Expediente 2014
Por Luis Velázquez
Veracruz. 6 de Abril de
2014.-El ciudadano “se pone las manos en el corazón” para pensar en los
migrantes. Ellos, cuando dejan a su familia en la pobreza y la miseria,
viajando en el lomo de “La bestia” a la frontera norte y Estados Unidos.
Arriesgando la vida cuando
de pronto, los malandros asaltan el tren de carga de las empresas Kansas City y
Ferrosur, y con pistola en mano y al cincho, con R-15, con navajas y cuchillos,
vaya usted a saber, exigen una cuota de 100, 200 y 300 dólares a cada uno, pues
de lo contrario, de igual manera como los realistas colgaban a los insurgentes
de un árbol a la orilla del camino para intimidar a los campesinos, los tiran
del tren y quedan mutilados, si bien les va, y pierden la vida.
El ciudadano “se pone las
manos en el corazón” porque Veracruz está convertido en el peor rincón del
infierno en el paso de los migrantes de sur a norte del país.
Y el ciudadano también mira
y “ve muy triste, muy triste, y muy lamentable, muy lamentable” que si los
migrantes viajan en “La bestia” por necesidad económica, dada la pobreza en que
viven, por un lado, los malandros los asalten y asesinen, y por el otro, ahora
se pretenda que las ferroviarias indemnicen a los migrantes.
¡Oh neuronas tan limitadas
que impiden comprender tal iniciativa del gobierno de Veracruz!
Sin tener la bola de cristal
de la astróloga, lo único que habrá de considerar es lo siguiente:
1.- Nunca, jamás, Kansas
City ni Ferrosur serán doblegadas. Ene millón de veces más pasará más rápido un
camello por el ojo de un alfiler…
2.- Si continúan satanizando
a tales ferroviarias, se correría el riesgo de que en todo caso prohíban a los
migrantes viajar en “La bestia”.
3.- Resulta inverosímil,
audaz, temerario, afirmar que las ferroviarias cobran una cuota a los
migrantes, más la cuota, digamos, de los carteles. En todo caso, y si así
fuera, la cobrarían los garroteros, cuyos salarios han de ser de hambre.
4.- El procurador de
Justicia ha lanzado tal ocurrencia sólo para acallar los remordimientos del
gran fracaso de la política migratoria de Veracruz.
Por eso, y mientras el
planeta es dividido entre buenos y malos, resulta lamentable la cortedad de
miras. La ausencia de una visión de Estado. El operativo conjunto entre el
gobierno de Veracruz y el Instituto Nacional de Migración y los activistas,
ONG, de los migrantes, para mirar la realidad con la crudeza de los hechos y
las circunstancias.
EJE DEL MAL
El ciudadano “se pone las
manos en el corazón” por la insensibilidad oficial ante el gran pendiente de
los migrantes, convertido ya en un asunto de seguridad nacional.
Si, por ejemplo, la
Secretaría de Seguridad Pública, y la AVI, y la procuraduría, y las policías
municipales, y el Veracruz seguro, están conscientes de que Coatzacoalcos,
Medias Aguas, Tierra Blanca, Córdoba y Orizaba integran el eje del mal, resulta
inverosímil que tal ruta geográfica haya dejado de blindarse.
También, por ejemplo, si los
activistas Rubén Figueroa, fray Tomás y José Alejandro Solalinde Guerra, entre
otros, han documentado que los policías y los agentes federales de Migración
son aliados de los carteles en contra de los migrantes, sería interesante
conocer las razones de la tolerancia, la apatía, la indiferencia, el
menosprecio, la soberbia, etcétera.
Si, digamos como hipótesis,
que Kansas City y Ferrosur fueran culpables, valdría la pena saber los motivos
por los cuales la procuraduría de Justicia decidió rafaguear al par de empresas
(una, norteamericana, quizá por el 21 de abril) en vez de un cabildeo
diplomático, un intercambio de barajitas, una negociación, y en donde los
asesores Enrique Jackson, Carlos Brito, José Murat y Rubén Aguilar Valenzuela,
pudieron haber desquitado su sueldo millonario.
Por eso, y además, la
política migratoria de Veracruz se ve “muy triste y lamentable”.
CURARSE EN SALUD
“Muy triste y lamentable” se
mira que en vez de redefinir la política migratoria de Veracruz (¿existe?)
tiremos la piedra y lavemos las manos para curarnos en salud y desviar la
atención.
Una vez más se reproduce el
modelito observado por el maestro en Ciencias Políticas, Carlos Ronzón
Verónica: si hay niños y mujeres indígenas pidiendo limosna, vienen de Chiapas.
Si hay muertitos, los tiran desde Tamaulipas. Si hay carteles, vienen huyendo
del norte del país. Si hay ladrones atracando Yepas y Oxxo y bancos, los Yunes
azules conspiran contra Veracruz. S hay deuda pública la dejó el fogoso. Si hay
mujeres desaparecidas huyeron con el novio. Si hay hombres desaparecidos se
‘’pelaron’’ con la amante.
Y si los sicarios asaltan y
asesinan a los migrantes… es por culpa de Kansas City y Ferrosur.
“Los malos” son ellos. ‘’Los
buenos’’, somos nosotros.
Y por eso mismo, el
ciudadano “se pone las manos en el corazón” para rogar a los 11 obispos y el
arzobispo de Veracruz que por clemencia y misericordia oficien misas en sus
diócesis para que el Espíritu Santo se pose en las neuronas de la elite priista
en el poder sexenal.
Han pasado tres años, cuatro
meses y seis días y siguen gobernando con ocurrencias.
Y el ideólogo de la
migración, José Tomás Carrillo Sánchez, callado. Sumido. Quizá nadie lo mira.
Acaso, y como él mismo ha dicho a uno que otro empleado, es Dios con mayúscula,
y estaría hablando con los dioses, dejando hacer y pasar a los pobres mortales…
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