*** La Procuraduría General de Justicia detiene a asesino de Mata de Pita *** Una vez dentro de las casas deshabitadas, les ordenaba que se desnudaran, pero como no lo hacían, y comenzaban a llorar y a gritar, el homicida se ponía nervioso y molesto, para finalmente estrangularlas con sus propias manos *** En la segunda víctima utilizó un pedazo de venda *** Luego regresaba a su vida normal, dejando los cadáveres, que días después fueron encontrados.
Por ALBERTO AYALA ROJAS
FOTOS GABRIEL HUGE Y MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ SOLANA
La Procuraduría General de Justicia a cargo de Reynaldo Escobar Pérez, capturó anoche al "estrangulador" de Mata de Pita, quien se declaró confeso del asesinato de dos trabajadoras cuyos cadáveres aparecieron dentro de casas abandonadas en el fraccionamiento Valle Alto. . . . . En vertiginoso operativo, policías de la Agencia Veracruzana de Investigaciones detuvieron anoche al asesino serial confeso, Abraham Antonio Ramírez González, empleado de la tienda "The Home Depot", quien en menos de medio año estranguló a dos jóvenes mujeres, empleadas de farmacias, dentro casas deshabitadas del fraccionamiento Valle Alto, y ya iba por la tercera víctima. . . . . Como se informó con oportunidad, el pasado sábado 2 de abril, hallaron el cadáver en descomposición de Liliana Romero Espejo, empleada de la farmacia Unión, en condiciones muy similares a como encontraron el cuerpo de la señora Sandra Vianey González, empleada de farmacia Del Ahorro, hace cinco meses en esas mismas calles. . . . . Pese al lapso de tiempo que los separa, ambos casos parecían estar vinculados, el criminal repetía el mismo patrón, estrangulo a las dos, atacó a las víctimas a muy temprana hora de la mañana, cuando salían rumbo a sus trabajos, y las conducía por la fuerza hasta residencias abandonadas, lo que puso en jaque al personal de la Procuraduría de Justicia. . . . . El trabajo de investigación estuvo encabezado por el licenciado Remigio Ortiz Olivares, director de la AVI, con apoyo del primer comandante regional, José Juan Rodríguez Chacón y el segundo comandante de la AVI, Marcelo Torres Castillo, quienes se entrevistaron con varios vecinos del mencionado conjunto habitacional, para recabar pistas. . . . . De ésta forma lograron saber, que había un joven que siempre llevaba puestos audífonos, y caminaba con la mirada clavada en el piso, mismo que permanecía en las paradas de autobuses desde las cinco de la mañana, y no abordaba ninguno, al menos los tres primeros en pasar, para después desaparecer. . . . . . Con estos indicios, los detectives de la AVI localizaron a una joven mujer, cuyo nombre omitimos por razones obvias, que ya comenzaba ser acosada por el homicida, pues la espiaba, y que probablemente hubiera sido su tercera víctima, pero muy a tiempo decidió colaborar con las autoridades. . . . . Acompañados por la testigo, los policías de la Procuraduría implementaron una discreta guardia, en la parada de autobuses de pasaje, donde Liliana debido ser atacada, y esperaron hasta que apareció Abraham Antonio Ramírez González de 24 años de edad, y fue señalado de manera contundente por la vecina de Valle Alto, como el sospechoso principal. . . . . De inmediato los agentes de la AVI intervinieron al empleado de The Home Depot, para preguntarle el motivo de su presencia en ese lugar, a tan temprana hora, y sin que tomara ninguno de los camiones de pasaje que pasaban, lo cual no pudo responder y comenzó a tartamudear, y demostró mucho nerviosismo. . . . . Entonces lo invitaron a que los acompañara, y le revisaron una maleta que traía en la espalda, dentro de la cual llevaba muchas películas pornográficas, y artículos de dama, como una pulsera en color negro y unas pinturas de uñas, éstas últimas reconocidas por los familiares de Liliana Romero Espejo, como propiedad de la ahora occisa. . . . . Ante éstas pruebas, y la labor de los elementos de la AVI, Abraham Antonio cayó en muchas contradicciones, y terminó por aceptar y confesar, que había asesinado a las dos mujeres, que tenía problemas de inseguridad en su persona, y que le era difícil entablar una relación con una persona del sexo opuesto, es decir, con mujeres, por lo que tenía que recurrir a la violencia para obtener algo de ellas. . . . . Narró que primero las espiaba desde una ventana de su casa, ubicada sobre la calle Martín Pescador número 975, esquina con Albatros del fraccionamiento Valle Alto, cuando pasaban para esperar sus autobuses de pasaje a las cinco de la mañana, pero cuando iban acompañadas o había alguien más no salía. . . . . Así esperaba el día oportuno, en que veía a sus víctimas completamente solas, y entonces salía con un cuchillo tipo sierra, oculto entre sus ropas, llegaba a la parada del camión con aspecto tímido, y entonces las amagaba con el arma, para llevarlas por la fuerza hasta una vivienda abandonada, con intención de violarlas. . . . . Una vez dentro de las casas deshabitadas, les ordenaba que se desnudaran, pero como no lo hacían, y comenzaban a llorar y a gritar, el homicida se ponía nervioso y molesto, para finalmente estrangularlas con sus propias manos, pero en la segunda víctima utilizó un pedazo de venda, y luego regresaba a su vida normal, dejando los cadáveres, que días después fueron encontrados. . . . . . Durante una inspección ocular en su vivienda, la policía encontró más material pornográfico, pastillas eróticas, y una venda a la cual le hacía falta el pedazo, que Medicina Forense encontró enredado en el cuello del cadáver de Liliana Romero Espejo, la segunda víctima. . . . . . Además incautaron un gafete de una joven mujer, al parecer compañera de trabajo del asesino, y otra fotografía en la cual aparece abrazando a otra joven morena, así como el cuchillo tipo sierra que empleó para someter a las ahora occisas, a quienes en ningún momento acuchillo ni tampoco alcanzó a violar. . . . . . La señora Sandra Vianey González, quien tenía 32 años de edad, y domicilio en la calle de Flamingo número 442, entre Ruiseñor y Mirlo de Valle Alto, fue asesinada el pasado 11 de octubre del 2010, dentro de una casa abandonada en calle Flamingo 241, cuando su marido no pudo acompañarla a la parada del camión. . . . . . Cinco meses después, el pasado 30 de marzo del 2011, asesino a Liliana Romero Espejo, quien contaba con 26 años, y su cuerpo apareció el sábado 2 de abril, dentro de una residencia deshabitada en la calle Flamingo 251 del mismo fraccionamiento Valle Alto. . . . . . Sobre el primer crimen, el licenciado Ricardo Carrillo Almeida, Agente Sexto del Ministerio Público inició la indagatoria 1299/2010/VI, mientras que la licenciada Rosa Avelina Pereda Fernández, Agente Séptimo del Ministerio Público, abrió el expediente 413/2011/VII, por cuanto hace al segundo asesinato. . . . . Cabe mencionar, que al ser presentado a los medios de comunicación, Abraham Antonio Ramírez González no demostraba ningún signo de arrepentimiento, es más, respondió en alguna pregunta, que "no sentía nada" al terminar con la vida de sus víctimas. . . . . . Ahora, permanece a disposición de la Agencia Séptima Investigadora, que probablemente lo consigne en las próximas horas con todos los elementos de peso recabados por la AVI, que con ésta detención, se logro devolver la tranquilidad a los vecinos del fraccionamiento Valle Alto. (Tomado de Notiver/ 05 de abril 2011).
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