Columna: AL AIRE…
Por Maryjose Gamboa
A través de un grupo de mujeres utilizadas como escudo humano, más de un centenar de hombres se aproximaban en medio de la trifulca y aprovechando la confusión del momento, hacia su ÚNICO objetivo, el Gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares. No se trató de uno más de los lamentablemente “shows” pre pago de los “400 pueblos” que se salió de control como intentaron justificar horas después sus organizadores y patrocinadores… Se trató de algo más.
Se trató de un plan perfectamente elaborado, que tenía como principal fin iniciar una batalla campal que distrajera a quienes acompañaban al Gobernador electo, mientras que un grupo de sujetos fornidos, con la mitad de la cabeza rapada, de aspecto muy distinto al resto de los contratados para “la manifestación”, llegaban hasta él… Uno de ellos según se puede constatar en las fotografías captadas por la prensa (agredida también por documentar los hechos), portaba lo que parece ser una pistola tipo escuadra.
En el momento en el que el arma quedó al descubierto por un descuido de quien la portaba, la teoría mil veces imaginada pero nunca tan claramente sugerida, cobró fuerza… La desesperación de Javier Duarte (cuyo vínculo directo con los 400 pueblos está perfectamente sustentado) ha llegado al punto máximo. Al punto en el que la vida de Miguel Ángel Yunes Linares, Gobernador electo del estado de Veracruz corre peligro.
¿Qué intentaba Javier Duarte a través de enviados que además de palos, botellas de vidrio, y piedras, portaban -por lo menos uno de ellos- un arma de fuego? ¿Repetir el escenario de Lomas Taurinas que le costó la vida a Luis Donaldo Colosio? Si no hubiese estado en el lugar de los hechos, tal vez me pareciera difícil de creer la analogía, pero estuve, y a esa distancia que resulta convenientemente relativa al momento de armar el rompecabezas… Suficientemente cerca para sentir el peligro, pero con los metros necesarios para observar como las mujeres que servían de escudo humano le abrían paso justamente a estos sujetos, a los que en nada se parecen a los que comúnmente utilizan como simple grupo de choque al servicio del PRI.
Que tan real resulte la hipótesis no lo sabemos, pero lo menos que podemos hacer es exigir en calidad de sobrevivientes a un estado sin ley, que la federación intervenga de manera inmediata antes que la enfermedad mental de Javier Duarte, le cueste la vida a otra voz crítica de su gobierno… A una voz que además será a partir del primero de diciembre el nuevo Gobernador del estado, el primer Gobernador emanado de dos partidos de oposición y cuyo principal estandarte ha sido el compromiso que Javier Duarte pague su enorme deuda con la justicia.
Dos referencias importantes. La primera, el testimonio que el exdelegado nacional del PRI Juan Maldonado le diera a la revista Proceso el 25 de marzo del 2004, en el que asegura que José Murat, ex Gobernador de Oaxaca, y asesor y amigo personal de Javier Duarte y Fidel Herrera, fue uno de los que “colocó” a Colosio en el sitio en el que fuera asesinado. La segunda, la plática que el pasado 20 de junio sostuvo Javier Duarte con los Alcaldes priistas del estado en el salón Yanga, en la cual les aseguró a decir de tres de ellos, que de aquí al primero de diciembre podrían pasar muchas cosas que evitaran que Miguel Ángel Yunes Linares tomara posesión.
Proceso publicó: “La tarde de aquel 23 de marzo de 1994, cuando Luis Donaldo Colosio Murrieta arribó al aeropuerto internacional de Tijuana, aún no sabía que había cambio de programa y que, en lugar del mitin multitudinario que su equipo de campaña había programado en el baldío llamado “El Terrazo”, el acto se trasladó a la colonia Lomas Taurinas. El cambio del lugar de la recepción que miles de priistas de aquella entidad del norte del país habían organizado al entonces candidato a la Presidencia de la República, salió del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI), recuerda Juan Maldonado Pereda, entonces delegado nacional del tricolor en Baja California. La decisión tomada por el CEN del PRI, ese 23 de marzo de hace diez años, “se hizo a través de José Murat Casab”, recuerda Maldonado Pereda, y aunque el cambio no fue del agrado de ninguno de los representantes de los sectores y de las fuerzas sociales de Tijuana, “como eran instrucciones superiores se tuvieron que aceptar”. http://www.proceso.com.mx/232305/murat-uno-de-los-que-coloco-a-colosio-en-lomas-taurinas
Respecto a la reunión en la que Javier Duarte comentó a los alcaldes veracruzanos que “muchas cosas podrían pasar antes que Yunes tomara posesión”, esta trascendió por tres munícipes presentes que advirtieron al equipo del gobernador electo, que las palabras de Duarte no se podían tomar a la ligera en un momento en el que se estaba visiblemente desesperado.
Y ante este escenario no tiene más opciones el priismo nacional que fijar postura. No bastan las declaraciones de la Presidenta Interina del PRI Carolina Monroy, deslindando a su partido de las acciones carentes de ética que Javier Duarte ha emprendido a través de los diputados locales también del PRI para tratar de “blindar” su salida.
Tampoco la condena que ayer hiciera el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong sobre la agresión perpetrada en contra del Gobernador electo de Veracruz Miguel Ángel Yunes Linares, y de quienes lo acompañaban, el Presidente Nacional del PAN Ricardo Anaya, y el ex Secretario de Gobernación Santiago Creel.
Para detener la demencia con la que se da el lujo de actuar Javier
Duarte, se necesitan acciones concretas por parte del gobierno federal. Nadie en Veracruz creerá la hipótesis de un asesino solitario como nadie nunca la creyó en el país cuando enjuiciaron a Mario Aburto. Por lo tanto solo dos dudas caben: ¿Hasta qué punto Miguel Ángel Yunes Linares le resulta incómodo a alguien más como para permitirle a Javier Duarte hacer cualquier barbaridad? O ¿Hasta qué punto está el gobierno federal está dispuesto a proteger a Javier Duarte a pesar de las barbaridades que sigue cometiendo? No hay más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario