El experto en conservación de la biodiversidad de la
Universidad Veracruzana (UV), Jorge Galindo González, advirtió sobre el impacto
en la conservación de los murciélagos de la región de Los Tuxtlas, por las
perturbaciones a su hábitat.
Esa línea de investigación de Jorge Galindo González, del
Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (Inbioteca) de la UV, consiste
en estudiar los efectos de la fragmentación del paisaje y la pérdida del
hábitat en las comunidades animales, en especial de los murciélagos.
El biólogo explicó que los murciélagos realizan servicios
ambientales, como la dispersión de semillas y el control de plagas de diversos
cultivos, además de que se les considera un indicador del estado de
conservación de las selvas tropicales, por ser muy sensibles a las
perturbaciones del hábitat.
La fragmentación del paisaje ocurre cuando un hábitat
inicialmente continuo es dividido en porciones de menor tamaño; eso puede
presentarse cuando las áreas boscosas son convertidas en plantaciones, cultivos
o zonas de pastoreo, detalló.
Por ejemplo, planteó, la región de Los Tuxtlas, en Veracruz,
está conformada por cultivos, fragmentos y remanentes de selva, vegetación
ribereña y cercas vivas, además de pastizales con arbustos y árboles aislados
que no fueron talados.
La respuesta de las especies a la fragmentación del ambiente
es distinta, por lo cual el integrante de la Academia Mexicana de Ciencias
estudió el caso de los murciélagos en Los Tuxtlas y clasificó a los de esta
región según su capacidad de respuesta ante los cambios relacionados con las
perturbaciones y la fragmentación del paisaje.
En el estudio “Efectos de la fragmentación del paisaje sobre
poblaciones de mamíferos. El caso de los murciélagos de Los Tuxtlas, Veracruz”,
clasificó la especie en tres grupos, según la abundancia y el área en la que
fueron capturados, así como las características de la estructura de la
vegetación de su hábitat.
Detalló que los murciélagos clasificados como dependientes
del hábitat viven en la selva o en grandes fragmentos de vegetación con poca o
nula perturbación, no toleran los espacios abiertos ni volar fuera de la
cobertura vegetal.
Además, son los más especializados en cuanto al tipo de
alimentación y requerimientos del hábitat, por lo que representan a las
especies más vulnerables.
Los murciélagos de la región de Los Tuxtlas clasificados
como vulnerables, son especies que habitan en la selva y los remanentes de
ésta, utilizan los recursos de los corredores que atraviesan los pastizales,
pero no salen hacia campo abierto.
Los murciélagos adaptables, indicó, aprovechan los recursos
disponibles en el paisaje y son los más tolerantes a las perturbaciones, por lo
que juegan un papel en la regeneración de la selva, ya que por la noche se
establecen en las copas de los árboles para alimentarse y con ello depositan
una gran cantidad de semillas.
El experto describió que los murciélagos son mamíferos con
la capacidad de volar, tienen pelo, poseen cinco dedos, las crías se alimentan
de leche, y aunque pueden ver, tienen un sistema que les permite orientarse en
plena oscuridad.
Ese sistema, llamado ecolocalización, les permite encontrar
y aprovechar muchos recursos durante la noche, como son insectos y diversos
frutos.
La dieta de los murciélagos es muy diversa. El 75 por ciento
de los murciélagos, que equivale a unas 975 especies, se alimentan de insectos,
otros de frutos, y algunos de semillas, néctar y polen; también existen los
murciélagos que comen peces, lagartijas, aves, ranas, roedores e incluso a otros
murciélagos de menor tamaño.
Sólo tres especies en el mundo, las cuales se encuentran en
América, se alimentan de sangre de mamíferos o de aves, aclaró Jorge Galindo,
durante la conferencia Biología, diversidad y conservación de los murciélagos
de México, que se presentó en el marco de la Olimpiada Nacional de Biología,
efectuada en Xalapa.
Con información de Notimex.
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