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Por Jesús Gutiérrez Cruz
Acayucan.— “Quisiera que hubiera tiempo para saludar a todos, para hacerles sentir mis deseos de servirles como esperan, sin embargo, camino todo el día y casi agoniza el espacio de campaña, pero desde aquí y agradeciendo querido amigo tu apoyo con esta página, debo decir a la gente, mi gente, que aun cuando no llegue a cada casa, yo estoy ahí a través de mi compromiso de servir a todos”.
Pilar Guillén dice que espera con ansiedad el 4 de julio, porque sabe que obtendrá la respuesta esperada del electorado que donde quiera que va, le transmite su calor de amistad y confianza. En su municipio pudo sentirlo al recorrer Finca Xalapa, Ixtagapa, Ixhuapan, Tecuanapa, y El Zapote, donde descubrió caras conocidas del año pasado, manos que se extendieron para abrazarla y recordar que sin haber ganado volvió a dar las gracias.
Pili, familiarmente llamada por sus seguidores, ha desgranado en los últimos días un rosario de propuestas que no son sólo palabras; su preocupación por tantos jóvenes que al no encontrar empleo emigran y a veces no vuelven… por las mujeres sobre todo las solas que batallan para levantar a sus hijos y necesitan apoyos… por los campos abandonados y los campesinos sin recursos para sembrar… por los abuelos de mirada triste y necesidad de atención. Las carencias saltan a la vista donde quiera que va, y explica a quienes visita, cuáles son las cosas que ella puede hacer para que sus comunidades cambien.
La albiazul candidata, pese a las pesadas jornadas, disfruta conviviendo con la gente que la sigue, como en Oluta, donde lo que sería un mitin se convirtió en una fiesta donde todos bailaron con ella y le reiteraron su cariño, la promesa de un voto que la convierta en su diputada. Y en San Miguel reconocen que se necesitan servidores como Pilar Guillén, para que cambie el panorama en los municipios, en las comunidades.
Medias Aguas también vivió lo suyo, cuando vio llegar a la joven abanderada acompañada por el doctor Arturo. Caminó por las calles y tocó puertas para saludar; las gentes se unían en el recorrido, acompañando con júbilo a sus candidatos de casa en casa, hogares donde la novel güerita sabe tocar corazones y transmitir confianza en sus acciones futuras. Y andando sobre las polvorientas calles, comenta sobre Pilar como candidata:
“Mi sentir por las carencias de la gente más necesitada, no es una pose para los periódicos y mucho menos para convencer que voten por mí; es algo que surgió en mí cuando el año pasado comencé a palpar tanta pobreza y marginación en los municipios que recorrí. Pueden pensar que soy el clásico candidato que abraza, besa y apapacha, sin embargo, Pilar Guillén es corazón, no es hipocresía ni conveniencia, es esperanza y progreso para aquellos que confíen en ella… Y agradezco a todos aquellos que saben llevarme de la mano por sus caminos, donde la necesidad abunda y las soluciones son urgentes”.
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