lunes, 28 de marzo de 2016

Alejandro Bonilla, debe irse

Libertad Bajo Palabra/ 28 marzo, 2016

Édgar Hernández* / Es un innoble.

Fue deshonrado por el candidato Miguel Angel Yunes Linares sin que pestañeara, sin que se atreviera a desmentirlo, sin que sacara la casta para defender al organismo que representa.
El y el OPLE, la institución que será árbitro en la contienda electoral,  desde ayer domingo quedaron en el descrédito total al guardar silencio ante las graves denuncias y demoledores señalamientos en donde lo colocan a él y a su equipo como unos rapaces lame botas de Javier Duarte.
Ha de haber sido difícil comerse ese sapo.
Más difícil levantarse de esa admonición en donde mínimo, por dignidad, el siguiente paso para este presidente del Consejo del Organismo Público Local Electoral, José Alejandro Bonilla Bonilla, debiera ser su renuncia.
De hecho nunca debió haber ocupado esa responsabilidad ya que desde su asunción ha sido cuestionado por su pasado priista (su precedente más cercano es haber trabajado como funcionario estatal y al secretario ejecutivo de venir de la campaña del PRI) lo cual le resta imparcialidad; por sus recomendados –los consejeros- puro mapache, y por esos excesos en sus salarios, camionetas de lujo y gastos millonarios de representación.
Del grupo de Héctor Yunes Landa, el señor Bonilla, siempre gozó del compadrazgo. Le endilgaron un talento que no tenía y le entregaron una tarea que ha puesto en entredicho al mismo Instituto Nacional Electoral.
Lo dicho por Miguel Angel Yunes Linares pues, es algo más que una algarada o el regaño de un aspirante ofendido.
Es, ni más ni menos, la esencia de lo que espera a Veracruz el cinco de junio con “Gabriel Deantes comprando al secretario ejecutivo y a los consejeros”.
Y es que en el ánimo ciudadano, de cara a la percepción ciudadana, “el organismo público no ofrece la certeza de garantizar elecciones democráticas, porque su decisión es permitir que sobre la autonomía constitucional gravite el poder corruptor del gobernador de Veracruz, Javier Duarte”, denuncia Yunes Linares.
El discurso del candidato de la coalición PAN-PRD, en solo siete minutos, pone en tela de juicio y destruye al organismo electoral.
Adelanta asimismo la presunción, amén de que a Yunes Linares le quedan motivos para el ¡Se los dije… ahora vamos a violentar la ley!
Los que vive el PRI no son sus mejores días, más tratándose de su dirigencia y su aliado natural –OPLE- que están totalmente descobijados.
A Héctor Yunes Landa no le sirven.
Menos a Veracruz ya que no le representa garantía de autonomía y eso de dejarse gritonear por un bravucón en su propia casa sí que está muy cabrón.
Harta razón tiene, sin embargo, el primo incómodo cuando advierte que es el pueblo de Veracruz el que va a decidir quién será el próximo gobernador con los consejeros a quienes advirtió que “el proceso electoral se hará respetando la ley o contra ustedes violentando la ley pero no vamos a permitir que le arrebaten al pueblo de Veracruz el triunfo de las elecciones del 5 de junio”.
¿Violentando la ley?.. ¡Cuidado!
Hay definiciones que deben revisarse. No se puede violentar la ley bajo ninguna circunstancia. Estamos frente a la elección más difícil y complicada de los últimos 87 años y el ánimo social está muy crispado.
Esto no es el yo voy a ser ¡a güevo!., es de votos.
Si el pueblo es el mandante y aplica el voto de castigo en favor de algunos de los cinco en contienda, que así sea. Si son los tribunales los que tienen que decidir que así sea y si el triunfo es para Miguel ¡Va!..
Veracruz no está lista para una carpa por todo Avila Camacho los siguientes ocho meses como lo hizo el Peje cuando se declaró “Presidente Legítimo”, Veracruz quiere, en efecto, que se largue su nefasto gobernador, pero no quiere  que venga uno a violentar –aún más- el solar.
Tiempo al tiempo.

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