Veracruz, Ver.- Imitación barísitima de Joseph Goebbels, (ministro de prensa de Adolfo Hitler) Francisco Javier Vicente Rodríguez, se apoderó de una parte de las neuronas y del hígado de Alberto Silva, el Cisne, para que le diera chance de inundar a su vez el ciber espacio con correos falsos, ataques en redes sociales y bots con los cuales hacer frente a los enemigos de Javier Duarte de Ochoa.
El Cisne, a su vez, le contó a Javier Duarte de Ochoa que le había pirateado a Gina Domínguez Collio a uno de sus mejores operadores en redes sociales, vaya, casi lo puso como el Antonio Sóla de la guerra sucia contra todo lo que oliera a oposición al PRI.
El Chuleta antes de acomodarse en el equipo de “operadores” de lodo de Duarte de Ochoa, formaba parte del grupo de Miguel Ángel Yunes Linares, incluso, siendo un don nadie, y por recomendaciones, le dieron la dirección de prensa en el ayuntamiento de Boca del Río durante el primer periodo de Miguel Ángel Yunes Márquez como alcalde para que también atacara a Fidel Herrera Beltrán.
Desde entonces, se dedicó a copiar toda clase de información para un día ofrecerla al mejor postor. Nóminas de empleados, sellos, firmas, papeles donde presuntamente se hablaba de los malos manejos del municipio, así como todos los chismes y veneno que pudo recopilar en los corrillos políticos, todo eso lo puso el Chuletas a disposición de Gina Domínguez Collio, ex vocera de JD, cuando éste decide traicionar a los Yunes y pasarse al lado oscuro, con la actual presidenta de la fundación COlosio, que en ese entonces era la coordinadora de Comunicación Social.
El Chule llega al PRI, según la periodista Elía Melchi, porque se encontraba molesto con los Yunes, que lo habrían dejado solo con el pago de una deuda bastante abultada en Hacienda, por la creación de empresas ficticias que se usaron para la guerra sucia, pero que generaron impuestos que él tuvo que cubrir, y por eso los traicionó.
Aunque hay gente que lo describe como un ser oscuro, ambicioso, y que nunca había tenido riqueza en la vida, y tuvo la oportunidad, ofreciendo sus restos al PRI, y lo tomó.
“Siempre quiso más, y más, y tener más dinero, él veía que todos tenían algo, y él aspiraba a más, el dinero lo mataba, es lo que lo mueve”, cuenta una persona que conoció a este oscuro personaje que durante estos años de duartismo ha cobrado cuantiosas sumas de dinero por lanzar lodo sobre quien alce la voz contra Duarte de Ochoa, el Cisne o Gina Domínguez, su madrina.
El Chule ingresa a la maquinaria de operadores de Duarte de Ochoa después de que Yunes Linares, con Ladrones de Elecciones, descarrila a buena parte del gabinete del gobierno de Veracruz, al exhibirlos como planeaban robarse el dinero, Pablo Anaya, Salvador Manzur, Raúl Zarrabal, Ranulfo Márquez y otra runfla de priístas que fueron sacudidos.
Gina Domínguez se trae al Chule, hijo de un humilde vendedor de tortas en el Criver de Medellín de Bravo, y una de sus primeras acciones, fue comenzar el golpeteo contra reporteros de la zona conturbada y de Xalapa que comenzaban a documentar el desastres en ciernes del gobierno de Duarte de Ochoa.
Con correos plagados de calumnias, infamias, mentiras, habladurías sobre corrupción en la prensa, así como fijaciones sexuales de los y las reporteras, eran la materia de los “Chulecorreos”, a los que algunos directivos de medios de comunicación prestaron oídos para correr injustificadamente a reporteros y reporteras.
El Chule vivió años, meses, días de bonanza con Javier Duarte de Ochoa, y fallido el Cisne como candidato al gobierno de Veracruz, se trepó al coche de Héctor Yunes Landa, y ni tardo, comenzó a atacar a las estructuras que hacían crítica la campaña del priísta, y por su puesto, se dedicó a denostar a Miguel Ángel Yunes Linares avivando el viejo rencor con Fidel Herrera Beltrán y con el tema de la Pederastia.
A diario, los correos de los periodistas de Veracruz, así como de las redacciones, se llevaban con estos correos plagados de calumnias, los cuales, según algunas investigaciones, apuntan a que salían de la torre 510 de Boca del Río, en donde Gina Domínguez abrió una oficina alterna a la representación de comunicación social, y en donde además estaba operando el diputado priísta Tonatiuh Pola, con otro grupo de reporteros afines al duartismo.
Chaparrito, de cara afilada, dice que son sangre española, a El Chule le gustó el dinero más que la lealtad, y en ese tenor, se ofertó al enemigo de sus Yunes Linares al terminar la campaña para gobernador en el 2010, misma que llevó a Javier Duarte de Ochoa al poder.
No saben quién hizo el acercamiento entre Chule y Gina Domínguez, las versiones indican que se trató de una columnista del diario Notiver que lo sueña y lo anhela como si se tratara de una celebridad de cine.
Esta manera de atacar, la ejerció mientras duró el dualismo, hasta que la familia Yunes ha logrado tomar el poder del Gobierno de Veracruz, y ahora, Francisco Javier Vicente Rodríguez, hizo maletas y se exilió.
Los que saben del caso, relataron que tomó todo lo que obtuvo por estar al servicio de Duarte, lo vendió, lo empeñó y se marchó a Puebla, huyendo sabedor de que la vengaza de los Yunes y del panismo, tarde que temprano caería sobre sus huesos.
La familia del Chule se encuentra sumamente consternada por la decisión, le recomendaron que se fuera al norte del país, que pidiera un salvoconducto a Duarte para incrustarse en un gobierno del PRI en esas latitudes, otro más, temerosos de su integridad, le han pedido que mejor hiciera uso de su pasaporte y regresara a la Madre Patria para poner mar de por medio.
Y es que los pecados de El Chule contra la familia Yunes Márquez son innumerables.
Los padres de Paco Vicente, trascendíó, están aun más molestos con su nuera, la esposa del Chule, Ana Cecilia Vargas, una socialité venida a menos, que en afán de tener un tren de vida que ya no puede llevar, venía presionando a El Chuletas para que buscara los medios para darle departamento de lujo en Boca del Río, camioneta blindada, vinos caros, paseos en yate, y un estilo de vida digno de los Chedrahui, de los Ruiz, de los Cotaica y de los Mantecón.
Ana Cecilia Vargas amenazaba con dejar al Chuletas si no conseguía darle a lo que aspiraba, y por eso dobló las manos ante el poder corruptor de Gina Domínguez y del Duartismo.
Su principal ocupación, atacara los contrarios a Duarte, lo llevó a crear correos y falsas historias contra políticos de oposición, víctimas del delito, madres que buscan a sus hijos, personas afectadas por el clima de violencia en Veracruz, y por su puesto, periodistas.
A todos estos grupos el Chule Los atacó sin piedad usando más de 100 cuentas de correo electrónico que están ubicadas tanto en oficinas de gobierno como en inmuebles rentados por la administración estatal.
Desde esos correos, por ejemplo, se denostó a la periodista, ahora diputada electa, Maryjose Gamboa Torales, de ella se expuso su vida intima, inventando romances, una supuesta adicción al alcohol que nunca le fue comprobada dentro del proceso que se le sigue por haber atropellado a un ciudadano que cruzó la calle de manera imprudente.
El Chule se hizo adicto a darle juego a las declaraciones de Luis Ángel Bravo Contreras, quien incluso la sentenció en los medios de comunicación, afirmando cuantos años de cárcel le caerían por el delito que no fue doloso, sino un accidente.
Hoy Maryjose Gamboa es la diputada electa que más votos ha captado en una elección en el puerto de Veracruz, y mantiene al Fiscal Luis Ángel Bravo Contreras de enjuiciarlo políticamente para hacer lo pagar por el encierro injusto al que la sometió, así como al que ha metido a cientos de Veracruzanos a los que ha empleado como chivos expiatorios.
Dentro de las acciones legales que ha emprendido Maryjose Gamboa para defenderse, por ejemplo, se sabe que está buscando lavar su buen nombre que intentó pisotear este personaje de los caños políticos mediante sus correos falsos y filtraciones a diarios de comunicación en donde tenía vara alta por gestiones de otro de sus jefes, Alberto Silva, El Cisne.
Por órdenes de El Cisne, por ejemplo, El Chule creó historias falsas sobre el cobro de dinero por parte de reporteros veracruzanos en la nómina de Miguel Ángel Yunes Márquez, en su segunda administración, por esos correos falsos, en donde puso nombres y supuestos convenios, varios periodistas perdieron su trabajo.
Una de las situaciones más delicadas en la que se metió este personaje, fue a la sazón de la desaparición forzada del cantante de la voz México, GIbrán Martiz, quien fue víctima de elementos de la SSP, de Arturo Bermúdez. En uno del los Chule correos, que previamente se había empleado para atacar a políticos del PAN y del PRD, se enviaron las fotos sustraídas ilegalmente del teléfono del a víctima, cuando estuvo en manos de los oficiales en Lencero. Esto está documentado incluso en una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) contra el gobierno de Veracruz, por el delito de desaparición forzada . La primera en la historia de un gobierno de estatal.
Las fotos eran de Gibrán Martiz posando con armas, el Chulecorreo intentó poner al joven xalapeño como un supuesto sicario de la mafia, sin embargo, el armamento era de utileria, empleado en un video que el joven había realizado en días pasados,declaró la familia de la víctima al aclarar la situación.
Al darse cuenta del quemón, esa cuenta de correo no se volvió a emplear, pero la familia pudo cuadrar que el teléfono fue encendido y abierto cerca de La Loma del Diablo en Boca del Río, muy cerca de la residencia del personaje en cuestión.
La investigación por este delito sigue abierta, las recomendaciones no se han acatado, y el proceso podría alcanzar a Pavo Vicente por haber intentado pisotear el nombre de un joven que se sumó a las víctimas de Arturo Bermúdez.
“Si algo me pasa a mí o a mi familia, los responsables son la familia Yunes”, dijo el Chuletas antes de marcharse de Veracruz inaugurando así el éxodo de sátrapas que gozaron del duartismo y que no les va quedar de otra más que exiliarse.
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