lunes, 16 de junio de 2014

CONTEXTO POLITICO.-EL SUPLICIO DE ROMANA


Por Roberto PÉREZ LÓPEZ
 
Desde mediados del mes de febrero, la reportera del periódico El Heraldo de Coatzacoalcos, Romana Cruz Ortega, permanece en calidad de “protegida” por el gobierno del estado, a raíz del asesinato del reportero policiaco Gregorio Jiménez de la Cruz pero vive su propio calvario por tener como vecino incomodo al dizque periodista, Ramiro Mollinedo Falconi.
Después de las movilizaciones de protestas por el secuestro de Goyo, reportero del rotativo Notisur, donde Romana Cruz Ortega, junto con otros jóvenes y valerosos periodistas –de diversos medios de comunicación- exigían que apareciera con vida, existía la presunción de que Cruz Ortega corría peligro, por eso se pidió la intervención del gobierno.
Desde entonces, ella permanece protegida y bajo vigilancia en el hotel Xalapa, para desgracia de Romana, tiene como vecino incomodo a Ramiro Mollinedo Falconi, quien también goza de la misma protección por “asuntos de faldas”, que derivo en golpes y lesiones que le propinó su vecino del conjunto habitacional El Naranjito, en el municipio de Cosoleacaque.
A raíz de este incidente de faldas, Mollinedo vive tranquilamente en el mismo hotel, pero “vivillo” como siempre, ahora se llevo a sus colaboradores del semanario que edita, entre ellos a su cuñada, o sea, la pareja sentimental de su hermana, y para redondear la situación, el gobierno del estado les tiene asignado un presupuesto especial para compensar la inactividad laboral.
El caso que ahora Romana ya no aguanta a su vecino, desea retornar a Coatzacoalcos, y reincorporarse a la actividad periodística en El Heraldo de Coatzacoalcos, además de reencontrarse con su familia e hijo, pero no logra entablar el dialogo con el gobernador Javier Duarte de Ochoa, el secretario de gobierno, Erick Lagos Hernández, para comunicar su deseo.
Mientras tanto, Mollinedo sigue haciendo de las suyas, lo último, al acudir a una entrevista con el gobernador, se hizo acompañar por Romana, pero ella no entró, ahí el mandatario le hizo entrega de 400 mil pesos, de eso la mitad sería para Cruz Ortega, pero nunca le deposito a la cuenta, además que tampoco deja que ella pueda hablar con Duarte de Ochoa.
Y para colmo, ahora Mollinedo inventó que habían secuestrado a su hermana, con eso, logro que le dieran medio millón de pesos, y de este penúltimo timo, adquirió una lujosa camioneta, de manera normal se le observa por el sur de Veracruz, así que de nada sirve que le tengan protegido en el hotel Xalapa, si aquí anda como si nada pasara.

EL PODER DETRÁS DEL TRONO

Finalmente esa famosa Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas, que preside Numiko Matzumoto Benítez, se convirtió en un apéndice de la súper secretaria técnica del gobierno, desde donde Gina Domínguez Colio, sigue manejando los hilos de la Coordinación de Comunicación Social, pues Alberto Silva Ramos, sólo cumple con su presencia física, nada más.
Lo mismo sucede con la Comisión Especial de Atención a Periodistas en el Congreso de Veracruz, que preside Eduardo Sánchez Macías, copropietario del grupo editorial Sánchez Macías que hace circular El Heraldo, incluso, el director general, Francisco Sánchez Macías, se comprometió a pagar puntualmente el salario a Romana Cruz Ortega, pero hasta la fecha no cumple.
Para cualquier comentario, sugerencia, opinión y aclaración al correo electrónico: robertopelo66@gmail.com y al teléfono celular: 921 172 7002.

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