Ahí estaba el hombre: firme él, con gran convicción él, con su playera roja. Estaba sentado, solito, en una oficina sin aire acondicionado. El la hace de presidente, de secretario, de recaudador de fondos. La hace de todo porque no tiene de otra, ya que sus compañeros de partido, sus correligionarios, esos que se unen por miles cuando hay eventos importantes, no se acercan para sostener al Partido… ese partido que gobernó en México durante más de 70 años y que en Veracruz –simplemente— nunca ha soltado el poder.
Es la triste historia de Germán Jiménez Lara, presidente del comité municipal del PRI. En realidad, es la triste historia del PRI en Acayucan.
El Partidazo está abandonado. Los funcionarios que han obtenido “hueso” gracias al PRI, no se acuerdan ni de pararse por la oficina del Comité, mucho menos se acuerdan de hacer la “vaquita” o la “coperacha” para pagar una secretaria, para tener una oficina digna.
Ninguno de los regidores o de los demás funcionarios que tienen empleo en las dependencias estatales (Hacienda, por ejemplo), se acercan al Partido para aportar sus cuotas. Algunos se lucen en imponentes camiones y han tragado durante años del Partido, pero son ricos miserables que no aportan ni un quinto para el sostenimiento del mismo.
El comité municipal del PRI es el claro ejemplo de la diferencia que da un acento o tilde a una palabra:
Mendigo es el que pide; méndigo es el que no da.
(2)
Ha de ser por eso, por lo “jodido” que está el PRI en Acayucan, que el líder estatal del parrido, Héctor Yunes Landa, hace sus eventos en lo oscurito. Dicen que estuvo la noche del miércoles en una cena particular, pero antes estuvo en un evento en Ciudad Isla, a casi 100 kilómetros de esta cabecera de distrito.
Tan jodido está el PRI en la zona de Acayucan, que el mismo Yunes Landa lo reconoció en Isla, con esas palabras: “estamos jodidos”, porque de 11 dirigentes de comités municipales que debieron estar en el evento, sólo llegaron 5 y algunos acompañados no de la “fuerza priísta”, sino de dos o tres personas.
Dicen que Yunes Landa, tan bien vestido siempre, tan bien hablado siempre, llegó a decir: “estamos de la madre”.
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La oficina del comité municipal del PRI en Acayucan está en la calle Flores Magón; antes anduvo de ambulante por varias partes de la ciudad, de donde expulsaban al Partido por no pagar a tiempo la renta.
Estuvo llena, a reventar, el año pasado, cuando hubo los registros de los precandidatos a las presidencias municipales de todo el distrito. Luego quedó más sola que un panteón.
Meses antes se hizo un pomposo evento en el que se colocó la primera piedra de lo que sería “la casa del Partido”, evento en el que participó el extinto líder campesino Manuel Moreno Balderas. Pero ya Moreno Balderas está rindiéndole cuentas al Creador (lo mataron arteramente frente a su negocio) y la obra no siguió. Se puso la primera piedra, quién sabe si algún día se verá la última.
(4)
En Acayucan hay miles de ciudadanos que se dicen priístas. En tiempos de campaña, se ponen la camiseta, echan porras, van por sus tortas y sombrillas, pero nadie se acuerda de estar pendiente de lo que pasa con el Partido.
Hay priístas que están bien acomodados económicamente, empresarios, profesionistas, funcionarios de gobierno de primer nivel, pero nadie aporta sus cuotas para sostener al partido que los llevó al poder.
En el colmo del descaro, en la oficina está una foto de Gabriel Mejía Trejo, un ex presidente del PRI del que lo más que se recuerda es que fue famoso por sus problemas legales por haberse enredado con una de sus empleadas que luego lo demandó para que respondiera por sus amoríos.
De los tres regidores actuales del Ayuntamiento acayuqueño, sedicentes priístas, ninguno se para a darle una manita de gato al Partido.
Hay notarios públicos, hay abogados, hay ingenieros conocidos que han “mamado” del PRI, pero nadie es capaz de “caerse con algodón” para el pago de teléfono o siquiera para tener unos refrescos fríos en la oficina.
Pudiera dar nombres. Exhibir a los que han utilizado al Partido, pero la lista es larga. Vamos, ni los que han sido diputados locales o federales se han acordado que han tenido cargos públicos gracias a esa institución política.
Ahora sí, a los priístas hay que decirles: no mamen.
Su partido es el que está en el poder en Acayucan y en el estado de Veracruz y que va por todo en el 2012 en el País; sin embargo, en Acayucan da lástima. Da lástima porque los que han salido de ese partido son miserables.
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