Tiempo de nostalgias.

Columna: Déjame que te cuente…

Por Sergio M. Trejo González.

A propósito del día de la libertad de expresión (que ahora el señor Gobernador Javier Duarte rebautizó como: “Jornadas de la Comunicación” en el famoso y tradicional evento donde se premia a lo más sobresaliente del periodismo en el estado) había un servidor anotado lo siguiente. “Me entero (ya ve usted que uno se entera de todo, en este pueblo chiquito…) que a propósito del 7 de junio (fecha en que se vitorea a los periodistas en el día de la libertad prensa, que en nuestro país se celebra desde tiempos de Miguel Alemán) serán homenajeados por el club de periodistas de México, personalidades dedicadas al quehacer informativo desde hace muchos años. Qué bueno, me complace saber que al menos tres personas de una gran lista, conocidas por un servidor, recibirán un premio que será entregado el 7 de junio en el salón “La criolla” de la ex hacienda Lucas Martin en Xalapa ver. Felicito entonces a Margarito Escudero Luis, Columnista, conductor, editor de la sección Zona Libre de Gráfico Sur Coatzacoalcos, es un compañero de aquella Escuela de iniciación Universitaria del Puerto México, que comandaba el Licenciado Juan Armando Gómez Cacep, como delegado administrativo Regional de la U.V. Corría el año de 1976… Ciclo maravilloso en aquellos espacios donde andaban también Francisco Tenorio Martínez (luego dirigente petrolero) hombre de bigote. Sentido del humor envidiable. Sonrisa y verbo fácil; asimismo, en estas reminiscencias, viene a mi memoria ese atractivo visual llamado Teresita, condiscípula de mirada tierna, serena y soñadora que hacia suspirar aaah, muchos, ella se perdió de mi frecuencia modulada y creo que de la sintonía de todos los adolescentes (y hombres adultos) que componíamos esa clase…”
De tal atrevimiento, para resucitar algunas reminiscencias de aquellos pasillos, escalinatas ratoneras, entre las astillas carcomidas y paredes rancias del viejo edificio de ferrocarriles, que nos dio albergue estudiantil por la zona franca, me encuentro gratamente, navegando en las profundidades del mundo cibernético, la respuesta de aquel amigo referido: Margarito Escudero Luis, quien se tomó la molestia de leer mi epístola pública hace un par de días por ahí: “Periodistas, al grito de guerra”, y tuvo a bien anotar en su vademécum algo que deseo compartir con mis vecinos y con los comunicadores locales, todavía en la atmósfera placentera de celebración a los periodistas, al tenor siguiente:

“Margarito Escudero Luis

Parece que fuera tiempo de reminiscencias, de recuerdos. Como que hay algo que nos está llevando a caer en una etapa de nostalgias.

Y decimos lo anterior, pues recientemente tuvimos el honor de convivir con algunos compañeros con quienes cursamos la escuela secundaria en Minatitlán y en esa reunión surgieron los comentarios de acuerdo a los recuerdos de cada quien.

Anécdotas, momentos chuscos, recordamos a los compañeros que fallecieron en ese tiempo, cuando apenas éramos unos niños, acercándonos a la juventud.

Luego, el Lic. Sergio M. Trejo González, me manda decir vía correo electrónico que requiere dos nombres de compañeros de otra etapa de la vida de estudiante.

Sergio también se pone nostálgico y escribe en su columna “Déjame que te cuente” un artículo titulado “Periodistas al grito de guerra”, en el que menciona a varios compañeros de aquel curso que impartió la Universidad Veracruzana como introducción a esta región y que todos recordamos como el “Propedéutico”.

Agradezco al Lic. Sergio Trejo sus amables comentarios sobre mi persona, en los que refiere a este servidor como el periodista que recibirá un reconocimiento por parte del Club de Periodistas, mañana martes en la ciudad de Xalapa.

Pero el escrito del Licenciado Trejo, vuelve a colocarnos en el recuerdo. En el viaje al pasado, allá donde están los compañeros de la juventud, cuando los sueños se podían tocar y con la mente llena de ilusiones y puestas las esperanzas en un futuro que no termina de llegar.

¡Gracias Sergio por traer estos momentos a la memoria!, gracias por el reconocimiento que tú personalmente haces a la labor que realizamos desde esta humilde trinchera.

Sin embargo, también me entero por letras de mi amigo abogado, sobre el fallecimiento de Jesús Manuel Pérez Escalante (quien sorpresivamente murió en junio del año pasado).

Así es la vida. Algunos se adelantan”.