Por Esperanza Arias Rodríguez
EL AGUA
Es un alivio saber que las autoridades de todos los niveles de gobierno se ponen cada vez más las pilas si de cuidar el agua se trata, y es que es de dominio público que ese vital líquido si no le damos el valor que tiene y procuramos su conservación en el futuro le creará funestos problemas a la humanidad.
Anualmente se incrementan los programas y los días –el 22 de marzo fue el Día Internacional del Agua- en que se refuerzan las campañas para que niños y adultos aprendamos a hacer un uso racional del vital líquido al momento de cubrir nuestras necesidades básicas.
Sabemos que las cuencas, los manantiales están en acelerada vía de extinción producto del cambio climático generado por la deforestación implacable que lleva a cabo el ser humano y una prueba de ello es que el Cofre de Perote, el Pico de Orizaba y la maravillosa Selva de Los Tuxtlas, de acuerdo con datos de la Fundación Salvemos al Agua son “tres de los bosques más afectados por el cambio climático”.
Debe llamarse la atención en el hecho de que si no aprendemos a utilizar el agua y se ahonda su escasez, se cierne un grave peligro sobre tres satisfactores vitales para la supervivencia: la producción alimentaria, la salud y lo que lo anterior trae aparejado: la estabilidad política y social. No en balde hace años se pronosticó una cruenta guerra en el mundo en donde la lucha sería por el agua.
Afortunadamente, crece cada vez más la preocupación de la comunidad internacional por darle prioridad a ese tema lo mismo en Europa, América u Oriente Medio.
De acuerdo con datos del Instituto de Estadística y Geografía (INEGI), en 2009, la precipitación media anual pluvial descendió a 723.6 mm considerando que en el año 2008 fue de 900.7, en contraste, en 2009 la población nacional beneficiada con el servicio de alcantarillado fue del 86.8 % y con el agua potable 90.7 por ciento.
Ahora, bien y continuando con datos del Censo de Población 2010, tres de cada 10 viviendas en México carecen de agua potable entubada y de conexión a la red pública de drenaje, y es que según esto sólo el 69.5 de las viviendas particulares habitadas en el país dispone de agua entubada dentro del propio inmueble y de ellas, el 73 por ciento recibe líquido toda la semana, el 15 por ciento cada tercer día y el resto de forma esporádica.
Poco más de 1.7 millones de casas- habitación se abastece de pozos y ríos y alrededor de 500 mil de pipas, es por ello que el reto de las autoridades y dependencias, ya sea la CONAGUA o las oficinas municipales de la CAEV es enorme: promover la cultura del agua, dotar de infraestructura hidráulica a los mexicanos e implementar políticas completas de conservación del vital líquido.
En la región de Acayucan y municipios circunvecinos, desde hace varios años se padece de una tremenda escasez que de alguna manera se va paliando con la activa participación de los gobiernos municipales de Acayucan, Oluta y Soconusco que conjuntamente con la CAEV invirtieron recursos para poner en funcionamiento tres pozos profundos ubicados en la comunidad de Apaxta y que con ello se está logrando suministrar a más familias de las tres demarcaciones.
Oído al pasar
¿Por qué los regidores del Ayuntamiento de Acayucan se distraen tanto en los preparativos del Carnaval 2011 y dejan de lado aspectos vitales para la buena marcha del municipio. ¿Alguien lo sabe?
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