Arman complot contra Marcelo y Calderón
MEXICO, D.F. -Organizaciones sindicales y sociales, entre ellas algunas ligadas al ex candidato presidencial del PRD Andrés Manuel López Obrador, tienen programado tomar el Zócalo y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal para tratar de impedir la ceremonia del Grito, el desfile militar del 16 de septiembre y el informe del jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard.
Ese llamado “Campamento de los Indignados Mexicanos” forma parte de una jornada de resistencia civil que se iniciará este lunes y que intentará poner en jaque tanto al gobierno federal, que encabeza el presidente Felipe Calderón, como al del DF, que encabeza Marcelo Ebrard.
La jornada incluye la creación, este día, de un Frente Nacional de Huelgas por parte de sindicatos de universidades públicas y privadas y posibles actos terroristas de bajo nivel —como la detonación de explosivos en bancos— por parte de grupos radicales.
Durante una reunión realizada el pasado jueves, funcionarios de seguridad y de inteligencia del gobierno federal y del GDF intercambiaron información y delinearon una especie de atlas de riesgos políticos y sociales que se presentarán durante los meses de agosto y septiembre.
Los funcionarios del GDF que acudieron a esa reunión estuvieron encabezados por el secretario de Seguridad Pública, Manuel Mondragón y Kalb, mientras que por el gobierno federal acudieron altos mandos de la Secretaría de Seguridad Pública, del Estado Mayor Presidencial y del Centro de Investigación en Seguridad Nacional (Cisen).
De acuerdo con el atlas de riesgos, este lunes se reunirán —en un lugar no especificado— representantes de los sindicatos de la UNAM, la UAM, la Universidad de Chapingo, la Universidad Iberoamericana, la Universidad La Salle y El Colegio de México, con el objetivo de crear un Frente Nacional de Huelgas.
Algunos funcionarios de inteligencia de ambos niveles de gobierno temen que este frente eventualmente pueda convocar a una huelga general en pleno proceso electoral, lo que provocaría una gran inestabilidad política y social.
Otro punto del atlas de riesgo se refiere al décimo aniversario de los bombazos en contra de sucursales de Banamex perpetrados por integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP).
Por estos hechos fueron detenidas cinco personas en una casa de seguridad ubicada en la delegación Tláhuac. Entre los detenidos se encontraban los hermanos Héctor y Alejandro Cerezo Contreras, cuyos padres son guerrilleros del EPR.
De acuerdo con algunos que estuvieron presentes en la reunión de inteligencia del pasado jueves, se tiene el temor de que este lunes se presente algún atentado en contra de instalaciones bancarias para conmemorar el décimo aniversario del primer ataque.
Pero lo que más preocupa a las áreas de inteligencia y de seguridad del gobierno federal y del GDF es el plantón permanente en el Zócalo que tienen programado hacer organizaciones sindicales y sociales antes del 1 de septiembre.
De la información intercambiada por los funcionarios que asistieron a la reunión del jueves, se desprende que en ese plantón permanente participarán el SME, el cual ya está en el Zócalo, grupos del Sindicato Minero y organizaciones de colonos que se oponen a la Supervía Poniente.
El plan es que las organizaciones lleguen al Zócalo paulatinamente a partir de hoy —el SME ya está ahí desde hace varios meses—, de tal manera que el 1 de septiembre, día del Informe Presidencial, ya esté instalado el “Campamento de los Indignados Mexicanos”.
Los manifestantes se quedarán en el Zócalo por tiempo indefinido. Se tiene programado que el 15 de septiembre por la noche López Obrador o alguien del movimiento que encabeza dé el Grito de Independencia y que se impida el tradicional desfile militar del día siguiente.
Este campamento programado en el Zócalo tiene nerviosos a los responsables de las áreas de inteligencia y de seguridad de ambos gobiernos y al Estado Mayor Presidencial.
Durante la reunión del jueves se habló de que es casi un hecho que el presidente Felipe Calderón dé el Grito en Guanajuato, pues de concretarse la instalación del campamento en el Zócalo no habrá condiciones para que lo dé desde el balcón presidencial de Palacio Nacional.
El punto más delicado de esto lo constituye el desfile militar del 16 de septiembre. En la Secretaría de la Defensa Nacional no se contempla la cancelación de este desfile, lo que obligará a los gobiernos federal y del DF a negociar el retiro del “Campamento de los Indignados Mexicanos” a más tardar el 15 en la noche.
El problema es que nadie puede garantizar en este momento que los promotores del campamento accederán a retirarlo.
El SME llegará al 1 de septiembre fortalecido internamente y radicalizado, pues a partir de hoy vivirá una jornada de acciones y movilizaciones que incluyen la conformación de la Organización Política Nacional, cuyo congreso constituyente tendrá lugar entre el 27 y el 30 de agosto.
Los riesgos políticos y sociales no terminan con el desfile militar. Durante la reunión del jueves se dio a conocer que grupos de colonos perredistas simpatizantes de López Obrador intentarán cercar la ALDF para impedir que Marcelo Ebrard rinda su informe de labores el 17 de septiembre.
Se espera que ese día Ebrard ofrezca un mensaje político relacionado con sus aspiraciones presidenciales, lo cual intentarán evitar los seguidores de López Obrador.
Los asistentes a la reunión del jueves acordaron trabajar de manera coordinada para hacer frente a este atlas de riesgos que durante agosto y septiembre pondrá en jaque a los gobiernos federal y del DF. (Tomado de Notiver/ 8 de agosto del 2011).
Ese llamado “Campamento de los Indignados Mexicanos” forma parte de una jornada de resistencia civil que se iniciará este lunes y que intentará poner en jaque tanto al gobierno federal, que encabeza el presidente Felipe Calderón, como al del DF, que encabeza Marcelo Ebrard.
La jornada incluye la creación, este día, de un Frente Nacional de Huelgas por parte de sindicatos de universidades públicas y privadas y posibles actos terroristas de bajo nivel —como la detonación de explosivos en bancos— por parte de grupos radicales.
Durante una reunión realizada el pasado jueves, funcionarios de seguridad y de inteligencia del gobierno federal y del GDF intercambiaron información y delinearon una especie de atlas de riesgos políticos y sociales que se presentarán durante los meses de agosto y septiembre.
Los funcionarios del GDF que acudieron a esa reunión estuvieron encabezados por el secretario de Seguridad Pública, Manuel Mondragón y Kalb, mientras que por el gobierno federal acudieron altos mandos de la Secretaría de Seguridad Pública, del Estado Mayor Presidencial y del Centro de Investigación en Seguridad Nacional (Cisen).
De acuerdo con el atlas de riesgos, este lunes se reunirán —en un lugar no especificado— representantes de los sindicatos de la UNAM, la UAM, la Universidad de Chapingo, la Universidad Iberoamericana, la Universidad La Salle y El Colegio de México, con el objetivo de crear un Frente Nacional de Huelgas.
Algunos funcionarios de inteligencia de ambos niveles de gobierno temen que este frente eventualmente pueda convocar a una huelga general en pleno proceso electoral, lo que provocaría una gran inestabilidad política y social.
Otro punto del atlas de riesgo se refiere al décimo aniversario de los bombazos en contra de sucursales de Banamex perpetrados por integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP).
Por estos hechos fueron detenidas cinco personas en una casa de seguridad ubicada en la delegación Tláhuac. Entre los detenidos se encontraban los hermanos Héctor y Alejandro Cerezo Contreras, cuyos padres son guerrilleros del EPR.
De acuerdo con algunos que estuvieron presentes en la reunión de inteligencia del pasado jueves, se tiene el temor de que este lunes se presente algún atentado en contra de instalaciones bancarias para conmemorar el décimo aniversario del primer ataque.
Pero lo que más preocupa a las áreas de inteligencia y de seguridad del gobierno federal y del GDF es el plantón permanente en el Zócalo que tienen programado hacer organizaciones sindicales y sociales antes del 1 de septiembre.
De la información intercambiada por los funcionarios que asistieron a la reunión del jueves, se desprende que en ese plantón permanente participarán el SME, el cual ya está en el Zócalo, grupos del Sindicato Minero y organizaciones de colonos que se oponen a la Supervía Poniente.
El plan es que las organizaciones lleguen al Zócalo paulatinamente a partir de hoy —el SME ya está ahí desde hace varios meses—, de tal manera que el 1 de septiembre, día del Informe Presidencial, ya esté instalado el “Campamento de los Indignados Mexicanos”.
Los manifestantes se quedarán en el Zócalo por tiempo indefinido. Se tiene programado que el 15 de septiembre por la noche López Obrador o alguien del movimiento que encabeza dé el Grito de Independencia y que se impida el tradicional desfile militar del día siguiente.
Este campamento programado en el Zócalo tiene nerviosos a los responsables de las áreas de inteligencia y de seguridad de ambos gobiernos y al Estado Mayor Presidencial.
Durante la reunión del jueves se habló de que es casi un hecho que el presidente Felipe Calderón dé el Grito en Guanajuato, pues de concretarse la instalación del campamento en el Zócalo no habrá condiciones para que lo dé desde el balcón presidencial de Palacio Nacional.
El punto más delicado de esto lo constituye el desfile militar del 16 de septiembre. En la Secretaría de la Defensa Nacional no se contempla la cancelación de este desfile, lo que obligará a los gobiernos federal y del DF a negociar el retiro del “Campamento de los Indignados Mexicanos” a más tardar el 15 en la noche.
El problema es que nadie puede garantizar en este momento que los promotores del campamento accederán a retirarlo.
El SME llegará al 1 de septiembre fortalecido internamente y radicalizado, pues a partir de hoy vivirá una jornada de acciones y movilizaciones que incluyen la conformación de la Organización Política Nacional, cuyo congreso constituyente tendrá lugar entre el 27 y el 30 de agosto.
Los riesgos políticos y sociales no terminan con el desfile militar. Durante la reunión del jueves se dio a conocer que grupos de colonos perredistas simpatizantes de López Obrador intentarán cercar la ALDF para impedir que Marcelo Ebrard rinda su informe de labores el 17 de septiembre.
Se espera que ese día Ebrard ofrezca un mensaje político relacionado con sus aspiraciones presidenciales, lo cual intentarán evitar los seguidores de López Obrador.
Los asistentes a la reunión del jueves acordaron trabajar de manera coordinada para hacer frente a este atlas de riesgos que durante agosto y septiembre pondrá en jaque a los gobiernos federal y del DF. (Tomado de Notiver/ 8 de agosto del 2011).
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