viernes, 28 de marzo de 2014

Si no se investiga… quedará la sospecha

Columna: Sumario

Marzo 28, 2014

A ver, el día 20 de febrero el gobernador Javier Duarte dijo durante la toma de protesta a los nuevos titulares de Sedesol y de Comunicación Social, así como a su secretario particular y a la secretaria técnica de la Oficina del Gobernador lo siguiente: “Es momento de asumir nuevos retos y cumplir con lealtad y eficacia nuevas responsabilidades… con entrega, orden y eficacia (repite)… porque el único proyecto político se llama Veracruz…”
O sea, los que fueron removidos, o destituidos de sus cargos -porque eran más importantes los que tenían-: Gina Domínguez y Alberto Silva (éste estaba donde hay roce y trato con las autoridades municipales y con el pueblo, y además dinero para repartir, el de Sedesol es el cargo ideal para construir una candidatura, a diputado federal primero y hasta a gobernador después), ¿salieron de ahí por su falta de lealtad y por ineficaces?, ¿por su falta de entrega, por desordenados y (otra vez) por su falta de eficacia?, ¿cómo se debe entender entonces, que a una persona con esas características le hayan encargado un área tan sensible como la comunicación social del gobierno del Estado, cuando según éste estaba tan deteriorada?
De Jorge Carvallo ni hablar, a ese lo mandaron a Sedesol por sus conectes en el gobierno federal para hacerlo luego diputado federal y que tenga fuero cuando se ofrezca; y al secretario particular Juan Manuel del Castillo simplemente le hicieron justicia.
Indicó el Gobernador que “al frente de la Secretaría de Desarrollo Social se designó a Jorge Carvallo Delfín, un servidor público con experiencia probada (¿en qué?) y capacidad para dar resultados (¿como cuáles?)”, y agregó que se ha hecho mucho pero falta sin duda más por hacer…
De igual manera indicó que “al frente de Comunicación Social, área estratégica para acercar las acciones de gobierno con la sociedad, estará Alberto Silva Ramos, quien se ha desempeñado con profesionalismo y eficacia en distintas responsabilidades en el sector público”. Bueno, ahí sí se está viendo ya un cambio para bien, ya no se trata de ocultar la información, sino de darle a ésta el manejo adecuado. El día que la policía de Orizaba detuvo a un periodista, la dependencia que encabeza Silva emitió de inmediato un comunicado, diciendo quién lo detuvo, por qué, y que tuvo que pagar una fianza para salir. Eso era todo, ahí terminó todo, no hubo ningún escándalo, ningún mitote, nadie protestó por un supuesto maltrato a la prensa ni por la falta de libertad de expresión. Señal de que Alberto Silva no es ni desleal ni tampoco ineficaz. ¿A quién se refería entonces el Gobernador, sólo a Gina Domínguez?, yo creo que también a Carvallo, aunque éste por órdenes superiores se haya caído para arriba.
Pero también dijo: “Mi reconocimiento a Gina Domínguez Colío, quien se ha desempeñado como una servidora pública comprometida, su dedicación y profesionalismo contribuyeron a fortalecer los trabajos de la administración estatal en comunicación social…” ¿Por fin?, ¿por qué tiene que ser ese el lenguaje de los políticos, que parece que hablan para que nadie los entienda?, ¿o alguien le entendió?, yo no.
Pero eso no es todo, lo más grave viene a continuación. El 19 de marzo al tomarles la protesta a los nuevos titulares de la Subsecretaría de Administración y al oficial mayor de la SEV, el gobernador Javier Duarte dijo que había decidido la remoción de Gabriel Deantes y Edgar Spinoso porque su gobierno tiene el compromiso de conseguir nuevos logros, de entregar resultados y beneficios concretos a la población, “y por esta razón seguiré exigiendo buenas cuentas, lealtad y vocación de servicio a los servidores públicos de mi gobierno”. Evidentemente ninguno de los dos le entregó buenas cuentas ni le fue leal…
“El Gobernador afirmó que gobernar de manera eficaz, con orden y en apego a la ley, es un imperativo en su administración, y dejó en claro que en su administración sólo hay espacio para servidores públicos que se conduzcan con eficiencia, lealtad, compromiso y transparencia”.
“Por ello -dijo- reestructuramos nuestra administración con servidores públicos comprometidos, de experiencia y apegados a la observancia de la ley”.
O sea que aquí ya no hay sólo ineficacia, deslealtad sí, pero no hay buenas cuentas, ni transparencia, ni observancia de la ley. Es decir, aquí hay latrocinio, desvío de recursos, peculado, qué sé yo como se llamen los delitos cometidos por estos dos “servidores” públicos.
Desde que llegué yo a Xalapa escucho que Spinoso es un sinvergüenza; y según dice Arturo Reyes Isidoro, quien lleva toda una vida como periodista y viviendo en esta ciudad, Gabriel Deantes llegó aquí procedente de Tamaulipas con un automóvil de modelo atrasado como única propiedad, es decir, con una mano atrás y otra adelante, uno era el Gabriel de antes y otro es el de ahora, pues se ha convertido en multimillonario. ¿De dónde?, ¿ladronde? -dicen en mi rancho…
Mi pregunta es: ¿así se va a quedar todo?, ¿basta con separarlos de sus cargos?, ¿no se le llama a eso impunidad, cuando no complicidad? Se está poniendo de moda ya castigar a los funcionarios ladrones, ahí están los ex tesoreros de Tamaulipas y de Michoacán, el ex gobernador de Tabasco; se busca al de Tamaulipas… ¿no le va a entrar Veracruz a esa moda?, ¿se van a ir tan tranquilos esos ex funcionarios con los cientos de millones de pesos que se robaron?, ¿no habría que meterlos a la cárcel, procesarlos, y confiscarles sus bienes?
Si no se hace nada al respecto, quedará la sospecha…

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