jueves, 4 de noviembre de 2010

NADIE SABE LO QUE TIENE…






Angel Gabriel FERNÁNDEZ

ACAYUCAN.- Tuvo varias reacciones lo comentado el viernes pasado en este espacio, acerca de la “Operación P” referente al parque Constitución, de la cual deben dar explicación las autoridades.
Un vecino de la calle Constitución contó la historia del parque.
Historia de Acayucan.
Historia del esfuerzo que se hizo para que el parque se hiciera realidad.
Contó que la obra se inició a sugerencia de don Rubén Blas Domínguez Dodero, político acayuqueño que siempre fue distinguido por la amistad del licenciado Miguel Alemán Valdés, porque cuando éste, siendo Presidente de la República llegaba a esta ciudad, no podía faltar presentar a la casona de “Tío Ruben” en la calle Constitución.
Tío Rubén, como le decían, puso el efectivo para la compra de las bancas; a mil pesos cada una allá por 1970 ó 1971. Las bancas, recuerdan, se guardaron inicialmente en la fábrica de hielo de Tío Rubén.
Luego se colocaron las yaguas, las palmeras que hoy en día se están cayendo a lo mejor de tristeza, porque está comprobado científicamente que las plantas y los árboles se deprimen igual que el ser humano, se embriagan si se les echa alcohol y reaccionan ante una agresión. Creo que las yaguas se están muriendo de tristeza o coraje, porque ya no tienen a quiénes dar sombra. Sus palmas de noche daban la oscuridad necesaria para que las parejas románticas se sorrajaran sonoros besos.
El parque está siendo borrado no de un plumazo, pero sí de un grosero maquinazo, de una irrespetuosa “mano de chango” que quién sabe cómo diablos la metieron hasta el corazón del parque para que hiciera sus destrozos.
Ya nada queda de las bancas en la que chamacos de la prepa se sentaban a platicar y a veces hasta a “meter mano”. Mismas bancas donde se sentaban aquellos amantes furtivos que se citaban en el parquecito para esconderse de esa sociedad que anda de aquí para allá.
Había mujeres y atletas como Miguel Angel Lara, el conocido futbolista, que ahí se concentraban para trotar, para correr dando vueltas en un lugar céntrico y seguro, sin arriesgarse a salir a las carreteras o a los pésimos espacios deportivos.
Yo no sé qué broncas tienen algunos con los lugares de recreo: hace años a don Cesáreo Ortiz Peñaloza se le ocurrió traer al papá de Salma Hayek dizque para que “remodelara” el parque Juárez, al cual le instaló un piso roñoso que impidió que se siguieran desarrollando ahí partidos de voli y basquetbol.
Maximiano Figueroa quiso hacer un “parque a la Madre” allá por la calle Mina y la carretera Costera del Golfo, espacio que terminó siendo cuartel de teporochos y de vagos.
Pero así como se formaron en Acayucan grupos de defensa de los usuarios del servicio de cable, de los deudores de los bancos (encabezados por el ahora perdido ex diputado local Mario González Figueroa), se forma un grupo de vecinos dispuestos a recabar firmas para hacer saber a las autoridades que no están de acuerdo con el adefesio ese que se ve en el parque Constitución. Que sí estarán de acuerdo en que lo remodelaran y lo hicieran más funcional, pero respetando el espíritu original del parque.
No va a ser necesario, creo, que haya desplegados, marchas o plantones. La alcaldesa Regina Vázquez es inteligente y sabe gobernar teniendo como premisa la opinión pública.
Estamos seguros de que el Ayuntamiento va a saber respetar la obra promovida por don Rubén Blas Domínguez, cuyo nombre lleva la biblioteca pública municipal y por cuya gestión se construyó la escuela “Hilario C. Salas” y en cuyo recuerdo una colonia de Texistepec lleva su nombre.
Auditorios, teatros populares o lo que quieran hacer, podrían quedar bien en lugares populares como la colonia Chichihua o barrios como El Zapotal o La Palma…Terminar con el parque Constitución sería un atentado de lesa humanidad, de leso romanticismo, además de que constituiría un atentado más contra la ecología, pues las yaguas ya son escasas en la ciudad.
(Este artículo fue transmitido en el martes 2 de noviembre en los noticieros de 6 de la mañana y 2 de la tarde de la estación de radio local, la XEVZ).

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