Madero y Peña. Entendimiento. Foto: Germán Canseco |
MÉXICO,
D.F. (apro).- De nueva cuenta, la prensa estadunidense dio otra
probadita de los alcances que tendrá la reforma energética impulsada por
el gobierno de Enrique Peña Nieto que en los próximos días será
sometida a discusión en la Cámara de Diputados.
En su edición de
este miércoles el Influyente diario The New York Times revela que el
gobierno federal y el PAN negocian que petroleras privadas y el Estado
mexicano compartan la producción de hidrocarburos.
Con base en versiones de tres personas que participan en dichas negociaciones, el reportero Carlos Montes refiere:
“Altos
representantes del gobierno y miembros importantes del conservador
Partido Acción nacional (PAN) se encuentran en negociaciones avanzadas
para sellar un acuerdo que permitiría al Estado mexicano compartir la
producción petrolera, así como conceder contratos de licencias diseñados
para acceder a depósitos de gas de esquisito y crudo en aguas
profundas”.
Este modelo, dice, daría a las empresas interesadas
una parte del petróleo o gas que se lograra extraer, y no sólo
repartiría las ganancias en monetario entre las partes, como es lo que
hasta ahora se ha ofrecido en la iniciativa.
Según el reportero, los contratos de ganancias compartidas, en los que toda la producción va al Estado, se plantearían sólo para campos petroleros de bajo riesgo.
Según el reportero, los contratos de ganancias compartidas, en los que toda la producción va al Estado, se plantearían sólo para campos petroleros de bajo riesgo.
Los otros dos en negociaciones –aclara– se utilizarían para proyectos de mayor riesgo y alcance.
En
el texto, consigna que si la reforma energética es aprobada en dichos
términos, México pasaría de ser un mercado energético controlado por
una sola entidad – Pemex–, a un mercado basado en la competencia , en
que las empresas privadas podrán explorar y producir hidrocarburos por
su cuenta, bajo un contrato con el Estado mexicano.
Actualmente, refiere, México es el noveno mayor productor de petróleo en el mundo y los geólogos creen que cuenta con los cuartos mayores de gas esquisito.
Actualmente, refiere, México es el noveno mayor productor de petróleo en el mundo y los geólogos creen que cuenta con los cuartos mayores de gas esquisito.
Las versiones de las negociaciones también fueron publicadas por la agencia Bloomberg.
Las
fuentes dijeron que en los contratos de licencias especiales de
producción para depósitos shale y en aguas profundas una empresa
controlaría el petróleo tras pagar regalías e impuestos.
En el
proyecto original anunciado por Peña Nieto el pasado 11 de agosto, el
proyecto no prevé esa fórmula. Incluso, toda su campaña de difusión se
orientó a persuadir a los mexicanos de que su propuesta de modificar los
artículos 27 y 28 de Constitución para permitir que Petróleos Mexicanos
otorgue contratos de “utilidad compartida” a empresas privadas, no
había intención de “privatizar” a la paraestatal.
La publicidad
del gobierno tuvo como base al expresidente de México, Lázaro Cárdenas,
artífice de la expropiación petrolera en 1938; sin embargo, su hijo,
Cuauhtémoc Cárdenas, ya ha dejado claro, en una carta a Jesús Reyes
Heroles, su padre sí se opuso a la inversión privada en Pemex, y llamó a
no dejar “por descuido, apetito o complicidad”, que las utilidades de
la nación, se transformen en utilidades individuales.
Incluso,
volvió a advertir este miércoles que si el Estado mexicano y petroleras
privadas comparten la producción de hidrocarburos, habría un saqueo de
recursos petroleros.
“Se quitaría la condición de estratégicos (a
los hidrocarburos) y se estaría abriendo la puerta para el saqueo de los
recursos petroleros del País”, planteó el hijo del General Lázaro
Cárdenas al comparecer ante la Comisión de Energía de la Cámara de
Diputados.
Además, deploró que hasta el momento las autoridades
gubernamentales no hayan dicho una sola palabra con la cual puedan
justificar la intención de modificar los artículos 27 y 28 de la
Constitución.
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