sábado, 17 de mayo de 2014

Buscan a ocho duartistas



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•Todos han cometido el mismo delito: defraudar la confianza del jefe máximo

Luis Velázquez Posdata

Veracruz. 17 de Mayo de 2014- Se busca: 
Gabriel Deantes.

Acusado por la Auditoría Superior de la Federación de irregularidades en 6 mil millones de pesos federales para el ramo educativo en Veracruz. Es un tipo altanero, soberbio y petulante. Creído.  Se ignora si con parte de tales recursos levantó su mansión bautizada como “Villa Meona”, de cuatro pisos, 11 baños, dos elevadores, dos salas de cine. Se hacía apodar “El brother” del gobernador.
Se busca:
Édgar Spinoso.
Tipo astuto y taimado, involucró a dos de sus hermanitos en (presuntos) trastupijes. Está involucrado por la Auditoría Superior de la Federación en irregularidades de 6 mil millones de pesos federales para el ramo educativo. Se siente seguro de que librará la acusación, porque habría salpicado a sus jefes inmediatos y superiores. Sueña, oh paradoja, con la candidatura priista a diputado federal por el distrito de Martínez de la Torre.
Se busca:
José Tomás Carrillo Sánchez.
Ha tenido carrera meteórica en el final del Fidelismo y durante el duartismo. Es un tipo peligroso que “tira la piedra y esconde la mano”. Igual que su maestro, apodado “El fogoso”, también suele vender esperanzas que en el fondo significa ‘’agarrar de pendeja a la gente’’.  Además, según Albert Camus, la esperanza es resignación. Y la vida, cuando se vive a plenitud, en ningún momento significa resignarse, sino lucha constante. Sin embargo, su alta peligrosidad está en que se siente Dios, con mayúscula, es decir, el Ser Superior del catolicismo, como se lo ha dicho a uno que empleado de su búnker, el Instituto Nacional de Migración. Es un tipo zorruno y juega a seductor. Le apodan “El Capulina” por su parecido a Gaspar Henaine.
Se busca:
Raúl Zarrabal junior.
Despacha hoy como diputado local. Su eje del mal está integrado por las siguientes perspicacias y suspicacias. Quiso tumbar a Juan Nicolás Callejas Arroyo del liderazgo de la bancada priista en el Congreso y falló. Quiso presidir la Comisión de Vigilancia del Congreso y falló. Quiso, antes, la candidatura a la alcaldía de Boca del Río y falló. Igual que Marlon Ramírez, ya se definió por Héctor Yunes. Está acusado de daño patrimonial en la SECOM. Pero se siente ultra contra súper seguro. El fogoso, su padrino de bautizo, lo tiene blindado.
Se busca:
Salvador Manzur Díaz.
Despacha como delegado federal de BANOBRAS. Le hicieron creer que es una versión del Gran Gastby boqueño. Descarriló el Pacto México de Enrique Peña Nieto, que fue resucitado gracias a los operadores de Los Pinos. Pero es un indiciado del PAN y PRD, que por ningún motivo lo dejarán moverse como tiburón en sus aguas. Su frase bíblica es “El dinero público para gasto sociales es oro molido para ganar en las urnas”. Vive ahora en la nostalgia de los días de esplendor al lado de su compadrito.
Se busca:
Marcos Theurel Cotero.
Expresidente municipal de Coatzacoalcos libró la rendición de cuentas con la complicidad del ORFIS y la Comisión de Vigilancia. Pero su paso por la secretaría de Comunicaciones está bajo sospecha. Ha sido acusado de ilícitos en la construcción del Túnel Sumergido. Según la bola de cristal de la astróloga Elpidia Canelo, está con un pie en la libertad y otro en la cárcel, con lo que se convertirá, de ser así, en el segundo político que Javier Duarte lleve a la prisión. Ni Marcelo Montiel Montiel lo salvaría.
Se busca:
Arturo Bermúdez Zurita.
Ultra contra súper secretario de Seguridad Pública, y no obstante el presupuesto millonario y el Veracruz seguro, la inseguridad, por su culpa, se ha convertido en el flagelo número uno de los 8 millones de habitantes de Veracruz. Su permanencia en el poder policiaco daña más al gobernador que en su tiempo María Georgina Domínguez. Defeño, debiera regresar a su ciudad natal. Según la fama pública tiene una cadena hotelera de 12 hoteles, más un rancho con animales exóticos. Es un magnífico ahorrador que le ha permitido sus bienes.
Se busca:
José Ruiz Carmona.
En SAS, Sistema de Agua y Saneamiento, dejó el siguiente recuerdo: según el alcalde Ramón Poo, una cartera vencida de mil millones de pesos. Según el alcalde Miguel Ángel Yunes Márquez, un déficit de 250 millones de pesos. Según el alcalde Omar Cruz, un daño patrimonial de 600 millones de pesos. Y sin embargo, fue premiado con la subsecretaría de Desarrollo Social, quizá, acaso, porque se habría bañado en tina y salpicado a los jefes superiores. Si José Tello Allende, el sucesor, interpusiera una demanda penal en la procuraduría, Ruiz Carmona alcanzaría a Sara Luz Herrera en la cárcel.
Todos, sin excepción, han cometido el mismo delito: defraudar la confianza del gobernador de Veracruz.
Todos han vivido, y vivido bien, los últimos tres años y medio con cargo al presupuesto público, captado con el pago del contribuyente de norte a sur de la tierra jarocha.
Y, por tanto, si “ordeñaron la vaca suiza” como reza la fama pública, son candidatos naturales a la Ley de Responsabilidades de Funcionarios Públicos y al Código Penal de Veracruz.
Faltaría que el jefe máximo se defina entre cumplir las expectativas de 8 millones de habitantes de Veracruz, y/o por el contrario, solape a todos ellos.

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