El periodista Glenn Greenwald. Foto: AP |
MÉXICO, D.F. (apro).- El periodista más famoso del momento anunció que abandona el periódico The Guardian,
en el que dio a conocer una de las noticias más escandalosas de la
década: Estados Unidos espía a sus ciudadanos y a buena parte de sus
socios comerciales, incluido México.
El abogado y bloguero Glenn
Greenwald renunció al diario británico para emprender “una trascendental
aventura” en una “nueva empresa mediática muy importante”, que posee un
gran financiamiento.
Greenwald (de 46 años y de nacionalidad
estadunidense) fue contactado a principios de este año por su
compatriota Edward Snowden, quien había trabajado para la Agencia de
Seguridad Nacional de la Unión Americana (NSA, por sus siglas en
inglés). Snowden le informó que había encontrado documentos que
evidenciaban que EU espiaba las comunicaciones de sus ciudadanos y de
extranjeros. Le entregó los textos y, en junio de este año, Greenwald
los publicó, desatando la indignación internacional.
Actualmente,
Greenwald vive en Río de Janeiro. En su anuncio no adelantó el nombre de
los accionistas del medio al que irá. Sólo dijo que los cuarteles
generales estarán afincados en Nueva York, Washington y San Francisco.
No podrá acudir personalmente porque el gobierno de Estados Unidos lo
detendría en cuanto pusiera un pie en su territorio (Proceso 1928).
Hoy, el portal Buzzfeed difundió la noticia: “Mi asociación con The Guardian ha
sido extremadamente fructífera y satisfactoria. Tengo en alta estima a
los editores y periodistas con los que trabajé y estoy increíblemente
orgulloso de lo que hemos logrado”, asentó Greenwald en un correo
electrónico. “La decisión de irme no fue fácil. Pero me presentaron un
oportunidad periodística de ensueño que se vive sólo una vez en la
carrera y que ningún periodista podría declinar”.
Una vocera del rotativo londinense, Jennifer Lindenauer, dijo a Buzzfeed
que la separación se da en buenos términos: “Glenn Greenwald es un
periodista notable y ha sido fantástico trabajar con él. Nuestro trabajo
juntos durante el año pasado demostró el papel crucial que el
periodismo de investigación responsable puede desempeñar. Por supuesto
que estamos decepcionados por la decisión de Glenn, pero podemos
apreciar lo atractivo del nuevo rol que le han ofrecido”.
Greenwald,
especializado en derecho constitucional, explicó: “Mi función, además
de reportear y escribir, es crear la unidad de periodismo desde cero
reclutando a los periodistas y editores que compartan el mismo ethos periodístico”.
El
proyecto, que ya ha contratado a más gente, será un medio de internet
conformado por información generalista. “Tendrá deportes y
entretenimiento. Trabajaré en todo pero me concentraré en el periodismo
político”.
La relación con México
El pasado 2 de septiembre en el programa de televisión Fantástico,
de la cadena brasileña Globo, Greenwald reveló que la Agencia de
Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés)
espió a Enrique Peña Nieto cuando éste era candidato a la Presidencia y
supo antes que los mexicanos los nombres de los miembros del gabinete de
este personaje.
Proceso entrevistó a Greenwald, y esa
plática está publicada en el número actualmente en circulación. En esa
charla, refiere que esa información la descubrió por “accidente” cuando
revisaba los documentos sobre el espionaje a Brasil y su presidenta,
Dilma Rousseff.
La NSA no sólo espió a millones de brasileños y a
la empresa estatal de petróleos, Petrobras, sino también el teléfono y
el correo electrónico personales de la presidenta, lo cual provocó un
escándalo: Rousseff canceló una cena de Estado en la Casa Blanca con
Barack Obama. Fue una reacción muy diferente a la de Peña Nieto quien
–acosado por preguntas de periodistas– declaró que había solicitado
explicaciones al gobierno estadunidense y éste le prometió una
investigación al respecto.
—¿Cómo valora la respuesta de México?
—No se puede comparar –responde Greenwald.
El
abogado explica también cómo funcionó el espionaje en nuestro país.
“Ellos (los estadunidenses) tienen la posibilidad de entrar en el
sistema de telecomunicaciones en México”. Por ejemplo “si tú estás en el
DF y mandas un correo electrónico a alguien en Guadalajara, eso pasa
por un servidor de Estados Unidos. Y si es un mensaje telefónico, va por
canales de comunicación donde Estados Unidos está entrando. Ellos
utilizan empresas estadunidenses que acceden a estos canales y por tanto
tienen la capacidad para guardar y analizar todas las comunicaciones”.
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