Columna: CON RUMBO AL SUR…
Por Angel Gabriel FERNÁNDEZ
La Vicepresidenta del Congreso del Estado de Veracruz, diputada Brenda Abigail Reyes de Condado, no olvida su terruño. No quiere ser candil de la calle y oscuridad de su casa.
Ha andado de oficina en oficina gubernamental en la Capital del Estado, gestionando para que se ponga atención al peligro que representa el paso de materiales peligrosos a bordo de vagones del tren. Ello ocurre en municipios del sur de Veracruz, desde Coatzacoalcos, pasando por la estación Ojapa, por comunidades del municipio de Sayula de Alemán, de San Juan Evangelista y de Juan Rodríguez Clara.
Es interesante su trabajo porque se trata de un grito a tiempo.
La diputada Brenda Reyes de Condado es profesora; impartió clases en la comunidad Tenejapa perteneciente al municipio de Oluta. En la telesecundaria a donde diariamente iba a cumplir con su labor de mentora, se sienten “temblores”, vibraciones feas a causa del paso del tren. Durante toda la mañana la escuela está “temblando” porque a cada rato pasa el “caballo de hierro”. La escuela ya presenta cuarteaduras, podría colapsar y poner en riesgo la vida de decenas de estudiantes.
Los pobladores de Tenejapa y los propios estudiantes, ya ven como normal el paso de trenes. Según el estudio que ha hecho la propia legisladora veracruzana, por la estación Ojapa pasan dos trenes, los cuales al llegar a Medias Aguas en el municipio de Sayula de Alemán, toman vías distintas: uno jala hacia Chiapas y Oaxaca y otro hacia el centro del Estado, hacia Achotal, Los Tigres y la ciudad de Córdoba. Una de estas máquinas es la famosa “bestia”, cuyos vagones van llenos de indocumentados centroamericanos.
(En este punto, permítanme hacer un paréntesis: es común leer en medios de comunicación la palabra “ilegal”, en referencia a los centroamericanos que pululan en las vías del tren. No se trata de ilegales, se trata de indocumentados; no es ilegal vivir, no es ilegal tratar de buscar una mejor vida. Se trata de seres humanos que pasan de un país a otro sin el pasaporte correspondiente, por eso son sólo indocumentados).
Pero el peligro que ve la Diputada no es tan sólo el de la condición inhumana en que viajan los indocumentados, porque aunque se ha pintado a salvadoreños y hondureños como personas con impulsos violentos, se trata muchas veces de gente de buena voluntad que sólo busca un mejor nivel de vida. El peligro que ve Brenda Abigail Reyes de Condado es el del paso de vagones repletos de productos peligrosos, tóxicos.
Por Ojapa, a 6 kilómetros de Oluta, pasan vagones con amoniaco y con turbosina; de suscitarse un accidente, algún derrame, flamazo o explosión, mucha gente saldría afectada. Esas máquinas cargadas con material peligroso cruzan por comunidades como El Moral, Macaya, El Juile, Medias Aguas y Almagres, en el municipio de Sayula de Alemán. Los tóxicos podrían afectar mantos acuíferos en varios municipios del sur del Estado.
El peligro es real.
No es utopía.
Por eso, la vicepresidenta del Congreso anda movida. Ya ha tenido acercamientos con funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes delegación Veracruz a cargo de Agustín Basilio de la Vega, porque es esa dependencia la que debe instruir a “Ferrosur” para que dé rehabilitación a los tramos de vías en Tenejapa a fin de que ya no se sientan “temblores” en la escuela secundaria..
De igual forma, acudió ante Protección Civil Estatal para que ésta dependencia se coordine con las cuerpos municipales para que los adiestre en el manejo de productos peligrosos o para que sepan qué hacer en caso de emergencia.
Conociendo el interés de la diputada que tiene raíces en Sayula de Alemán, que es ampliamente conocida en la zona de Acayucan y que laboró en el municipio de Oluta, seguramente no quitará el dedo del renglón. No es fácil encontrar a un Diputado que se preocupe por la cuestión de protección civil, por las escuelas, por los alumnos.
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