lunes, 30 de abril de 2012

Hipótesis sobre crimen de Regina Martínez



     
*** Mujer discreta, reservada y celosa de su vida
*** Impunes asesinatos de reporteros en Veracruz

Por Luis Velázquez

Veracruz, México., 30 de abril de 2012.-- Regina Martínez era una reportera crítica. Su camino periodístico lo avala. Corresponsal de La Jornada. Corresponsal, diez años, de Proceso.
Pero además, era una mujer discreta, reservada, tranquila, celosa de su vida privada, pendiente siempre de su propia seguridad personal.
¿Cómo, pues, comprender, entender, las razones de su asesinato?
Primera hipótesis: la ajusticiaron por su trabajo reporteril.
Segunda: si es cierto, como dice Gabriel García Márquez, que todos los seres humanos tenemos una vida pública, una vida privada y una vida clandestina, entonces, ahí quedaría, por lo pronto, el enigma.
Tercera hipótesis: se trata de un ajuste de viejas cuentas a partir, digamos, de su vida periodística en Veracruz, siempre basada en el periodismo apegado a los hechos para su publicación inevitable.
Cuarta hipótesis: alguien, un político, digamos, resentido y lastimado, operó el ardid.
Quinta: fácil, por ejemplo, para un cerrajero abrir la puerta de una casa, y rápido, sin dejar huella. Más aún si se considera que un ladrón de autos tarda dos minutos en abrir la unidad móvil.
Sexta: bajo sospecha si se considera que la ejecutaron a ella y robaron su laptop y dos celulares.
Séptima: terrible sería que la autoridad cerrara el caso diciendo, por ejemplo, que se trató de un asunto pasional.
Sería burdo.

II
En el segundo año de gobierno de Miguel de la Madrid, en el mes de mayo, fue asesinado por la espalda el columnista Manuel Buendía Téllez Girón.
El periódico Excélsior estaba dirigido, entonces, por Regino Díaz Arredondo, el amigo de don Julio Scherer García que lo traicionara para quedarse con el periódico.
Y en el Excélsior de Regino publicaron, días después del crimen, un poema escrito por Buendía, en portada, a 8 columnas.
Y en la nota se afirmaba que el columnista de ‘’Red Privada’’ había escrito el poema para un amante, homosexual.
Así, desde alguna zona oscura del gobierno federal se afirmaba que el asesinato de Buendía era pasional.
¡Qué poca eme!

III
Los amigos de Regina Martínez avalan su conducta pública y privada.
Impecable.
Sin escándalos de ninguna naturaleza.
Con una pluma y una libreta al servicio de las mejores causas de Veracruz.
Curioso, era reportera, y al mismo tiempo, una mujer introvertida. Confiaba en los amigos. Dudaba de las circunstancias. Y se cuidaba con pulcritud.
Ninguna liga mafiosa con un grupo político. Tampoco, menos, con algún secretario del gabinete. Menos, mucho menos, con los cárteles de la droga en un país donde los capos han filtrado a políticos, policías, empresarios y trabajadores de la información.
¿Cómo, entonces, de qué manera explicar con una alta dosis de convencimiento su crimen por asfixia?

IV
Meses después, ningún asesinato de reporteros ha sido esclarecido en Veracruz.
Caso Yolanda Ordaz, impune.
Caso Miguel Ángel López Velazco, Milo Vela, y de su esposa, y de su hijo Misael, fotógrafo, impune.
Caso Gabriel Manuel Fonseca Hernández, tundeteclas de Acayucan, impune.
Caso Noel López Olguín, reportero en Jáltipan, impune.
Disculpen, señores del poder, pero son los hechos.
Ningún indiciado, ningún detenido, no obstante que en el caso del triple asesinato de Milo Vela, su esposa e hijo, ofrecieron una recompensa de 3 millones de pesos para ubicar al presunto homicida, ‘’El ñaca-ñaca’’.

V
Veracruz ha sido declarado ‘’el estado ideal para soñar’’.
Okey.
Pero la ong Artículo 19 y Reporteros Sin Fronteras y la ONU han documentado que Veracruz se ha convertido en la entidad federativa del país más peligrosa para el periodismo.
Reporteros asesinados.
Reporteros desaparecidos.
Reporteros exiliados.
Reporteros bajo sospecha de ligas con la delincuencia organizada.
Reporteros que han abandonado el oficio periodístico, el más alucinante del planeta, la fascinante aventura de contar historias, las historias de todos los días.
Reporteros que por sí mismo han optado por la censura y la autocensura, temerosos quizá, sin duda, de su vida. Pero más aún, de la vida familiar.
Por eso resulta difícil creer a la actriz Edith González cuando en la revista ‘’Gatopardo’’ del mes de abril anuncia con su mirada y sonrisa ‘’mi viaje perfecto’’ a Veracruz.
Cada día que transcurra del sábado 28 de abril, 6 de la tarde, cuando el cadáver de Regina Martínez fue descubierto, sin esclarecer el homicidio hablará de la eficiencia de la Procuraduría de Justicia de Veracruz y de la Secretaría de Seguridad Pública y de la AVI.

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