Por: Luis Velázquez/@BlogExpediente
Veracruz, México;15 de octubre de 2013.--
I Si el lector pensaba que Veracruz es el peor rincón del mundo para el
ejercicio periodístico como se afirmó en los año s 2011 y 2012, habría
de leer el reportaje de David Brooks, en La Jornada (viernes 11 de
octubre, 2013) donde, ni hablar, queda comprobado que el presidente
Barack Obama ha lanzado “el más férreo control informativo” de que se
tenga memoria en la historia de Estados Unidos… y del mundo.
El ciudadano leería, por ejemplo, los siguientes hechos, acuerdos, medidas y circunstancias:
1) “La guerra de Obama contra las
filtraciones para controlar la información son las más agresivas” que ni
siquiera, vaya, operó Richard Nixon en la Casa Blanca, con todo y
Watergate.
2) Tan es así que “los funcionarios
tienen cada vez más temor de hablar con los medios”, pues todos están
súper vigilados, temerosos de que sean descubiertos por el cuerpo de
espionaje de Obama filtrando información a un reportero amigo.
3) La orden de la Casa Blanca consiste,
entre otros rubros, “a los empleados federales de vigilar el
comportamiento de sus colegas como medida de control de la información”,
es decir, que unos espíen a otros.
4) La neurastenia ha llegado a lo
siguiente: “Órdenes judiciales secretas que autorizan la intervención de
las comunicaciones electrónicas de periodistas”.
II
5) A la fecha, seis empleados
gubernamentales “han sido objeto de procesos penales por delitos graves…
como filtrar información clasificada a los medios”, entre ellos, claro,
y, además, Edward Snowden, asilado político en Rusia.
6) “El gobierno ha confiscado de manera
secreta los correos electrónicos y el registro de llamadas telefónicas
de los periodistas”.
7) Algunos reporteros han sido acusados
“de cómplices, instigadores y/conspiradores de una persona acusada de
filtraciones, colocando al reportero en riesgo de un proceso penal por
su trabajo”.
8) “A un reportero del New York Times,
uno de los más poderosos de Estados Unidos, se le ha ordenado declarar
contra una persona acusada de filtraciones, con el riesgo de ser enviado
a la cárcel”.
III
9) “Aquellos sospechosos de discutir con
periodistas cualquier cosa que el gobierno ha clasificado como secreto
son sujetos a investigación, incluyendo exámenes de polígrafo y
escrutinio de sus registros de teléfono y correo electrónico”.
10) “Los funcionarios están cada vez más
renuentes a conversar con periodistas, mientras éstos temen comunicarse
con sus fuentes en el gobierno ante el temor de que dejarán una huella
que podría dañar a ambos. Eso genera un clima de miedo que inhibe la
función periodística”.
11) “Los periodistas se quejan de que
los voceros gubernamentales no responden a solicitudes u ofrecen escasa
información más allá de la oficial que difunden de manera muy efectiva
en las redes sociales y sitios de Internet del Gobierno”.
IV
Claro, algunos trabajadores de la
información dirán que varios puntitos anteriores se están reproduciendo
en el Veracruz de hoy y, por supuesto, tendrán razón de sobra.
Y, en contraparte, otros descubrirán
argumentos suficientes para redoblar los duros y férreos acuerdos de las
alianzas editoriales, conscientes y seguros de que van por el camino
adecuado, pues si tal medida ha asumido el gobierno más poderoso del
planeta, lo que ocurre en Veracruz en nada se compara.
En todo caso, habría de referirse que en
los cinco continentes de la tierra, empezando por el mundo árabe,
pasando por Argentina, Ecuador y Nicaragua, los vientos para el
periodismo son nublados, por tanto, en ningún momento Veracruz es una
ínsula aislada del resto del país y del mundo, ni tampoco la excepción.
Lo bueno es que en Estados Unidos,
ningún reportero ha sido asesinado ni desaparecido en el gobierno de
Barack Obama…ni tampoco, claro, hay crímenes impunes. (El Piñero de la Cuenca).
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martes, 15 de octubre de 2013
Escenarios: E.U, infierno periodístico
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