Las Letras de Eva
Miércoles, 20 de agosto de
2014
Por Eva López Robinson
Hola Chinito:
Decías continuamente que el
tiempo se iba muy rápido y el comentario siguiente era, con tu cara sonriente
de ojos entrecerrados: “Lo bueno es que ya viví y estar aquí es ganancia”. Y
recuerdo lo del tiempo al observar el calendario, para encontrarme con la
sorpresa de que hace un año te fuiste, aunque te quedaste… sentí tan corto este
lapso que no recordaba, hasta que Julio César me envió un mensaje, y me movió
el corazón recordar tan tristes momentos.
¿Sabes amigo? La vida es tan
poquita cosa, una nada en la inmensidad del universo, corta, fugaz y
lamentablemente desperdiciada. Nos movemos en un mundo tan materialista, que
pasamos por encima de los valores para obtener riquezas y poder que aquí
quedan, después de cerrar los ojos a este planeta. Lo platicábamos tú y yo en
los últimos meses de tu vida, cuando llegabas al estudio de mi hijo; habías
cambiado mucho y poco antes de morir me dijiste que ojalá te hubieras dado
cuenta antes, que no disfrutaste a tu familia, el día, la vida, por andar
empecinado detrás del dinero que nunca era suficiente… y te volviste más
afectuoso con la gente que te rodeaba.
Hoy ya no estás, no
físicamente, aunque creo que tu espíritu anda entre nosotros y estarás
contemplando a tu amada familia que no ha llorado lo suficiente tu ausencia, a
tus amigos tundeteclas, en sus jornadas diarias que alguna vez compartiste… y
la vida continúa, amigo, en su vaivén, gente llegando y otra despidiéndose al
pie de ese tren ineludible que abordaste hace un año… Pero mi corazón presiente
que eres en aquella región ignota el mismo chinito bromista, alegre; quizá allá
también cargues tu “guachoma” y algo tengas que ver con la comunicación.
Amigo querido, sigue
descansando sobre la mullida nube que te hayan asignado ¿ya te ganaste tus
alas? Debes verte chistoso con una túnica blanca, aureola y algún instrumento
musical, digo, imaginándote como los angelitos de las ilustraciones antiguas.
Pero entérate, acá en el sufrido planeta dejaste gente que te quiere y te
recuerda, así que sonríe por toda la eternidad y descansa en los brazos del
Señor, los que tomaron tu espíritu hace un año, para llevarte a su lado.
Disfruta la paz eterna y recuerda que te amamos, mi querido chinito…
Dios te bendiga por siempre
(Tomado del Facebook)
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