*** El objeto aparentemente caído se fragmentó, pero al unir
sus piezas se forman figuras humanoides
29/09/2013 12:10 Texto y fotos: Eduardo Cabrera /
corresponsal
MÉRIDA, 29 de septiembre.- La caída de una bola de fuego
incandescente que iluminó los cielos del sur de Yucatán causó temor a una
comunidad maya ubicada en una de las zonas más marginadas de la localidad.
En el poblado de Ichmul, comisaría del municipio de
Chikindzonot, los lugareños estaban a punto de disfrutar de una pequeña función
de circo en el centro de la comunidad, cuando súbitamente vieron un objeto
envuelto en llamas que caía a gran velocidad del cielo.
La vista era tan luminosa que nadie de los que estaban fuera
dejaron de observar el resplandor que se fragmentó cuando éste estaba a punto
de tocar tierra, similar al estallido de un juego pirotécnico.
La caída del objeto sucedió a las 8:30 de la noche del
domingo, rompiendo con la monotonía de este pequeño poblado.
En ese momento el estallido provocó que la corriente
eléctrica se suspendiera, aumentando el temor debido a que en la zona de caída
se observaban resplandores azules intermitentes.
Mientras las mujeres se persignaban, el comisario municipal,
Floro Koyoc Pech, señaló que al caer el objeto, un fuerte estruendo se escuchó
en toda la población, e inmediatamente observaron cómo dentro del monte salía
un haz de luz que duró hasta cerca de las 2:00 de la madrugada.
“Cuando esa cosa cayó se escuchó un fuerte ruido, parecido a
una máquina de soldar, que permaneció hasta las tres de mañana; algunos subimos
al techo de la iglesia para ver qué era, y sólo vimos una gran iluminación
dentro del monte que hasta pensamos que se estaba quemando”.
“La gente se asustó mucho porque no sabía qué era y temían
que el fuego llegara hasta la población; más tarde, se empezaron a desesperar
porque la luz se apagaba y crecía otra vez”, expresaron los jóvenes, quienes
relataron cómo los perros no dejaban de ladrar.
Los muchachos aseguraron que la extraña iluminación de dicho
objeto se logró observar hasta las poblaciones vecinas, como Saban, Quintana
Roo; San Francisco, Peto y el municipio de Chikindzonot.
Hallan objeto no identificado en el monte
A temprana hora del lunes, algunos pobladores se internaron
en el monte para tratar de hallar el objeto que provocó el apagón, y grande fue
su sorpresa al toparse con piezas extrañas incrustadas en la tierra, dejando en
ella varios hoyancos de diferentes tamaños.
Al caer, el extraño objeto se impactó contra dos cables de
alta tensión de la CFE, que provocó que éstos se rompieran, pese a ser de un
material resistente; incluso, parte del cable quedó fundido y dividido en
varios pedazos.
Tras este extraño acontecimiento, aún con cierto temor, los
lugareños osaron recoger los fragmentos del objeto y resguardarlo en la
comisaría municipal, esperando que alguna autoridad pudiera examinarlos y
determinar su origen.
En un arranque de curiosidad, los encargados de la comisaría
trataron de unir las piezas para darle sentido a dichos objetos, logrando
formar figuras humanoides, cuyas imágenes han causado asombro y revuelo entre
propios y extraños. Sin embargo, ninguna autoridad ha intentado explicar si los
restos son producto de un asteroide o chatarra espacial.
Posible basura cósmica
El investigador del Instituto Tecnológico de Mérida Eddie
Salazar Gamboa aseguró que el meteorito son fragmentos o residuos de meteoritos
atraídos por la gravedad de la Tierra y advirtió que el contacto directo con
éstos podría ser peligroso para el ser humano.
En entrevista, el académico dijo que este tipo de meteoros
por lo general caen en los polos, o bien en aguas marinas y en algunos casos en
tierra, como se registró en la mencionada localidad y que ha causado conmoción
a sus habitantes.
El investigador explicó que por lo general son pedazos de
rocas cósmicas con un hueco en el centro, que se produce como consecuencia de
la fricción y la incandescencia que se genera. Estos fragmentos, dijo,
contribuyen a fertilizar la tierra donde se depositan después de su caída.
Salazar Gamboa dijo que esos hechos no deben causar alarma
entre la población, ya que está demostrado que todos los días caen un promedio
de diez o más toneladas de esos fragmentos en nuestro planeta.
Sin embargo, exhortó a la población a no tener contacto con
esos objetos debido a que éstos pueden contener material radiactivo y a la
larga pueden generar cierto tipo de cáncer.
En las fotos lo que se aprecia NO SON RESTOS de un aerolito como lo comenta Salazar Gamboa. Los fragmentos recolectados por los lugareños de Ichmul son de apariencia osea expuesta a altas temperaturas. Es preciso hacer pruebas de ADN y comparar los resultados con ADN humano. Estoy contactando algunos cientificos mexicanos para reclamar la propiedad de ese descubrimiento asi como para evitar que los restos sean desaparecidos o enviados a otros paises.
ResponderEliminarSoy investigador de THE BULA (www.thebula.org) interesado en inteligencia geoespacial. Mis datos: rmacias@thebula.org
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