domingo, 5 de marzo de 2017

El PRI de Salinas financió a AMLO: van las pruebas


Este jueves, Andrés Manuel López Obrador anunció que demandará a Josefina Vázquez Mota --candidata del PAN a la gubernatura del Estado de México-- por corrupción y desvío de recursos del Gobierno Federal para la fundación de la panista --dedicada al apoyo a migrantes--.
Pero así como está comprobado que no hubo ilegalidad en el caso de la organización de la ex candidata presidencial, también está demostrado que López Obrador sí recibió recursos de forma irregular por parte del gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
En el Itinerario Político del  29 de octubre de 2008 informamos que en 1992, el regente del Distrito Federal, Manuel Camacho, entregó a López Obrador 9 mil millones de pesos a cambio de retirar un plantón que el tabasqueño organizó en el zócalo.
A continuación, se reproduce completo el Itinerario Político donde se denunció el caso:
¿Y los 9 mil millones, Andrés?
Durante 16 años fue parte de la picaresca mexicana. Pero hoy son firmes las pruebas de que en 1992 Andrés Manuel López Obrador recibió 9 mil millones de pesos a cambio de retirar un plantón del Zócalo.
Sí, a despecho de sus fanáticos, hoy no sólo es posible hablar de la farsante “honestidad valiente”, sino que obliga a preguntar sobre el destino de los millones que dio el gobierno de Carlos Salinas a López Obrador en ese 1992. ¿Dónde quedaron los 9 mil millones de pesos, Andrés?
Pero no basta confirmar que Salinas “maiceó” a AMLO con ilegales y millonarios sobornos —¿quién lo creería?—, sino que corresponde a las endiabladas instituciones del Estado mexicano indagar y explicar la responsabilidad de los secretarios de Estado que —en 1992— sobornaron a AMLO con montañas de dinero. ¿O nadie va a decir nada ante la evidencia de esos sobornos millonarios? Van las pruebas.
En su sesión del 11 de febrero de 2004, en la Comisión Permanente del Congreso protagonizaron un peculiar debate el senador Juan Rodríguez Prats —tabasqueño del PAN— y el diputado Manuel Camacho Solís, del PRD. Legisladores de PRI y PAN cuestionaban con severidad la ausencia de transparencia en el GDF, lo que motivó un “raspón” al ex regente del salinismo, Manuel Camacho, quien defendía su relación con AMLO. En esas andaban cuando Rodríguez Prats interpeló a Camacho Solís.
“Señor diputado, conteste nada más sí o no… en 1992 proporcionó usted 9 mil millones de viejos pesos, 9 millones de pesos de ahora, a Andrés Manuel López Obrador para desalojar el Zócalo”.
Camacho trastabilló, defendió la honradez de su regencia y dejó caer: “No le entregué yo a López Obrador ningún recurso; lo que hizo el gobierno de la República fue cumplir con compromisos que estaban establecidos y, eso sí, con el visto bueno del resto de las secretarías que tenían intervención en esos asuntos. No fue una decisión del jefe del Departamento del DF, se cubrieron las indemnizaciones correspondientes a trabajadores que tenían derechos laborales y que Pemex estaba obligado, de acuerdo con el criterio del secretario del Trabajo, en esa época, Arsenio Farell”.
Como queda claro, Camacho intentó salir del brete. Pero en su intento por deslindarse y exonerar a AMLO de un soborno que todos saben que existió, sólo “embarró” al gobierno de Salinas. Y es que quedan sin responder montañas de interrogantes. ¿A poco los derechos laborales se pagan con costales de dinero y a cambio de levantar un plantón? Camacho aporta más elementos sobre el tema en entrevista con el investigador George W. Grayson el 9 de julio de 2004 —parte del libro Mesías mexicano—, en donde la versión cambia y resulta más puntual.
Dice Grayson (pág. 91 y 92): “Además de proporcionar a los manifestantes baños portátiles, agua potable y otros servicios de primera necesidad, se dice que el regente Camacho Solís le dio a López Obrador una generosa suma de dinero para que retirara a los manifestantes. Un político tabasqueño colocó la cifra en 80 mil millones de pesos (Rafael López Cruz). El gobierno también puso a su disposición 200 autobuses para transportar a los tabasqueños a sus casas. Camacho subrayó que sostuvo conversaciones con López Obrador, Gutiérrez Barrios, (Arturo) Núñez, el director general de Pemex (Carlos Rojas) y el secretario del Trabajo (Arsenio Farell Cubillas)”.
Le dijo Camacho: “En vista de la probabilidad de que López Obrador y los manifestantes tuvieran la oportunidad de recibir indemnización de los tribunales, todos estuvimos de acuerdo en que era mejor proporcionarles fondos con los cuáles dispersaran su demostración y regresaran a casa”.
Y abunda: “Cuando los partidarios de López Obrador regresaron a Villahermosa, se propagó la noticia de que González Ballina, entonces presidente del PRD estatal, tenía un montón de pesos para distribuirlos entre aquellos que habían protestado en la capital. Un observador afirma que parecía una nueva fiebre de oro de California, cuando cientos de personas invadían la casa de Ballina, afirmando que habían tenido parte en el éxodo”.
Asistimos, en voz del propio Manuel Camacho, a la confirmación de que el gobierno de Carlos Salinas corrompió a AMLO, con cantidades millonarias entregadas a cambio de levantar un plantón político. ¿Cuántos millones, de viejos pesos, le entregaron? ¿A dónde fue a parar ese dinero? ¿Quién tiene registro del destino del dinero? ¿Dónde quedó la “honestidad valiente”? Los fanáticos no van a creer nada. Pero alguien, en el PRD, en la izquierda, en las instituciones, debe explicar lo ocurrido.


¿La mafia política de AMLO?

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