tricolor, es importante subrayar un dato: en su trayectoria política el priísmo creó toda una cultura del poder en México.
Dicha cultura ha marcado ni más ni menos que la historia del país mismo.
No es posible entender la realidad política mexicana del siglo XX y la actual sin conocer a detalle la historia del PRI y los laberintos de la cultura del poder que este partido ha creado durante décadas y generación tras generación.
Cuando en el año 2000 se llegó a pensar que el PRI estaba muerto y que su vuelta al poder presidencial tras el triunfo panista, requeriría de una refundación y el obligado cambio de nombre, todos nos hemos llevado un chasco.
El PRI, hoy, no sólo está vivo, tan vivo como siempre; si no que, además, está muy cerca de volver al poder en el año 2012.
Lo que es un hecho es que, por lo menos, será un protagonista de la contienda.
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Ante este panorama, vale la pena seguir conociendo detalles de nuestra historia.
Durante los años que el PRI estuvo en el poder se volvió una norma política no escrita que los candidatos a las gubernaturas surgían de la mano del mismísimo Presidente de la República en turno, quien tenía, asimismo, el poder de nombrar a su sucesor.
Nunca, en Veracruz, un gobernador heredó el poder a su sucesor.
Gobernador no pone gobernador, se dijo siempre.
Y hoy, las cosas han cambiado.
El PRI sigue vivo y el próximo primero de diciembre Fidel Herrera Beltrán se convertirá en el primer gobernador de Veracruz que heredará el poder a un sucesor impuesto por él.
Adiós al mito.
Yunes ha perdido; Fidel decidió que su relevo sería Javier Duarte de Ochoa y lo ha logrado.
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