OLUTA, VER.
Don Jorge
Antonio Ruiz Quintela de 56 años de edad, es un hombre considerado por sus
hijos como un ejemplo de vida. Ha luchado desde hace 22 años con la diabetes
mellitus, proveniente presuntamente por un susto que sufrió, al enterarse en el
año de 1993 que su padre estaba a punto de fallecer, recibiendo la noticia de
manera sorprendente, trayendo como consecuencia el desarrollo de la enfermedad
conocida como azúcar.
Su domicilio se
ubica en la calle Antonio Castillo número 203 de la colonia Benito Juárez, del
predio San Juan Bautista, en el municipio de Villa Oluta. Toda su vida la dedicó como conductor de
camiones de autobuses; trabajó durante 14 años como chofer de la línea
Transportes del Istmo, otros 14 años más en Transportes Ixhuatlán del Sureste y
3 años en la empresa ADO.
Don Jorge ha
sufrido severos problemas de salud, pero el hecho de estar con vida lo ha
motivado a seguir perseverando con su esposa e hijos.
Y es que desde
1992, su situación empezó a complicarse al presentar una infección en el riñón
izquierdo, que llevó a los médicos extirparle, quedando con el riñón derecho. En 1993 le detectaron la diabetes, que lo
llevó a seguir un control médico para nivelar la glucosa, sin embargo, en enero
del 2009, su vida se fue deteriorándose más, tras sufrir problemas de
descalcificación, que le provocó fractura en el pie derecho, justo cuando
bajaba del autobús en la terminal de la ciudad de Acayucan, cuando cumplía sus
actividades laborales.
Los médicos le
refirieron que la diabetes había acabado con el calcio de sus pies, padeciendo
además la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth (CMT), también conocida como
neuropatía hereditaria motora y sensitiva o atrofia muscular del peroneo,
afectando los nervios motores y sensoriales, generando una deformación en el
pie derecho.
Sin embargo, su
viacrucis continuó en el 2010, al sufrir de una lesión en el pie izquierdo, causándole
una úlcera infecciosa, amputándole los médicos la extremidad inferior hasta la
rodilla, quedando imposibilitado para poder caminar.
Pero gracias a
la labor del DIF municipal, la mañana de ayer don Jorge Antonio Ruiz, recibió una
silla de ruedas de manos de la presidenta de esta dependencia, la señora
Manuela Millán Díaz, a quien agradeció públicamente por este gesto noble, indicando
que con este equipo podrá realizar sus actividades con mayor facilidad y
trasladarse a sus consultas médicas.
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