Acayucan.-
El día de ayer, a las cinco de la tarde, fue sepultado el
periodista Gumaro Pérez Aguilando, en medio del dolor, llanto y canciones de mariachi.
A las tres de la tarde, el cortejo fúnebre salió de la casa
de la madre del reportero, en la colonia Morelos.
En la iglesia la Guadalupe se ofició una misa de cuerpo
presente para posteriormente salir con dirección al centro de la ciudad.
Se dejó escuchar la canción de Amor Eterno que hizo derramar lágrimas a la hoy viuda: "Como quisiera, ay que tú vivieras, que tus ojitos jamás se hubieran cerrado nunca y estar mirándolos, amor eterno e inolvidable, tarde o temprano yo voy a estar contigo para seguir, amándonos. . .".
El cortejo fúnebre recorrió la calle Ocampo e incluso pasó
por el frente de la escuela Rafael Aguirre Cinta, lugar en donde fue asesinado.
Continuó su recorrido hasta llegar al pleno corazón de la
ciudad conocida como la Llave del Sureste. Ahí se escuchó: " Recuerdo que juntos pasamos muy duros momentos y tú no cambiaste por fuertes que fueran los vientos. Es tu corazón una casa de puertas abiertas. Tú eres realmente el más cierto en horas inciertas".
Tras recorrer una parte de la calle Hidalgo, frente al
parque Benito Juárez, tomó por la Pípila.
Los mariachis no dejaron de cantar. El cortejo siguió por la Guerrero hasta
la calle Miguel Alemán y de ahí hasta el panteón municipal.
Llanto y dolor pudo verse en los rostros de los familiares, principalmente
en el de su esposa a la hora de ser bajado el cuerpo a su última morada.
Los demás parientes y amigos también le lloraron y se
despidieron de él echándole agua bendita y una flor a su féretro.
Solicitando uno de sus tíos justicia para Gumaro. Que este
crimen, como muchos otros, no quede impune.
Descanse en paz el compañero periodista Gumaro Pérez
Aguilando. Que Dios le perdone sus pecados y lo acoja en su santo seno.
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